¿Pueden figurarse ustedes la
solemne belleza de una exposición monográfica que reúne gran
parte de la obra del escultor e imaginero Pedro Pérez
Hidalgo? Una labor de recopilación del patrimonio llevada a
cabo de forma rigurosa y que ha logrado la cesión temporal
de los objetos artísticos de veintisiete cofradías,
dieciocho coleccionistas particulares y dos parroquias. Todo
ello para dar la bienvenida que merece a Jesús Caído y a sus
hijos de Ceuta que viajarán a la malagueña Alhaurín de la
Torre para ser agasajados en protocolaria y emotiva
correspondencia al recibimiento del que fueron objeto los
Alhaurinos en su visita a Ceuta.
Así, bajo el lema “El creador que nos une” en honor a la
genialidad artística del autor Pérez Hidalgo, la
impresionante muestra de patrimonio religioso y civil tendrá
cómo marco la joya de la corona de Alhaurín de la Torre que
es la maravillosa finca El Portón, a la que, por cierto, no
nos dejaron acceder ni con las cámaras ni sin ellas, porque
preparan un montaje espectacular que constituirá una
sorpresa estética y una exaltación del arte de la máxima
categoría, coloquialmente diré que opino que quieren dejar a
los visitantes de Ceuta “pasmados” con el luminoso
despliegue de patrimonio artístico en homenaje al genial
Pérez Hidalgo. Nada extraño si nos atenemos a que el
Presidente de la Asociación Puente del Rey es historiador,
el segundo de a bordo es arqueólogo y todos sus miembros son
grande amantes del arte y de la cultura y andan empeñados en
la defensa a ultranza de patrimonio histórico, artístico y
cultural de este precioso pueblo, ya gran ciudad, que cuenta
entre sus haberes con unos técnicos paisajistas que tienen
calles y avenidas convertidas en una mezcla entre vergeles y
jardines botánicos, el último un jardín oriental con
estética zen. Paisajísticamente, entre ejemplares botánicos,
rotondas, fuentes y esculturas, Alhaurín tiene mucho de
inmenso museo al aire libre. Y cuenta con unas paradas de
autobús de diseño que son fotografiadas por los visitantes,
una cosa maravillosa en general. Y más cuando bran al
trafico una céntrica avenida de cuatro carriles (los
alhaurinos construyen con mucha grandiosidad y enorme
barroquismo) que es uno de los lugares a visitar por los
invitados ceutíes ya que se trata de la Avenida de Ceuta,
con la bandera templaria ondeante y seguramente decorada con
elementos urbanos y especies arbóreas al gusto de ellos, que
son muy exquisitos.
El programa que espera a los invitados es completo, el
primer día recepción oficial y posterior visita a las obras
de la futura gran avenida que, cómo es normal en ellos,
tendrá preciosas rotondas, incómodas para los conductores
pero de gran valor estético. Posteriormente una visita a las
Hermandades de los Verdes y los Moraós que forman parte
intrínseca del alma y de las raíces del lugar. Ofrenda
floral a San Sebastián en la Iglesia Parroquial que fue una
que, como tantas, sufrió la quema y el saqueo por parte de
las hordas del 31 ( que Dios les confunda) y posteriormente
un jubiloso almuerzo en Casa Peña donde se paladeará la
gloria de Dios. Descanso y visita cultural a la exposición
con el traslado solemne de Jesús Caído a un oratorio que
será bendecido a efectos de culto y como colofón la cena en
el Ayuntamiento que se anuncia espectacular.
Apenas epuestos de los fastos el domingo tendrán lugar los
pasacalles por parte de una banda alhaurina y otra de Ceuta,
un concierto y una comida a la que está invitado todo el
pueblo. Lógico que cómo asistentes muy cualificados se
encuentren los ciento treinta nacidos en Ceuta y que residen
en ese pueblo en el que residen muchos extranjeros, sobre
todo ingleses y holandeses y bastante argentinos
descendientes de españoles. Los inmigrantes
extracomunitarios tienen una muy escasa presencia y por el
contrario son cientos los malagueños que han dejado la
capital para disfrutar de una mejor calidad de vida, mayor
seguridad, vecindario de categoría y unas construcciones
entre grandes y lindas villas, chalets, pisos y apartamentos
con mejores calidades y superior diseño arquitectónico
dentro de un clasicismo muy elegante.
Me consta que el recibimiento será muy emotivo y merece la
pena resaltar el esfuerzo ímprobo que están llevando a cabo
para que este hermanamiento a partir del corazón de la
cultura sea un recuerdo tan imborrable para los visitantes
de Ceuta como lo fue el año pasado la entrañable acogida que
dispensó este ciudad atlante y mágica a los llegados de
Alhaurín de la Torre. Jose Manuel de Molina recuerda la
experiencia como una experiencia imborrable y destaca una y
otra vez la cualidad de “museo de nubes” que caracteriza los
cielos de Ceuta. El encuentro será un acontecimiento
inolvidable, ahora sólo queda esperar unos días y que el
tiempo acompañe.
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