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OPINIÓN - VIERNES, 13 DE ENERO DE 2012

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Hachís a la deriva
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

No cabe duda de que el Estrecho de Gibraltar y el tráfico de drogas van unidos, casi de una forma inseparable. Y a la vista está, sin ir más lejos, el hecho de que la Guardia Civil se haya incautado, nada más y nada menos que de 57 fardos de hachís, abandonados y a la deriva.

¿Hacia donde iba ese cargamento?.¿De donde procedía?. Estas serán las incógnitas que ya veremos si un día podrán despejarse, por cuanto los agentes recogieron la droga de una embarcación casi hundida, por el fuerte oleaje, al Norte de Punta Almina.

¿Y los ocupantes de la embarcación?. Es de suponer que habrían huido, por miedo a “quedarse” en el estrecho o para esquivar a la propia Guardia Civil.

El aviso llegó de Tarifa Tráfico, con lo que los propios agentes se adentraron en el mar, en busca de ese barco que estaba casi hundido ya.

Arriesgado rescate, por parte de la Guardia Civil, en un mar con olas de más de dos metros. Una labor, pues, de alto riesgo que fue llevada a cabo con éxito, pero con mucho peligro.

El cargamento era de mucho cuidado, con más de mil kilos de droga, que viajaba, vía estrecho, y con dirección a la península, a donde, afortunadamente, no pudo llegar.

Parece que la embarcación se había roto por la proa y sus ocupantes tendrían que dejarla a la deriva.

Decimos que fue una operación de alto riesgo, por cuanto el mal estado de las aguas y el fuerte oleaje complicaron las labores de búsqueda del barco, ya en unas condiciones muy peligrosas, al estar medio hundido.

En poco tiempo, es cierto, media hora, que se les haría interminable, tardaron los guardias civiles en localizar la embarcación, que con la proa destrozada, entraba en ella el agua en grandes cantidades.

Parece que hubo alguna duda entre llevar a cabo la operación o dejarlo, por cuanto las olas y el malísimo tiempo hacían correr alto riesgo de que cualquiera de los agentes cayera al agua.

Al final, la profesionalidad, una vez más, es lo que privó. La Guardia Civil se aventuró a llevarlo a cabo y así recogieron los 57 paquetes de la droga, más de mil kilos.

Importante trabajo. Los paquetes fueron pasando de uno en uno y la embarcación no pudo ser remolcada, con lo que quedó semihundida en pleno mar.

Hay que repetirlo, un buen trabajo, por lo que es en sí, y por lo que se ha evitado de circulación con esta “mercancía” en la península.

Ahora, con todo este cargamento apresado, hay que hacer varias preguntas. ¿Cómo es posible que haya salido hasta el mar, sin que nadie haya detectado nada sobre un cargamento de este tipo?. Pero es más ¿Si Tarifa Tráfico ha detectado el barco semihundido, como es que no se detectó con los que lo llevaban, desde donde fuera?. Hay muchas incógnitas y cada vez más, en todo este asunto del tráfico de estupefacientes, un tráfico que existe, un tráfico que todos sabemos que se da, pero un tráfico que no se corta, nada más que esporádicamente, como en éste y algún otro caso similar.

No sé qué señas de identidad aparecían en los paquetes, los números ahí están, algunas letras también ¿De quien?¿Para quién?.

Ahora cuando se analice la “mercancía” ya veremos si aparece alguna pista.
 

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