¡Qué vergüenza para el tribunal que ha juzgado a Carcaño y a
sus cómplices por el cruel asesinato y la profanación del
cadáver de Marta del Castillo! ¿Cómo se deben sentir esos
tipos tras haber logrado que la gente salga a las calles
pidiendo la justicia que ellos no han sabido administrar?
¿Intervendrá la Fiscalía? ¿Y qué tiene que decir Alberto
Ruiz Gallardón el flamante Ministro de Justicia?. No se
crean y no se fíen, porque saldrá alguno poniendo boca de
culillo de cabra y graznando eso tan manido y tan cobarde de
“No comparto la sentencia (o la decisión judicial) pero la
respeto”.
Pues si “se respeta” entre comillas una decisión que se
considera injusta es porque el respetuoso es imbécil. Y no
se trata de alargarse donde los magistrados y ponerles como
a los trapos y como a hojita de perejil, sino poder
proclamar libremente que, en un sistema democrático, los
valores y los principios nos obligan a respetar aquello que
“merece” respeto y a criticar y rechazar lo que no lo
merece.
“Ex-catedra” tan sólo habla el Papa de Roma y por medio de
Encíclicas que están inspiradas por el Espíritu Santo. El
resto es opinable, elogiable, debatible y criticable, porque
no se trata de la Palabra de Dios sino de la opinión de
gente que va todos los días al cuarto de baño y que se
encuentra separada del resto de los mortales por un temario
aprendido de memorieta, una oposición y por un mero acto
administrativo, una pluma añadida para firmar decidiendo
sobre la vida y el patrimonio de las criaturas.
Las buenas personas, los buenos seres humanos que reciben
esa pluma revestida de tal poder y saben administrarlo con
sabiduría, inteligencia y nobleza de espíritu, quienes por
ser cómo son “merecen” decidir y arbitrar, benditos sean.
Pero quienes teniendo ese poder no saben, se equivocan o
simplemente “no llegan”, por no meterme en palabras mayores,
tienen que ser castigados. ¿O es que desea el Ministro mayor
clamor popular que las manifestaciones que recorren las
calles de las ciudades, entre ellas Ceuta, clavándole la
puntilla a la Justicia?.
Es en estos momentos cuando se bendice con singular ahínco
ese “cambio” que nos han prometido, porque una mierda como
Miguel Carcaño no puede poder de rodillas a jueces y a
policías y echarles pulsos. ¿Ustedes se figuran lo que iba a
tardar el FBI en sacarle a un Carcaño el paradero de la
niña? Aunque tuvieran que pincharle el pentotal, el suero de
la verdad, en las pelotas.
¡Ay,ay,ay! ¡Que poco garantistas! ¿Y los Derechos Humanos
del asesino? Respondo: ¿Un asesino puede ser considerado
humano? ¿Merece tal consideración?. Los del Lourdes
lingüístico que practican la moral de la buena conciencia,
porque son idiotas clamarían, ¡En eso nos diferenciamos los
buenísimos de los malísimos, en que ellos son malísimos con
los buenísimos y nosotros les respondemos siendo buenísimos
con los malísimos! Vale y de paso gilipollas, para qué nos
vamos a engañar.
Con melindres, pamplinas y babosería no se brega con los
asesinos.Carcaño está “protegido y cuidado”, cuando con la
primera semana de tratamiento normal en la cárcel, en un
Módulo 13 de cualquier cárcel de España, los compañeros le
hubieran sacado a hostias el lugar donde se encuentra el
cuerpo de Marta, acabando con la agonía de los padres. Con
este sistema repulsivo y calamitoso que hemos padecido y que
ahora cambiará, para muchos la Justicia ha sido una
caricatura y salvándose un ramillete de excelentes, un
esperpento aterrador.
Las calles de España claman justicia ¿Y que hace el CGPJ?
Sí, el Consejo General del Poder Judicial, ante la alarma
social provocada por la sentencia. Pues nada. ¿Y hará algo
esa Fiscalía garante de la legalidad? Bueno, ese puede que
recurra, pero no es cuestión de recurrir, sino de que el
Cuco está en libertad y pasea su melena por las calles
cuando fue partícipe del crimen como “menor”.
Normal el clamor para que la mayoría de edad sea a los 16
años y se acabe con la encubierta impunidad de los
criminales ¿Medida de internamiento? ¡Miren cómo tiemblan
los delincuentes sanguinarios porque les llevan “al cole”
para que sean buenos y educados! En una cárcel de EEUU
tendrían que acabar o en un centro de allí. O en Inglaterra
o en Francia o mejor en Alemania. “Esto” no sirve y el
pueblo soberano tiene cada vez menos temor a expresarse,
ahora toca que los del “cambio” olviden de una vez por todas
la coletilla de “no comparto pero respeto” y proclamen que
respetarán aquello que merezca ser respetado, pero lo que
honradamente piensen que no es merecedor de respeto lo van a
pregonar y que arremeterán dando la cara por la ciudadanía
que son sus votantes.
Cuando el Derecho se vuelve del revés no hacen falta los
espíritus puros ni los profesionales de la buena conciencia,
sino políticos con cojones que miren por nosotros, el pueblo
soberano.
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