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OPINIÓN - VIERNES, 13 DE ENERO DE 2012

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

El día que aparezca en la escena política un político que le diga la verdad, la cruda realidad, al pueblo español, será un líder la que costará mucho descabalgar de su puesto, por la sencilla razón de que los españoles estamos hasta el gorro de tantas y tantas mentiras como nos cuentan esos que se hacen llamar políticos cuando, precisamente, la mayoría de ellos no saben qué es ni qué significa ser político.

Para muchos de ellos ser político, significa subir al carro del poder y solucionarse la vida durante unos pocos de años. Consistiendo todo su trabajo en decir “si bwana” al que manda y que le ha llevado a ocupar el puesto que éste le ha otorgado. Aunque se decir “si bwana” se le diga a quien al que manda, no al que gobierna. Que una cosa es mandar y otra gobernar.

Dice, ahora, el presidente de todos los españoles, Mariano Rajoy, que va salir a dar la cara. Pues si sale a dar la cara, diga la verdad a todos los españoles. Diga que tomó las medidas que había que tomar, porque era la única solución cuando abrió la caja fuerte del dinero de todos los españoles y se encontró con que sólo había en ella par de telarañas.

Para que todos nos enteremos, de una vez por todas, usted se ha encontrado las arcas de la Nación, como quedaron las arcas municipales de nuestra tierra, cuando la suprema inteligencia política de esta tierra, qué digo de esta tierra, del mundo mundial, era concejal de Economía y Hacienda. Para llorar.

Y ya puestos a decir la verdad, a todos los españoles, diga cuál es el número de empleados que, directa o indirectamente, trabajan en los partidos políticos, los sindicatos y las organizaciones patronales, a los que pagamos el 90% de sus salarios, a través de subvenciones directa o indirecta que sale del bolsillo de todos los españoles.

Y lo más sangrante, de todo esto, aunque sea en menor proporción es que, las organizaciones patronales participan de esas subvenciones.

Pero mientras el resto de los españoles nos apretamos le cinturón, a algunos le arrastra ya la lengua por el suelo de tanto apretárselo, ninguno de estos empleados de esas instituciones que reciben las subvenciones han decido congelarles el sueldo a sus empleados para, de esa forma, contribuir al control del déficit público. Todo un detalle.

Cierto es que el Gobierno ha rebajado en un 20% esas subvenciones. Las cosas como son, porque la verdad sólo tiene un camino. Pero a lo que no se ha atrevido es a sacar una ley cancelando de forma definitiva todas las subvenciones, concedidas con dinero público que sale del bolsillo de todos los españoles. Cuando eso seria lo más democrático del mundo mundial.

No tomará esa decisión de cancelar todas las subvenciones, porque le es más fácil y, por supuesto, lo más rentable, subir los impuestos a los de siempre, a esa clase media que con su trabajo están pagando los despilfarros que algunos han cometido sin que a estos les pase nada de nada.

Pues una cosa es cierta, el día que se acabe con esa clase media, auténtico sopote de un país, llegará el caos.
 

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