Si uno se levanta de buen humor,
que es lo ideal para afrontar la tarea diaria, y lo perciben
sus enemigos, éstos intentarán combatir esa magnífica
disposición, por medios encaminados a echar por tierra
semejante bienestar. En Ceuta hay individuos que tratan de
actuar como reventadores de buenos estados de ánimos. Aunque
tienen escaso éxito en sus funciones. ¿Sus nombres? Ah, de
momento están protegidos. De momento. Aunque conviene decir
que son pocos. Dos o tres a lo sumo. Les auguro, eso sí, un
final a la altura de la cobardía que es innata en ellos.
Es tan buena redactora jefa que separa el trigo de la paja e
imprime la paja. Aunque compensa su deficiencia con
arrumacos a los jefes. Si sigue por ese camino, no tengo la
menor duda de que puede sufrir el ostracismo adecuado a su
comportamiento.
Hay un funcionario cuyos pies y axilas disfrutan ya de una
reputación internacional. Lo dicho queda a la atención de
Abdelhakim Abdeselam Al-Lal. Consejero de Sanidad y
Consumo.
Yo tengo una paciencia extraordinaria, siempre que al final
me salga con la mía. Siempre me gustó esa forma de pensar de
Margaret Tatcher.
Juan Francisco Trujillo, ex chofer del director
general de Trabajo de la Junta de Andalucía, Juan
Francisco Guerrero, parece el alma gemela de un tipo que
yo conozco. Se premiará a quien acierte su nombre.
Francisco Antonio González tiene todo el derecho del
mundo a que se le concedan los cien días de gracia que les
son otorgados a todos los delegados del Gobierno.
Tengo entendido que la fiesta celebrada en el Hotel Parador
La Muralla el viernes pasado, a fin de presentar la
“Fundación Eduardo Gallardo Salguero, para promover
ayudas económicas y asistenciales para mejorar la calidad de
vida de personas dependientes afectadas por la enfermedad de
Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas, además de
ser un éxito en todos los sentidos, hizo posible que
Alberto Gallardo recibiera una inyección de moral.
Albricias. Cómo no.
A propósito: en esa fiesta pude pegar la hebra con José
Antonio Alarcón. Con quien llevaba la tira de tiempo sin
cruzar palabra alguna. Resumen: la gente hablando se
entiende.
Hoy, cuando tomaba el aperitivo en bar céntrico, he
coincidido con tres mujeres interesantes: Adelaida
Álvarez, María Dolores Linares y Carolina
Pérez. Las tres contuvieron la respiración a la hora de
saludar. Debe de ser la nueva fórmula que tienen algunas
mujeres para comunicarse con la gente.
Pido, desde este momento, que al periodista que siga
escribiendo entreno en las páginas deportivas, lo sometan a
juicio sumarísimo y lo condenen a hacer un bachiller antiguo
en el cual no podría aprobar con tres faltas de ortografía.
Y, desde luego, cabría ponerle un cero por el palabro
entreno.
Hay gente que piensa que el fútbol es un asunto de vida y
muerte. Sobre todo cuando se enfrentan Madrid y Barcelona.
Iker Casillas, sin embargo, ha dado en la manía de
decir que tantos partidos seguidos entre ambos equipos le
producen hartazgo. No me extraña, pues los pierde casi
todos.
Los buenos equipos apenas reciben goles. Lobera
debería saberlo.
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