El médico Fernando Pérez-Padilla García, durante su primera
entrevista tras ser nombrado director territorial del
Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, explica a EL PUEBLO
que asume su nuevo cargo con “optimismo”, acompañado de un
equipo “trabajador y honrado”, y dispuesto a encontrar
soluciones, aunque “sin varitas mágicas”. Ante sí se abren
varios frentes que afectan a la Sanidad ceutí -la
integración de los trabajadores del Hospital Militar, la
herencia de procesos judiciales como el de la movilidad
interna, las protestas de los auxiliares de Enfermería, la
contención del gasto sin que vaya en detrimento de la
calidad asistencial- y para manejarlos, necesitará ponerse
al día y mucho trabajo.
Pregunta.- La Sanidad ceutí tiene muchos frentes
abiertos, ¿cuáles van a ser sus prioridades?
Respuesta.- Cada problema tiene una solución distinta porque
son problemas muy dispares, pero mi intención es que toda la
línea de trabajo vaya encaminada a la calidad asistencial al
usuario y a que el trabajador recobre la ilusión por su
profesión. Estamos en una profesión que es muy vocacional, y
me parece poco lógico que alguien cuya vocación es trabajar
en un hospital vaya a hacer el trabajo para el que se ha
preparado y que le gusta, y esté disgustado; eso significa
que hay algo que falla. En la pérdida de ilusión
probablemente haya factores externos que le están
condicionando, por eso quiero que esas personas recobren esa
ilusión y, en consecuencia, mejore el rendimiento en el
trabajo, que sea el adecuado, ni más ni menos que el que
debe de ser; y no que ahora, como trabajador que he sido
hasta hace poco, me da la impresión de que hemos ido a
trabajar muy desmotivados porque no veíamos que nuestro
esfuerzo tuviera reconocimiento ni ningún agradecimiento.
Parecía que era infructuoso, como una relación comercial: tú
me pagas y yo trabajo, y eso no funciona en la Sanidad, en
la que tiene que haber un reconocimiento, es una vocación de
ayuda a los demás, donde la mayor recompensa es que esa
ayuda sea agradecida. Si sientes que tu trabajo es técnico,
como puede ser un burócrata, te desmotivas totalmente. Una
de las actuaciones que vamos a llevar a cabo es la de
incentivar a la gente con tareas que no son propias de su
trabajo, como la investigación, innovación... Yo sé que a la
gente le ilusiona y, además, eso revierte económicamente en
la mejora del servicio, del curriculum y de los recursos
humanos.
P.- ¿Piensa que podría llegar a aplicarse el copago en la
Sanidad en Ceuta o es una medida económica que descarta?
R.- Es una pregunta peligrosa porque tengo dos opiniones, la
que me obliga mi cargo ahora mismo y la mía personal después
de haber tenido la ocasión de hablar con médicos de otros
países. El copago en otros países funciona, puesto que si se
sabe hacer puede minimizar toda esa demanda asistencial que
está mal hecha porque se hace a destiempo: van a un médico
de cabecera y no salen conforme y van a urgencia... Todo eso
se podría, a lo mejor, arreglar con el copago, entendiendo
que ese copago iba a revertir también en los trabajadores,
en nuestro Sistema de Salud, y lo iba a mejorar y a evitar
este círculo vicioso. No obstante es un tema muy político y
desde ese punto de vista habría que examinarlo con mucha
cautela. Copago sí; pero de cualquier forma, no; y por
supuesto, tendría que ver a quién se aplica. A la población
más desfavorecida, cuando no le llega ni para comer, no se
le puede aplicar un copago; pero a otro tipo de asistencias,
que no sean urgencias ni enfermedades propiamente dichas, sí
se podría empezar a pagar, con un programa piloto a ver si
el copago funcionaba, puesto que en otros países va bien.
P.- La administración precedente fue acusada de inflar
puestos gerentes en detrimento de los asistenciales, ¿cómo
son sus previsiones en ese sentido?
R.- Ese es un tema que voy a afrontar con la ley en la mano.
Desde luego, respecto a lo que se ha hecho en la anterior
gestión me gustaría cuanto antes pasar página. Tengo una
visión clara de futuro, sé bien lo que quiero para la
Sanidad ceutí y soy muy optimista; si no, no estaría aquí.
Creo que lo puedo conseguir aunque sé que no va a ser fácil,
pero el equipo del que me voy a rodear va a ser un equipo
muy trabajador y honrado, esas son las condiciones que voy a
poner, y a partir de ahí, creo que vamos a construir una
Sanidad en Ceuta, con los recursos que tenemos, pero por lo
menos más ilusionante.
P.- ¿En qué va a quedar el proceso de movilidad interna del
Hospital Universitario que está ahora mismo denunciado por
los sindicatos? ¿El nuevo equipo directivo va a intervenir?
R.- Hasta el momento no he tenido acceso a esa
documentación. Cuando lo tenga lo pondré en manos del
gabinete jurídico y se hará lo que legalmente corresponda.
No tengo prejuicios y si el proceso está bien hecho seguirá
para delante, pero si está mal hecho desde el punto de vista
legal, pues habrá que revisarlo. Cumpliremos estrictamente
con la ley. Yo le voy a conceder el beneficio de la duda y
la presunción de inocencia. La gente habla, pero entiendo
que habrán hecho lo que ellos han considerado que era mejor
para la institución. Ahora, si ha habido algún error a
título administrativo, pues habrá que subsanarlo, pero
primero habrá que comprobarlo. No hago juicios de valor
anticipados.
P.- La integración en el Hospital Universitario del personal
del Hospital Militar sigue dando problemas, ¿cuándo se les
van a asignar sus puestos definitivos? ¿cómo continúa ese
asunto?
R.- No sé exactamente cómo está la situación, porque ha sido
información reservada hasta ahora y es uno de los temas en
los que me tengo que poner al día.
P.- Los auxiliares de Enfermería también llevan desde
noviembre manifestándose cada miércoles para que se renueven
varios contratos de larga duración que, según explican los
trabajadores, tiene el Ingesa metidos en un cajón, ¿qué va a
pasar con ese asunto? ¿Hay algún tipo de solución?
R.- Es una situación difícil; en parte llevan razón, pero
también puede que sus reivindicaciones no sean exactamente
las que dicen, y que haya alguna más que no sabemos. Pienso
que lo primero será hablar con ellos, con sus representantes
sindicales, y saber de primera mano cuál es exactamente la
problemática que tienen. Si realmente es sólo que necesitan
aumentar de plantilla pues dependerá de si hay recursos
económicos y de si estos están liberados. Si hay recursos
económicos yo no tengo ningún inconveniente en contratar a
las personas que hagan falta, pero si los recursos son los
que hay y no dan para más, no tengo una varita mágica, y
entonces habrá que hacerles entender que no tenemos esa
posibilidad, y llegar a algún tipo de pacto de manera que se
haga menos gravosa su labor asistencial y compensarles de
alguna manera.
P.- Los españoles residentes en Tetuán han pedido en varias
ocasiones ser atendidos por la Sanidad española aquí en
Ceuta y se han encontrado con problemas, ¿se va a intentar
ayudar a las personas que están en esta situación?
R.- En principio, todas las personas que tengan acceso a
nuestro sistema de salud, van a tener las mismas
condiciones, no van a tener problemas ni diferencias entre
unos y otros; y en este caso, pues así será. Yo creo que la
única traba que van a tener es la de la frontera. El sistema
sanitario les va a atender exactamente igual que al resto de
ciudadanos.
P.- En cuanto a espacios, ¿qué piensa hacer con todas esas
salas que están sin abrir en el Hospital Universitario?
R.- Efectivamente, hay alas del Hospital Universitario que
están cerradas, pero esas alas son construcciones que hay
hechas pero que no están presupuestadas, ni de medios ni de
recursos humanos. Por lo tanto, si nosotros tenemos ahora
más de 180 camas, de las cuales funcionan aproximadamente
algo más de 160, significa que estamos muy cerca del límite.
Por lo tanto, abrir una sala si no tienes medios ni
personal, no sirve de nada, aunque sí pensamos que es bueno
para un futuro saber que tenemos ese hospital preparado para
dentro de, no sé, diez años, cuando ya haya más camas
utilizadas y más personal.
P.- Y en cuanto a la sala de diálisis, ¿se plantean abrirla
o los pacientes tendrán que seguir utilizado el centro
externo, que coordina una empresa privada?
R.- Es un tema muy complejo. Yo he trabajado mucho tiempo en
diálisis y conozco bien cómo funciona. Tiene unos
requerimientos muy específicos, por ejemplo en todo lo que
se refiere a la planta de tratamiento y control del agua,
porque ese agua llega al cuerpo del paciente directamente
por el torrente sanguíneo, entra por un lado y sale por
otro, por lo que ese agua debe tener una pureza máxima y
necesita una serie de maquinarias que la proporcione. Eso
requiere, a parte de duplicidad en todas las bombas,
duplicidad en todos los sistemas de esterilización, porque
si falla uno, no nos podemos permitir quedarnos en una
sesión de diálisis sin una. Todo ello hace que se encarezca
mucho montar una planta de diálisis en el Hospital, y
además, requiere de muchísimo espacio. El otro día estuve
visitando esa sala en el Hospital y ahora mismo valdría para
atender cinco urgencias, u ocho, pero ese número de personas
son muchas menos de las que tenemos, y eso, apretándolo un
poco; cuando la media de sesiones de hemodiálisis que
tenemos ahora son de más de veinte, con lo que con los ocho
puestos que hay ahora mismo, más dos de infecciosos, son
diez, y no daría a basto con los pacientes que reciben ahora
mismo diálisis, y más teniendo en cuenta que hay cada vez
más pacientes dializando. Así que, de momento, lo veo
inviable porque desde el punto de vista económico sería
ruinoso.
P.- Ahora que asume la dirección del Ingesa, ¿cuáles diría
que son sus puntos fuertes y sus puntos débiles a la hora de
afrontar este cargo?
R.- Mis cualidades son que soy una persona muy trabajadora y
excesivamente honrada. En cuanto a mis defectos, podría
decir que soy excesivamente puntual o escrupuloso, como
dicen en las entrevistas, pero prefiero dejarlo y que el
tiempo y la gente digan cuáles son mis defectos.
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