Con el traslado a la Península de un nuevo contingente de 40
inmigrantes de origen argelino, la Delegación del Gobierno
ha conseguido reducir a 780 el número de residentes en el
CETI, cifra que, aun por encima de la ocupación máxima,
permite una mayor agilidad en el funcionamiento de un centro
que el delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani defiende
que sea fiel a su origen de establecimiento “temporal” y que
no se convierta en un “centro de internamiento para
inmigrantes”. Fuentes de la Delegación del Gobierno
confirmaron ayer a este Diario que en los últimos días se
trasladó a la Península a un grupo de 40 inmigrantes de
origen argelino, al objeto de que puedan se repatriados a su
país de origen. El traslado de este contingente ha
conseguido reducir a 780 el total de residentes en un centro
de acogida que continúa saturado al albergar a 300 personas
más de su capacidad máxima. La institución no confirmó si se
llevarán a cabo nuevos traslados, pero todo apunta a que
continuarán habida cuenta de que el representante del
Ejecutivo central en Melilla, Abdelmalik el Barkani, dejó
patente la semana pasada que era necesario que el CETI se
mantuviera fiel al objetivo con el que se creó.
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