En efecto, el lenguaje políticamente correcto que me niego a
usar porque me sale sarpullido, dictaría el señalar que el
contingente “Libre Hidalgo XVI” se despedirá mañana de Ceuta
para viajar al Líbano. Hasta aquí llega lo correcto, ahora
sigo con lo nuestro, porque la buenísima gente del Consejo
Diocesano de Hermandades y Cofradías, por deseo expreso de
la Virgen de África, entregarán a la Madre de Dios y a su
Hijo a los militares, ya que desea estar con ellos en
aquellas tierras de Oriente. Pura querencia de Santa María y
del Cristo, porque van a estar a la vera de la tierra que
les vio nacer de la Estirpe de David y María, Madre de
Jesús, regresa como Reina de África a vivir con sus soldados
bajo los cielos y bajo las estrellas que, un poco más allá,
iluminan las noches de Israel, su patria.
¿Y quien le iba a decir a la joven María cuando buscaba a su
Hijo y le encontró en la sinagoga haciéndose el pitagorín
ante los escribas y los rabinos, que regresaría al país de
al lado a hombros de militares españoles y en una misión
internacional? Pues se lo podrían haber dicho los profetas
de antaño que para eso hacían profecías y también la misma
Historia del mundo porque la Virgen gótica que recorrió
Europa desde un castillo templario hasta Tomar en Portugal
acompañada por sus hijos más queridos, los Caballeros del
Temple, que luego se convirtieron en Caballeros Negros y la
trajeron a Ceuta para que tomara posesión de su trono cómo
Emperatriz de África, siempre ha viajado a hombros de
guerreros y de valientes. Hasta hoy mismo, hasta este
preciso instante. Sonrisa de Dios Padre a Santa María al
hacerla llegar a una tierra de santos, guerreros y poetas
cómo es la Iberia Vieja. ¿Y quien ha cantado mejor a María
que Alfonso X el Sabio en sus Cantigas ¿Recuerdan? “Rosa da
rosa, fior das fiores...” Rosa de las rosas, flor de las
flores ¿Y quien inauguró la literatura castellana sino
Gonzalo de Berceo, poeta y peregrino para cantar a la
Virgen? “Ave Santa María, que pariste Mesías”. ¿Y no
acompañó Nuestra Señora de Guadalupe a nuestros guerreros en
la batalla de Lepanto? La Historia de España y de sus
Ejércitos se escribe en clave mariana o, sencillamente, no
se escribe.
Y tiempos malos hemos tenido y aún recientemente una atea
apóstata prohibió a los militares rendir honores al son del
Himno de España a nuestras Sagradas Imágenes, tratando así
de arrancar de las almas cristianas una semilla que nos fue
implantada en el ADN en el mismo siglo I y que llevamos cómo
un tatuaje indeleble en nuestros arquetipos ibéricos. Pero
los apóstatas se fueron con viento fresco y nosotros
permanecemos y hoy que queremos despedir a la Reina de
África que se va con sus hijos, porque esta Madre de Dios
siempre ha estado acompañando a los hijos, desde que
acompañó al suyo hasta el monte Calvario, hoy nos gustaría
que sonara para ella nuestro himno, con muchos tambores y
muchas trompetas, es decir, que se oiga mucho para resarcir
a los españoles de los años en los que nos lo han prohibido
y que los sones de la Marcha Real lleguen hasta la misma
Gloria de Dios y que suene tan fuerte que los propios
ángeles se pongan a desfilar.
Nuestra Señora de África, la viajera, vuelve a surcar los
mares, la Virgen Santa María, también como siempre a lo
largo de los siglos, vuelve a acompañar a los soldados de
España.
*Dedicado al Ejército de España que es la sangre vigorosa de
la Patria, con gratitud.
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