No cabe duda de que el Estrecho de
Gibraltar y el tráfico de drogas van unidos, casi de una
forma inseparable. Y a la vista está, sin ir más lejos, el
hecho de que la Guardia Civil se haya incautado, nada más y
nada menos que de 57 fardos de hachís, abandonados y a la
deriva.
¿Hacia donde iba ese cargamento?.¿De donde procedía?. Estas
serán las incógnitas que ya veremos si un día podrán
despejarse, por cuanto los agentes recogieron la droga de
una embarcación casi hundida, por el fuerte oleaje, al Norte
de Punta Almina.
¿Y los ocupantes de la embarcación?. Es de suponer que
habrían huido, por miedo a “quedarse” en el estrecho o para
esquivar a la propia Guardia Civil.
El aviso llegó de Tarifa Tráfico, con lo que los propios
agentes se adentraron en el mar, en busca de ese barco que
estaba casi hundido ya.
Arriesgado rescate, por parte de la Guardia Civil, en un mar
con olas de más de dos metros. Una labor, pues, de alto
riesgo que fue llevada a cabo con éxito, pero con mucho
peligro.
El cargamento era de mucho cuidado, con más de mil kilos de
droga, que viajaba, vía estrecho, y con dirección a la
península, a donde, afortunadamente, no pudo llegar.
Parece que la embarcación se había roto por la proa y sus
ocupantes tendrían que dejarla a la deriva.
Decimos que fue una operación de alto riesgo, por cuanto el
mal estado de las aguas y el fuerte oleaje complicaron las
labores de búsqueda del barco, ya en unas condiciones muy
peligrosas, al estar medio hundido.
En poco tiempo, es cierto, media hora, que se les haría
interminable, tardaron los guardias civiles en localizar la
embarcación, que con la proa destrozada, entraba en ella el
agua en grandes cantidades.
Parece que hubo alguna duda entre llevar a cabo la operación
o dejarlo, por cuanto las olas y el malísimo tiempo hacían
correr alto riesgo de que cualquiera de los agentes cayera
al agua.
Al final, la profesionalidad, una vez más, es lo que privó.
La Guardia Civil se aventuró a llevarlo a cabo y así
recogieron los 57 paquetes de la droga, más de mil kilos.
Importante trabajo. Los paquetes fueron pasando de uno en
uno y la embarcación no pudo ser remolcada, con lo que quedó
semihundida en pleno mar.
Hay que repetirlo, un buen trabajo, por lo que es en sí, y
por lo que se ha evitado de circulación con esta “mercancía”
en la península.
Ahora, con todo este cargamento apresado, hay que hacer
varias preguntas. ¿Cómo es posible que haya salido hasta el
mar, sin que nadie haya detectado nada sobre un cargamento
de este tipo?. Pero es más ¿Si Tarifa Tráfico ha detectado
el barco semihundido, como es que no se detectó con los que
lo llevaban, desde donde fuera?. Hay muchas incógnitas y
cada vez más, en todo este asunto del tráfico de
estupefacientes, un tráfico que existe, un tráfico que todos
sabemos que se da, pero un tráfico que no se corta, nada más
que esporádicamente, como en éste y algún otro caso similar.
No sé qué señas de identidad aparecían en los paquetes, los
números ahí están, algunas letras también ¿De quien?¿Para
quién?.
Ahora cuando se analice la “mercancía” ya veremos si aparece
alguna pista.
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