Es como se presenta la situación
sanitaria en Ceuta, con la llegada a la dirección general
del Ingesa por parte de Fernando Pérez Padilla.
Y digo que igual pero peor, porque la corrección de las
deficiencias no parece que vaya a ser su trabajo, y sin
embargo sí que se pone del lado de “la voz de su amo” con
eso del copago sí. Incomprensible, a pesar de que lo quiera
arreglar más tarde con un “pero de cualquier forma, no”.
Desconozco la altura profesional de Pérez Padilla, pero su
altura política, porque el cargo es político, la acaba de
poner él y no sobresaliendo, por encima de lo que había.
¿Hasta cuando estos cargos van a depender del dedo bobalicón
de otro político que de eso de la sanidad, en este caso, no
tiene ni pajolera idea?.
Es lamentable pero es así, priman las cuestiones políticas
en vez de colocar a profesionales de talla indiscutible y
sin más. Y no estoy diciendo que Pérez Padilla no tenga
talla profesional, lo que digo es que a ese cargo no ha
llegado tras una oposición reñida con otros profesionales y
siendo el mejor de todos.
A esa situación, Pérez Padilla, como el que le precedió, han
llegado por el amiguismo y las simpatías de unas siglas
políticas, y eso, ni con los anteriores, ni con éste, es lo
más potable. Así lo veo, así lo digo y así es como llegan a
estos cargos, no siempre los mejores.
Y tras esto, mejor fuera, Fernando Pérez Padilla dice que
quiere que la plantilla recobre la ilusión y, en
consecuencia, mejore el rendimiento.
Con esto, leyendo entre líneas, parece que el nuevo director
del Ingesa nos está diciendo que, anteriormente, ni había
ilusión en los profesionales, ni su rendimiento era bueno.
Esto es lo que se desprende de sus palabras, que aquí no
deben ser tan huecas como cuando se habla o se especula
políticamente del sexo de los ángeles.
Aquí estamos con situaciones concretas y muy importantes, la
salud y los profesionales que la atienden, con lo que Pérez
Padilla podría ser un poco más claro, si es que no se ha
metido en el charco que no quería pisar.
Pero hay más, de sus manifestaciones no se puede deducir que
lo primero sea que la sanidad en Ceuta, por encima de todo,
esté a la mayor altura, y para eso, buen cuidado tiene de
seguir las directrices que se vienen marcando en todas las
áreas, desde que el PP ha llegado al Gobierno de la Nación.
Comienza, éste también, por la cuestión económica y eso ya
nos suena al mismo estribillo que se nos viene pegando a los
oídos, desde hace un mes, y si no ya me dirán como se puede
interpretar esto:”aumentar la plantilla de los auxiliares
dependerá de si hay recursos económicos”, no nos dice el
nuevo responsable del Ingesa si hace falta ese aumento de
plantilla, se nos va por los cerros de Úbeda y,
naturalmente, hace caso a la voz de su amo.
Todo esto nos da una pista de por donde va a ir y cuales son
sus planes, pero lo que nos dice que todo será igual, e
incluso peor, es esto:”Veo inviable abrir la sala de
diálisis, económicamente sería ruinoso”. Uno, llegado a este
punto no puede por menos de censurar los principios de los
que está partiendo. No nos dice si es necesario o no abrir
esa sala, lo único que ve es si hay dinero o no,
posiblemente si se quitaran parte de los emolumentos
políticos de cargos como el de Pérez Padilla y otros
similares habría dinero para la apertura de esa sala de
diálisis.
Lo que me duele es que ya que hemos superado los “Leires
Pajín” o inútiles similares, los carguetes como éste actúen
así. Incomprensible.
|