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OPINIÓN - VIERNES, 27 DE ENERO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

¿Tratamiento privilegiado o poder vivir en igualdad?

 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Para Fátima Báñez que con tanto ahínco luchó por conseguir las bonificaciones de la Seguridad Social en la pasada legislatura, Ceuta no es en absoluto una desconocida porque tuvo que “empaparse” de nuestra realidad a la hora de defender una aspiración que es de todos. De ahí lo receptiva que, al parecer, se mostró con todos los problemas que, en la jornada de ayer, le fue desgranando, seguramente con su estilo parsimonioso y aportando más datos que una tesis doctoral, el Presidente Juan Vivas.

Porque las bonificaciones que ya se han puesto en marcha, no pueden ser consideradas más que la punta del iceberg de un conjunto de temas que requieren una respuesta de urgencia, porque pueden frenar el desarrollo de la ciudad. La gestión de los Planes de Empleo por parte de la Ciudad Autónoma que es quien mejor conoce las necesidades de la población es un avance evidente y la ministra demostró especial sensibilidad por el paro entre los jóvenes, los parados de larga duración y las familias donde todos sus miembros se encuentran desempleados. Aunque generar empleo público no es más que un parche, la rebaja de los tipos impositivos a la que aspiramos sí constituirá un acicate para las pymes que son las grandes generadoras de puestos de trabajo y para los autónomos.

Es cierto que para algunos (de otras Autonomías) la tourneé de Juan Vivas y el ritmo casi frenético con el que va despachando con los diferentes ministros, pueda parecer la aspiración de Ceuta a recibir un tratamiento privilegiado con respecto al resto de España. Y no es así ni esa ha de ser la percepción, porque aunque somos profundamente España y tierra española, las circunstancias hacen que nos encontremos con dificultades que no comparten en otros lugares de la geografía, un parado en Salamanca puede encontrar trabajo y estar yendo y viniendo a las localidades más próximas. Las carreteras dan mucho juego. Pero aquí la carretera es marina y se puede cortar cuando al tiempo se le tuercen los bigotes.

Así para poder vivir en igualdad con el resto de España, necesitamos satisfacer unas necesidades de las que carecen los de la Península. En el tema concreto de las inspecciones de trabajo, no es idéntico nuestro problema de contratación de trabajadores ilegales que el que puedan tener en Albacete, porque lindamos con un país donde existen miles de personas ansiosas por venir a buscar empleo en esta ciudad, aún en las peores condiciones y ello conculca leyes y derechos.

Lógica la aspiración de que sean los parados de Ceuta quienes tengan absoluta prioridad a la hora de ser contratados para trabajar y legítima la aspiración de erradicar el empleo ilegal, algo a lo que la ministra se ha comprometido atendiendo a cuantas razones y argumentos bien motivados le han sido expuestos. Porque este tipo de “minicumbres” no son un huevo que se echa a freír, sino que la delegación ceutí encabezada por el Presidente lleva tras cada propuesta muchas horas de estudio y de análisis, Todo bien motivado, cómo si se tratara de una sentencia.

Y de nuevo el tema de los MENA y sus implicaciones con especial alusión a la gravedad de la situación económica que ya no permite “pasar la mano” ni “mirar para el otro lado” sino buscar soluciones al más alto nivel y con implicación de las diferentes instituciones para impedir que la ciudad pueda ser utilizada para provecho de quienes carecen de requisitos cómo para que les amparen unas normas que, por cierto, van a cambiar y la reforma anunciada por el ministro de Justicia Ruiz Gallardón repercutirá favorablemente en todos los aspectos sociales ya que vendrá a corregir situaciones injustas y abusos institucionalizados. Son las ventajas del cambio que viene a borrar el inmovilismo ante las injusticias y las arbitrariedades.

Variedad de temas en el encuentro y una postura abierta, hasta el punto de que en ningún momento ha parecido que la ministra haya tratado de “escurrir el bulto” ni de responder con vaguedades. ¿Tal vez algo apresurada la irrupción del Presidente Vivas en los ministerios sin haber concedido al menos los cien días de cortesía? En absoluto, sin perder las formas sobra la cortesía y sobran los lapsus, porque las necesidades están y existen y ya se comprometió el Presidente Rajoy a trabajar desde la misma hora 0 de su mandato, sin dilaciones indebidas de tipo alguno. El momento ha sido el idóneo porque cuanto antes, mejor.
 

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