Los familiares de los pasajeros que sufrieron un accidente
anoche a bordo del Millenium Dos aguantaron con paciencia
las horas de incertidumbre mientras se aguardaba la llegada
del barco. Mediante el escaso contacto telefónico que
pudieron mantener con sus allegados, aguardaron en las
dependencias del puerto hasta altas horas de la madrugada.
Mohamed Alí Sulah, de 24 años, aseguraba ayer haber sido el
primero en notificar a la Guardia Civil y la Policía
Portuaria del accidente que tuvo el ferry de Acciona en el
que ayer viajaba su tía Halima con dos niños pequeños.
“Mi tía me llamó gritando por teléfono y como yo estaba en
la calle se lo dije inmediatamente a la Guardia Civil”. Al
igual que Alí, un puñado de familiares de los pasajeros del
Millenium Dos, un total de 184 personas entre las que se
encontraban 11 bebés, se mantenían anoche a la espera de
recibir noticias de la embarcación en las inmediaciones del
propio puerto de Ceuta, donde las caras serias y de
preocupación se mezclaban con tranquilidad y estoicismo.
Entre los familiares que esperaban a pasajeros se encontraba
el viceconsejero de Hacienda, Jose Manuel Blasco, que
esperaba a su mujer y a su hija con gesto tranquilo. “Acabo
de hablar con ella y me ha dicho que la gente del barco está
bien, aunque le gustaría que les dieran algo de comer”. A su
lado, otro familiar comentaba que en el barco se había
escuchado por megafonía que no llegarían a tierra hasta las
siete de la mañana aproximadamente, una versión que los
familiares de los pasajeros no habían escuchado.
Así, de corrillo en corrillo estaba también José Pablo
García, el hermano de la diputada del partido socialista
Milagros García, que dijo que “por lo poco que sabemos los
han puesto en el suelo y están allí con los chalecos
salvavidas puestos”. La información, que pasaba de familiar
en familiar con cuentagotas, parecía “insuficiente” para los
afectados, aunque supieron mantener la compostura en todo
momento.
“Debería haber alguien que informara a las familias”,
comentó a los medios allí presentes Narciso Colmenar,
presidente de ADICAE, que había acudido al puerto por
motivos personales.
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