El nuevo director territorial del Ingesa, Fernando
Pérez-Padilla García, compareció ayer por primera vez ante
los medios de comunicación. Un encuentro en el que explicó
que “asegurar la calidad asistencial de los ciudadanos” es
su prioridad, así como “intentar mantener contenta a la
plantilla para lograr así mejorar su productividad”. La
seguridad del Hospital Universitario o la “comunicación
fluida” que espera tener con los sindicatos fueron algunos
de los temas que trató.
“Soy Fernando Pérez-Padilla García, nací en Granada en 1958
y llevo desarrollándome en labor asistencial gerencial en
Ceuta desde 1989”. Con estas palabras ha iniciado el nuevo
director territorial del Ingesa su primera aparición
pública. En primer lugar, Pérez-Padilla ha explicado que una
de sus prioridades es “asegurar la calidad asistencial de
los ciudadanos”, lo que tendrá que combinar con la
contención del gasto. En ese sentido, explicó que habrá unas
personas encargadas de gestionar los recursos económicos.
“Intentaremos mantener contenta a la plantilla para lograr
así una mayor productividad”, explicó. “Muchas horas se
desaprovechan por el desánimo, así que decirle a los
trabajadores que van a tener todo nuestro apoyo; que vayan a
trabajar con optimismo para, como no puede ser de otra
manera, levantar el país, que falta hace”, instó Pérz-Padilla,
quien, sin embargo, no pudo garantizar que no vayan a
producirse recortes. “Todos sabemos cómo está la situación
económica, aunque intentaremos buscar soluciones
alternativas”.
De hecho, reconoció que “no había más remedio” que afrontar
los problemas que están abiertos en la sanidad ceutí en
estos momentos. “Para eso estoy aquí, no puedo hacer borrón
y cuenta nueva, voy a coger el toro por los cuernos, soy una
persona muy optimista y estoy seguro de mí mismo y del
equipo que me va a acompañar”, anticipó. “Si los problemas
tienen una solución, vamos a intentar tomar una de ellas”,
agregó.
“Puede que halla problemas graves en el Ingesa que yo
desconozco”, apuntó mientras explicaba que a lo largo de la
próxima semana espera poder visitar Madrid para reunirse con
los directivos y conocer la institución a nivel nacional.
Del mismo modo, calcula que una semana después pueda
producirse la visita a Ceuta de la ministra de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato.
No quiso ‘soltar prenda’, sin embargo, de quién será el
gerente del Ingesa ni el resto de componentes de su equipo
directivo, aunque reconoció tener “algunas preferencias” que
consultaría “a las altas esferas”. Anunció también que
espera reunirse “el lunes o el martes” con los sindicatos y,
que tal como estos piden, tener con ellos una “comunicación
fluida”. “Para los sindicatos es casi su obligación estar
descontentos”, bromeó. “Han depositado en mi una confianza y
espero superar sus expectativas”, añadió.
Está “abierto”, explicó también Pérez-Padilla, a un pacto
por la sanidad a nivel local, por ejemplo, para “no caer en
duplicidades”. En ese sentido, aclaró que “hay muchas cosas
que revisar”, aunque remarcó que no lo haría “de forma
negativa”, sino “con las mejor de las intenciones, para
optimizar al máximo los recursos”.
Ante las agresiones
La seguridad del personal es otro de los aspectos a los que
el nuevo director territorial hizo referencia. “No podemos
poner un vigilante de seguridad con cada trabajador, por eso
ocupan los puntos más idóneos, como la entrada del
aparcamiento o del servicio de Urgencias, pero no va a
mejorar por poner una mayor plantilla, sino cuando seamos
capaces de reeducar sanitaria y cívicamente a la población”,
matizó.
Pérez-Padilla aseguró también que prestaría una especial
atención a la Unidad de Cuidados Paliativos. “Ha sido un
colectivo desfavorecido hasta ahora y lo vamos a arreglar”,
aseguró. Para ello apostará por una “formación específica”
en cuidados paliativos.
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Pérez-Padilla apuesta porque tratar a marroquíes revierta en
ingresos
El nuevo director del Ingesa, en
cuanto a la población marroquí que atiende diariamente la
institución, hizo una distinción entre la asistencia en
casos de urgencias y los casos “especiales”, de personas
“que cruzan la frontera para servirse de la sanidad española
porque no tienen recursos económicos o porque creen que esta
es de mejor calidad”. Pérez Padilla se mostró partidario de,
en este tipo de casos, “poner freno o coto” a la situación.
“A ver de qué forma se puede, si no dejar de asistirlos, que
al menos después puedan revertir en el propio Ingesa unos
beneficios”, explicó el director, quien matizó: “Mi idea es
que a las personas que no son de Ingesa se les traten, pero
que luego ese tratamiento revierta unos ingresos económicos
para que se mantenga la cadena y no sea un gravamen para los
ciudadanos que pagan sus impuestos”. En ese sentido, recordó
que la sanidad es “universal y gratuita”, y que para tomar
cualquier tipo de decisión al respecto “se apoyará” en la
Delegación del Gobierno. “Es un asunto difícil porque
implica la salud de la persona, los aspectos éticos y
deontológicos, y los políticos”.
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