La Policía Nacional ha realizado durante esta semana dos
traslados de residentes del Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes (CETI) a la península. En total, veinte personas
han sido llevadas en el plazo de tres días al Centro de
Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras, donde
pasaran un máximo de 60 días antes de que se les traslade a
sus países de origen. Con estas salidas, la población del
CETI se ha reducido hasta llegar a los 600 residentes, cifra
que seguirá bajando.
Durante esta semana han salido a la península un total de 20
residentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)
repartidos en dos grupos. La Policía Nacional ha sido la
encargada de realizar estos traslados al Centro de
Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras, a donde han
ido a parar los inmigrantes a la espera de que los devuelvan
a su país. Si el lunes hacían cola a la puerta de la
Jefatura Superior de Policía un grupo de diez personas para
salir el martes rumbo a la península, el miércoles viajaban
otras diez.
Con estas dos salidas, el CETI ha rebajado su número de
residentes, que ya se encuentra en torno a los 600. Una
cifra que se seguirá rebajando gracias a los traslados que
la Policía está realizando cada cuatro o cinco días, según
ha explicado el director del CETI, Carlos Bengoechea.
Ayer, las diligencias previas para organizar nuevas salidas
continuaban en la Jefatura Superior de Policía Nacional en
donde se encontraban varios inmigrantes. Al preguntarles qué
hacían allí explicaban que su próximo destino sería la
península, aunque no sabían especificar cuando iban a viajar
o hacia dónde.
Entre ellos se encontraba Amed Trouvé, de Centro África, que
lleva en Ceuta tres meses y contaba que estaba deseando ir
al otro lado, aunque no sabía a donde le iban a llevar ni si
iría a parar a un CIE. Para él, volver a su país no es una
opción, al igual que para Loumkoia. Este joven, que llegó
también hace tres meses, procede de Camerún y espera poder
tener una oportunidad y quedarse en calidad de refugiado.
Esta es la única oportunidad que tienen para no ser
repatriados.
|