Veo en nuestro periódico, El
Pueblo de Ceuta, en su edición del pasado martes, día 10 de
enero, que ese mismo día, la Policía Nacional trasladaba a
diez residentes del CETI a la Península.
La noticia, como tal, me parece aceptable, de no ser por una
serie de condicionantes que la hacen mucho menos atractiva,
primero para Ceuta y luego para todo lo que implican los
traslados de inmigrantes.
Y es que estos inmigrantes, desde Ceuta, irán al Centro de
Internamiento de Extranjeros de Algeciras, o lo que es lo
mismo, se quedan al lado, donde podrán estar hasta un máximo
de dos meses, antes de ser repatriados a sus países.
Lo que decía en titulares:”Son salidas con cuentagotas”,
cuando estamos viendo que, desde el mes de septiembre, han
entrado docenas y docenas, en avalanchas y ahora mismo el
Centro de Estancia Temporal de Ceuta tiene, en torno a, 600
inmigrantes, cien más de su capacidad normal.
Esta es la situación, en el CETI siguen acogidos, recogidos
o residiendo, según se quiera interpretar, en torno a 600
inmigrantes a la espera de que se pueda resolver su
situación irregular.
Y lo que es más complicado es que, estando como están, en
una situación irregular, haya que aguantar semanas y meses,
con los gastos que ocasionan y sin poder mandarlos por el
mismo camino por el que habían venido.
Porque, todos buscan la más mínima oportunidad para escapar,
para poder huir hacia la península o para que los organismos
administrativos les reconozcan como vulnerables y puedan
mantenerse en centros de acogida de la península.
Es la situación en la que estamos, y es la situación que
buscan y se saben a las mil maravillas, todos estos que
llegan y una vez aquí no hay quien les pueda echar.
Así estamos. De momento no se va a producir ninguna salida,
ni a los CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros), ni a
los centros de acogida.
Y lo más bonito es que las salidas no se podrán realizar por
falta de una autoridad competente para aprobarlas. Hay o dan
una razón, con el cambio de Gobierno la Secretaría de estado
para la Inmigración y la Dirección General, siguen vacantes,
con lo que hay un vacío en los órganos decisorios,
dependientes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Está claro que para esto, que es un verdadero problema, que
nos ha venido desde fuera, no hay tiempo, pero sí lo ha
habido para congelar el sueldo a los funcionarios y para
subir el I.R.P.F.. Cada vez veo más claro que son igual de
aprovechados los que se han ido que los que acaban de
llegar.
Así las cosas y, volviendo a los inmigrantes irregulares,
sólo la Policía Nacional podrá ir programando salidas con
destino a uno de los Centros de Internamiento de
extranjeros, como sucedió con la salida del pasado martes.
Salir salen pocos, llegar ya veremos si no aparece alguna
otra avalancha, por mar, por el monte o como sea y se nos
cuelan aquí, con lo que una vez dentro no hay quien los
pueda echar.
El nuevo Gobierno, si tan preocupado está por solucionar los
problemas del país, no debe mirar para otro lado cuando
estamos tocando el asunto de los inmigrantes irregulares que
cada vez más nos llegan a Ceuta. Por ejemplo.
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