“La agilización de la metodología de trabajo” ha permitido
que el depósito de vehículos de Benzú se encuentre en
óptimas condiciones. Así lo ratificó el consejero de
Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio García
Castañeda, quien explicó que, cuando un ciudadano abandone
un vehículo en la vía pública, se le dará un plazo de cinco
días para que acuda al depósito a retirarlo o a darlo de
baja de forma gratuita. Si no lo hace, se le penalizará con
ocho euros por cada día que siga el coche en las
instalaciones.
“La agilización de la metodología de trabajo” ha permitido
que el depósito de vehículos de Benzú se encuentre en
óptimas condiciones. Así lo ratificó a este diario el
consejero de Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio
García Castañeda, quien se hizo con las competencias en
estas instalaciones, al igual que de la planta de
descontaminación, el pasado mes de febrero. “Todo va
perfectamente”, remarcó. “No es que se haya agilizado el
tiempo que deben estar los vehículos dentro del depósito,
sino que se han puesto en marcha diferentes aspectos
administrativos para evitar el colapso”, explicó.
“Ahora mismo, este colapso no existe, ni va a existir;
tendría que haber una catástrofe”, sentenció. “En estos
momentos se está funcionando bien, aunque hay que resaltar
que antes tampoco se trabajaba mal, sino que se han tomado
otra serie de medidas”.
El consejero explicó que la metodología es sencilla: cuando
un vehículo se encuentra abandonado en la vía pública y es
trasladado tras la denuncia pertinente de la Policía Local
al depósito, se informará al ciudadano propietario de que su
coche se encuentra en las instalaciones de Benzú. Así, se le
enviará una notificación para que se persone en el depósito
y entregue la documentación del coche, el cual se dará de
baja de forma gratuita si los papeles se presentan en un
plazo de “cinco días”.
En caso contrario, a partir del quinto día, si el
propietario del vehículo no ha aparecido, “deberá pagar las
tasas de permanencia en el depósito”, es decir, unos 8 euros
al día. En el caso de que el coche permanezca los ochenta
días legales que tiene que estar en el depósito hasta ser
trasladado a la planta de descontaminación, se cobrarán
todos los días que haya estado el vehículo y también la grúa
que lo trasladó hasta Benzú -esta última, un total de 60
euros-. Según García Castañeda, esta medida no tiene un
“afán recaudatorio, sino al contrario: lo que interesa es
que el ciudadano venga, traiga la documentación, se dé de
baja al coche y se desocupe espacio en el depósito”. “La
intención de la Ciudad es quitar coches de la vía pública
además de descongestionar el depósito”, resaltó.
El consejero anunció además que se están tomando otras
medidas para evitar “daños en la vía pública y los daños en
vehículos de la Ciudad”. Es decir, se va a llevar a cabo un
“control exhaustivo y austero” para evitar que los
conductores destrocen el mobiliario urbano. “Estamos
preparando estos objetivos para que los conductores paguen
los desperfectos que hagan en plena vía pública”, finalizó.
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Los objetivos del IV Plan de Barriadas serán “consensuados”
El consejero de Servicios
Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda, hizo un
balance “aceptable” del último año de su área. “A todos nos
hubiera gustado tener más partida presupuestaria para
invertir, aunque, dentro de la cantidad que se ha dispuesto,
se ha hecho un reparto casi equitativo de necesidades”,
destacó. “Todos estos objetivos han estado consensuados con
la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos y se ha
experimentado un gran avance en este sentido”, destacó. Tras
haber dirigido la Viceconsejería de Equipamiento Urbano y
Barriadas en la anterior legislatura, García Castañeda se ha
mostrado satisfecho de los trabajos que se han llevado a
cabo en este año. El IV Plan de Barriadas espera comenzarse
tras las reuniones que el consejero espera mantener a partir
de la semana que viene, en primer lugar, con la FPAV y
después, con los representantes -y también con los vecinos-
de cada barriada.
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