La realidad es que Mariano Rajoy
fue cortésmente recibido en Palacio por el joven soberano
Mohamed VI y en cuanto al jefe de Gobierno, Abdelilah
Benkirán, me consta que no escatimó esfuerzos por lograr un
acercamiento cálido con el Presidente español: ¡hasta el
nudo de la corbata era impecable y mira que no sufre
Benkirán con las dichosas corbatas!.La prensa marroquí, en
líneas generales, fue mayoritariamente correcta y por lo que
sé Mariano salió de Marruecos con buen sabor, no está mal.
Tan solo y entre los grandes semanarios francófonos, ha sido
Maroc Hebdo International (nº 962, del 20 al 26 de enero)
quien ha escogido una portada inquietante: Benkirán y Rajoy
aparecen serios y cabizbajos, asaz pensativos, con unas
esclarecedoras líneas a su lado: “Las relaciones tumultuosas
entre Rabat y Madrid”. No diré yo lo contrario, hasta la
reflexión podría ser mía. Pero lo que no es de recibo es el
llamativo titular, intoxicador como pocos: “El juego
perturbador de España”. ¿Qué está queriendo decir esta
publicación, atención de claro ascendiente francés pero
editada en Marruecos…?. ¿Acaso París habría preferido que el
primer viaje del nuevo Presidente de España no hubiera sido
a Rabat, la capital del vecino país del sur…?. Sin duda
alguna. ¿O es que también hay algo más …? Pasemos al
interior a ver con qué nos encontramos.
De entrada, poco parece que pueden hacer los responsables de
ambos gobiernos, Maroc Hebdo no deja lugar a la duda: “Les
dossiers conflictuels se manquent pas entre le Maroc y
L´Espagne: Accord Agrícole, contrebande, Sebta et Mélilia,
eaux territoriales… Abdelilah Benkirane et Mariano Rajoy
sauront ils les gérer au mieux des interêts des deux pays?.
Rien n´est moins sûr”. Vamos, que Benkirán y Rajoy serían
unos perfectos inútiles. Pero donde Maroc Hebdo llora por la
herida, en palabras de su Director de Redacción y Redactor
en Jefe, Mohamed Selhami, es en el editorial pues “España,
antigua pujanza de ocupación colonial de nuestras provincias
del sur, ha tenido siempre una posición ambigua sobre la
cuestión del Sáhara marroquí, de 1975 a éste día, no ha
cesado de poner su diplomacia al servicio de un juego doble
y perturbador. Su responsabilidad es entera en la
persistencia de este conflicto fáctico, prácticamente al
mismo título que Argelia” (traducción literal). Y monsieur
Selhami sigue impertérrito al desaliento: “La perpetuación
de la presencia española en las dos villas marroquíes de
Ceuta y Melilla forma parte de la misma herencia colonial,
completamente anacrónica”. La ignorancia es atrevida.
Sin duda que sobre el Sáhara Occidental hay opiniones
discutibles y también es cierta una proyección marroquí
hacia el oeste y centro de África… que desembocaría en el
“Gran Marruecos”, imperialista y colonial, diseñado por el
político filofascista y fundador del partido del Istiqlal
(Independencia) Abbas El Fassi, que alcanzaría por el sur el
Senegal y por el norte… ¿hasta el Tajo quizás?. Un sueño
inviable y trasnochado al que, hasta donde yo sé, Marruecos
no ha renunciado y a lo que parece bastantes marroquíes
tampoco. Dos detalles para sidi Mohamed Selhami: uno, Ceuta
y Melilla no están sujetas internacionalmente a
descolonización… pero sus queridas Provincias del Sur sí. Y
segundo, la dulce Francia tan querida en Marruecos fue la
que solo en 1920 ya había despojado al país de 275.000 km2
(han leído bien) en beneficio de Argelia, no digamos ya en
1962 año de la Independencia. ¿Quién perturba a quién?; ¿por
qué no tienen en Marruecos los redaños suficientes para
reclamar a París? ¿o es que acaso Marruecos sigue colonizado
por Francia, monsieur Selhami?. Su editorial es alicorto,
burdo y abiertamente manipulador, estimado redactor en jefe.
Visto.
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