Fue la situación, del pasado
viernes por la tarde, poco después de las siete y media de
la tarde, cuando un mercante, embistió al fast-ferry de
Acciona Trasmediterránea, Milenium Dos, con 174 pasajeros a
bordo, de los que 11 eran bebés.
El mercante New Glory, con bandera de las Islas Mashall
abordó al fast-ferry español, cuando no había hecho más que
anochecer, pero en una noche que no era oscura, ni con
niebla.
La colisión se dio a cinco millas al norte de Ceuta, o lo
que es lo mismo, en medio del estrecho, cosa que de por sí
se presta a varias preguntas.
De todos es sabido que la prioridad de paso la tienen las
embarcaciones que llevan la dirección este-oeste o a la
inversa, por lo que quienes deben ceder el paso, como sea,
son aquellos barcos que llevan la dirección Ceuta-Algeciras
o Algeciras-Ceuta.
Hasta aquí todos de acuerdo, pero mi primera pregunta sería,
si es que no se ha hecho antes ¿Estaba el personal, todo él,
en su justo sitio, en el momento de la colisión?. La
pregunta no es caprichosa, ni mucho menos, pues estamos
hartos de ver como en ciertos momentos, con la valía de los
automáticos hay quien se puede tomar un ligero descanso,
aunque sea, tan sólo, de cinco o diez minutos.
Y es más, el lugar donde sucedió la colisión no es una zona
en la que estén detenidas ningún tipo de embarcaciones, con
lo que los únicos problemas que pueden llegar son de
izquierda a derecha o de derecha a izquierda. No hay más que
hablar.
Es cierto que un accidente puede ocurrir en cualquier
momento, pero además de producirse por errores técnicos, o
por simple casualidad, en la mayor parte de los accidentes
ha habido algún tipo de error humano, sea un despiste, una
imprudencia o algún tipo de descuido personal, por lo que
aquí no sé de qué tipo se tratará, pero ... ya veremos qué
es lo que dice en sus manifestaciones el responsable del
Milenium Dos.
Afortunadamente los daños personales no fueron de gran
consideración, aunque los materiales sí que lo fueron.
De la colisión resultó herido un hombre, con la pierna rota
que fue evacuado, en helicóptero, a la ciudad de Ceuta.
Durante varias horas estuvieron “empotrados” parte de un
barco en el otro y tras lograr separarse los dos buques el
Milenium Dos llegaba al puerto de Ceuta a altas horas de la
madrugada, sobre las tres y media. El Milenium Dos llegaba
por sus propios medios y sobre las cuatro de la madrugada
los pasajeros se reunían con sus familias en el puerto.
Importantes fueron los daños materiales, afortunadamente
escasos los daños personales, pero la ansiedad, el susto y
todo lo que conllevaba esa situación, también tienen algún
valor.
¿Por qué ha sucedido este accidente?. Cuando estoy
escribiendo, en la tarde del sábado, todavía no he visto
ningún tipo de manifestación que nos explique con claridad y
con total solvencia como se produjo este accidente que más
que fruto de la simple casualidad debe tener algún otro
condimento que esperemos saber algún día.
A mí, la única y principal pregunta que se me ocurre ahora y
llevo dándole vueltas al asunto todo el día es. ¿Estaba en
su justo sitio y donde tenía que estar cada uno de los
responsables de la navegación, en aquel momento?. Si no
estaban, mal y si estaban habrá que hacer una pregunta más
¿Se estaba atentos a las circunstancias existentes en aquel
instante?. Sólo nos vale una respuesta, para ver si fue la
casualidad, la mala suerte o la desidia que sería lo más
desagradable para los 174 pasajeros.
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