El representante de Inmigración de la Asociación Pro
Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), Rafael Lara, explicó
a EL PUEBLO que la frontera de Ceuta es una de las “más
complejas y conflictivas”. Lara comentó las más de 1.300
entradas de inmigrantes que se registraron durante el año
pasado y destacó que más de 1.000 personas fueron
interceptadas por las fuerzas de seguridad marroquíes antes
de que llegaran a Ceuta. Lara también explica cómo es el
camino que realizan los subsaharianos para conseguir cruzar
a la ciudad. Algunos de ellos viajan en condiciones
precarias y el camino deben hacerlo a pie.
El representante de inmigración de la Asociación Pro
Derechos Humanos de Andalucia (APDHA), Rafael Lara, explica
a EL PUEBLO que la frontera de Ceuta es una “de las más
complejas y conflictivas de España junto a la de Melilla,
aunque también a nivel internacional, tanto o más que la
greco-turca”. Lara destaca, tras haber publicado el informe
de inmigración del año pasado, que en Ceuta se dan “tres
elementos de conflictividad” para que se produzca la entrada
de inmigrantes. En primer lugar, la ciudad se encuentra en
el “vértice” de África, la zona “más cercana a Europa”; en
segundo término está la disposición geográfica de la valla,
“tanto por el norte por el sur”; por último, es una
“frontera en la que se unen elementos geoestratégicos,
económicos y sociales de mucha importancia” -algo que
también ocurre en el caso de Melilla-.
Más de 1.300 inmigrantes consiguieron llegar a Ceuta a lo
largo de 2011 y según datos que maneja la ADPDHA,
“aproximadamente han sido unas 1.000 personas” las que ha
interceptado Marruecos. “Es un volumen migratorio importante
y muestra que en torno a la ciudad hay una gran cantidad de
personas”, aseguró. A estas cifras también hay que sumar los
intentos de ‘escapada’ de los inmigrantes hasta la
península. Lara recuerda que en “la primera parte del año se
escondían en los camiones de basura” -con el triste
resultado de la muerte de un subsahariano-, o la Operación
Fin de Feria.
El representante de la APDHA pone como ejemplo la situación
que viven las porteadoras en la frontera y “todo lo que
conlleva desde el punto de vista social y económico” ya que
hay “explotación de mujeres, problemas de seguridad, abusos
policiales, etc. Todo lo que el mundo ya sabe”, destacó. En
definitiva, la frontera de Ceuta es “extraordinariamente
compleja, conflictiva y difícil de gestionar”.
Métodos de entrada
Todos estos elementos se aúnan, según Lara para que en
determinadas épocas se produzcan “repuntes” en los intentos
de entrada de inmigrantes. En 2011 se registraron más de
1.300 entradas, tal y como informó EL PUEBLO, dato que
ratificó Lara. Para APDHA, este aumento puede deberse al
hecho de que a las Islas Canarias tan sólo “llegaron 16
subsaharianos” en todo este último año de los 367
inmigrantes que lograron entrar en las islas. “Esto
demuestra de que la vía occidental para llegar a Canarias a
través de Senegal, Mauritania y Sáhara está cortada” y por
ello, “hoy en día los flujos migratorios subsaharianos se
dirigen básicamente a Argelia, Marruecos y a las zonas que
van a Córcega, Sicilia y Lampedusa”, explica el
representante de inmigración de la asociación.
Un largo camino
A lo largo de este año ha habido diferentes maneras de
entrar en Ceuta. Una de ellas, la utilización de pequeñas
balsas hinchables de juguete hasta aproximadamente el mes de
julio. “El gobierno español presionó en agosto al marroquí
para que se posicionaran las fuerzas públicas en la playa
del Tarajal lo que hizo que el número de personas que
entraban por este método se redujera”, destacó. Sin embargo,
a partir de septiembre, los inmigrantes cambiaron el ‘modus
operandi’: en avalancha e intentando cruzar a nado. En
total, según datos de la APDHA, han entrado unas 560
personas a nado, 508 en balsas de juguete y 152 en
embarcaciones.
Por otra parte, Lara explica cómo es el largo ‘viaje’ que
realizan los subsaharianos para llegar hasta Ceuta. Así,
para entrar a Argelia se concentran en Mali, los
subsaharianos atraviesan todo el desierto “normalmente en
todoterrenos -los que pueden pagarlo- en condiciones muy
lamentables, con problemas de violencia y muchas
dificultades”. Cuando llegan a la ciudad de Maghnia se
trasladan a pie hasta Ouxda. Desde allí se desplazan hasta
Melilla, Tánger y a la frontera de Ceuta. El representante
de la APDHA destacó que no todos los inmigrantes utilizan la
misma ruta para llegar a la ciudad, ya que otros entran por
Senegal y Mauritania “con pasaporte”, aunque también
“terminan varados en las grandes ciudades porque les dan un
visado para tres meses”.
“La persistencia de la migración subsahariana” se debe a
que, a pesar de que haya crisis económica a nivel mundial,
los problemas en África continúan. “Por ejemplo, en
Latinoamérica no se está sufriendo la crisis como en Europa
y África no es igual”. A todos estos aspectos hay que sumar
“la inestabilidad de las revueltas árabes”. En definitiva,
para Lara “el cúmulo de intereses estratégicos, económicos y
políticos que se mueven en la frontera de Ceuta hacen que
muchas veces no primen tanto los intereses de las personas”.
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