Excelentes noticias tras la epidemia de quema de vehículos
durante el pasado año. La actividad de los delincuentes fue
escalando en riesgo y peligrosidad hasta perpetrar el delito
de incendio con riesgo para la vida humana que parece
duramente castigado en las Leyes Penales. Y ni una
detención. Con la indignación subyacente al hecho de que ya
se tenía conocimiento de que se realizó un minucioso estudio
y una propuesta para la instalación de cámaras de vigilancia
para dotar a la Policía de mayores medios para sus
investigaciones y esa propuesta no llegó a ser rechazada
sino más bien traspapelada. Con el nuevo Delegado se
confirma el haber llegado renovadas energías a unas Fuerzas
de Orden Público que sí parecen sentirse sólidamente
apoyadas por la Delegación, o eso parece.
Cambio de Delegado, nuevos criterios, profesionalidad,
tolerancia 0 anunciada, acicate para la Policía y para la
Guardia Civil a quienes se les pide “cambiar el paso” lo que
viene a significar que antes poco menos que les dejaban dar
unas tímidas zancadas llenas de condicionantes y de
condicionamientos y ahora les dejan funcionar ¿Por qué ahora
sí y antes no? ¿Es este renovado, gratificante y eficaz
ímpetu el resultado del advenimiento de Paco Antonio
González y de su particular y personalísimo “modus operandi”?
Otra lectura no tiene el asunto y aquí no caben
interpretaciones geopolíticas ni disertaciones filosóficas,
por no hablar de delirios buenista-onegetistas ya que de
esos ya hemos tragado bastantes y ahora no proceden ni
miajita.
La falsa corrección política llevada a la moral de los
maricomplejines amedrentados por el “no vaya a ser que digan
que...” ¿Y le importa al nuevo delegado el “novayaaserque”?
Pues no, porque Paco Antonio González puede ser considerado
cualquier cosa menos timorato, medroso, asustón y huevón.
Pero siguiendo con la temática y sin querer ser alevosa
pienso que algo que “jamás” tendremos la ocasión de escuchar
son las explicaciones reales del “cómo” y “por donde” tenía
que actuar la policía en los anteriores tiempos. Son
preguntas que jamás se podrán formular (por el momento) a lo
largo de una rueda de prensa. Para los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado al igual que el valor es un grado, la
prudencia, la contención y la más absoluta discreción son
también importantes características, seguramente diseñadas
especialmente para fastidiar a los informadores e impedirles
ganarse el pan con el sudor de sus dedos sobre el teclado
del ordenador hincándole el diente a jugosas historias
noticiables. Aunque puede que el “cambio” también conlleve
una época gloriosa para la información y tengamos ocasión
cada mes de asistir a una buena comparecencia de nuestro
Delegado para darnos cuenta de los éxitos y avances
policiales que no se encuentren bajo secreto de
investigación. Saludable iniciativa que sería recibida con
agrado tanto por los informadores cómo por los informados.
Porque la pregunta del millón sigue en el aire ¿Por qué
ahora sí y ahora no?.
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