Tengo un conocido que se va a
armar hasta los dientes para, combatir las pavanas que le
atacan en su domicilio, va a emular al Terminador para
decirle a una gaviota, por el balcón eso del sayonara baby y
meterle un bazoca que llegue la pavana a Cabo Negro.
El cierre del vertedero y la reproducción incontrolada, hace
esas manadas aereas que en sus orgias y bacanales
veraniegas, hacen temer a la población con esos chirrios y
gemidos de apareamientos, intentando pescar en puerto de mar
revuelto.
Hace varios años que en el paso migratorio de golondrinas y
vencejos, de regreso al continente africano, se toparon con
la barriada de la Estación, mira por donde uno de los
ejemplares no calculó que estaban las casas y se metió en mi
salón quedando envuelto entre las cortinas del mismo, mi
hija menor entonces era muy pequeña y asustada, avisó a mi
mujer y está a su vez ante el desconocimiento del ave, cerró
las puertas a cal y canto, al llegar yo por la noche, Gema,
me da cuenta del suceso y entro y veo, unas alas negras
enormes caidas tras la cortina, cogi una toalla y atrapo el
ave y lo meto en una jaula de esas que tengo de mis pajaros,
este pajarraco no cabia ni de lado en la jaula, parecia un
halcón y la verdad es que nunca habia visto de cerca un
vencejo, estos animales que vuelan a 300 kilometros por
hora, que comen y beben en pleno vuelo y que hacen esos
rasantes en la cuesta del Recinto, hice lo correcto en
llamar al Seprona y darle las caracteristicas del animal, al
no ser un halcón peregrino la Guardia Civil me dio via libre
para bajarlo a la calle, abrir la jaula y que recuperase la
libertad, el animal como en un suspiro salió pitando para
encaramarse a los cielos del barrio, con mi normalidad y
anécdota, lo conté en el trabajo al dia siguiente, al dar mi
descripción de los libros de Ciencia de mis tiempos de
Franco, el Vencejo se describia como Avión o Golondrina
Urbana, Juanillo y unos mas me confundieron en su carca risa
de que habia entrado en mi casa un gorrión vecinal, eso es
desvirtuar la información pero aquí tenemos tres historias
de aves en una, un vecinal armado, un gorrión asando
sardinas y el vencejo que es mas rapido que la gaviota, al
final Javier con el pelo negro como la golondrina urbana.
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