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OPINIÓN - MARTES, 3 DE ENERO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

Eran todos los que estaban, pero no estaban todos los que son
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

El título de este análisis se adecua estrictamente a la realidad, porque existía una expectación ilusionada y latente ante la toma de posesión del nuevo y fashion Delegado de Gobierno, aunque en primer lugar nadie esperaba que fuera tan rauda y veloz y en segundo se escucharon críticas y refunfuños entre los asistentes ya que el acto parecía pedir a gritos un escenario algo más solemne, un poco más de tiempo protocolario para convocar a los interesados en “no perderse” el que será sin lugar a dudas uno de los acontecimientos sociales del año, asientos para las autoridades y el público y alguna pequeña liturgia por parte de los representantes religiosos presentes porque ya se sabe que cualquier acto con una pincelada piadosa siempre resulta más lucido. Y ese guiño a las creencias era más que procedente ya que, cómo es normal en los hombres de bien, Paco Antonio se mostró fervorosamente fiel al apelativo con el que ha sido rebautizado que es Pacojonestonio y juró sobre la Biblia, lo que significa que la lleva buena...

Y no soy agorera, pero lo de la promesa sobre un texto redactado por juristas y leguleyos como es la Constitución, sujeta a reformas, “muy” reformable y que en algunos artículos está pidiendo a voces ser reformada, no es lo mismo que hacerlo posando la mano sobre el lomo de un libro que contiene la Palabra de Dios, porque eso sí que constituye un compromiso de carácter inquebrantable y obliga a dar el todo por el todo, rizar el rizo, hacer malabarismos políticos, dialécticos, ideológicos, filosóficos y operativos por tal de no faltar al juramento realizado ante Dios y ante multitud de testigos que, en su momento podemos dar fe de que el Delegado de Gobierno juró con el alma y con el corazón, por sus creencias y por su honor ¿Otro testigo muy cualificado? El Cristo que, desde el crucifijo que presidía el acto, no le quitó el ojo de encima en toda la ceremonia. ¿Y se puede cometer así algún fallo? Difícil lo tiene el Delegado de Gobierno, máxime cuando su toma de posesión consiguió atraer por vez primera a un acto institucional a los de Coalición Caballas, que estaban en pleno cumpliendo con su obligación de representar a sus votantes en un evento especialmente significativo para Ceuta. Significativo y trascendente, de ahí lo bien hilados que fueron todos los discursos, un auténtico prodigio de sincronización, de hecho parecía que los oradores se habían puesto de acuerdo para aportar cada cual su toque maestro a la jornada y hacerlo sin ser tediosos ni repetitivos. Porque cuatro intervenciones son muchas intervenciones para un acto y máxime cuando el auditorio está en pie, impasible el ademán, en un espacio donde no cabía ni un alfiler y donde hubo público que permaneció en las escaleras y en el primer rellano por tal de “estar allí”. El ex Delegado Chacón se notaba conmovido en su despedida del cargo, pero creo que si todos los presentes coincidíamos en algo (o casi todos porque estaban los de Caballas que no coinciden jamás con nadie) es en el buen talante del que ha hecho gala este buen hombre socialista a lo largo de los años. Y ello me parece importante porque para muchos que nos consideramos cualquier cosa antes que ser de izquierdas, el que la persona y su valía haga olvidar su adscripción ideológica, es algo trascendente, no importante sino trascendente. De hecho cuando recuerde a Chacón sé que le veré en la ofrenda floral a Santa María de África, entre inciensos y gori-goris procesionales, siempre en primera fila de todos y cada uno de los eventos institucionales “vistiendo el cargo” y dando del cargo la mejor imagen posible, la más cercana, la de más buena gente, la corrección y el saber estar en estado puro, con el plus de ser semanasantero y cofradiero y “sintiendo” que disfrutaba intensamente en cada aparición, fuera en el ferial con su espectacular camisa, fuera en celebraciones y comparecencias. Afortunada ha sido Ceuta y bendecida por la gracia de Dios porque ha tenido-va a tener como Delegados de Gobierno a dos personas que son extraordinariamente principales, porque son algo mucho más importantes que ser de la realeza: tanto Chacón como Paco Antonio son hombres buenos. ¿Hay quien de más?.

Calla el ex Delegado e interviene Juan Vivas, hombre de lealtades profundas que sabe exaltar las cualidades del nuevo Delegado y contarnos un relato, que no era discurso sino relato, resumiendo el momento en frases cortas y llenas de significado en la que ha sido una de las más bellas intervenciones que he presenciado de este clon de Castelar recriado en el siglo XX y recreado en siglo XXI. ¿Conclusión y lectura entre frases? Bien, como politóloga y analista puedo resumir la contingencia con una sencilla afirmación: se palpa que el Presidente Juan Vivas quiere mucho a Paco Antonio y que el afecto entre ambos es evidente. Y ello les convierte en hombres ricos porque ya se sabe que el que tiene un amigo tiene un tesoro. ¿Que esa afirmación tiene bien poco de análisis político? Por supuesto, pero tiene un mucho de afirmación-reafirmación moral y espiritual es decir de valores ¿Y qué es el ejercicio de la política cuando se carece de principios y de valores? Responderme pueden porque todos lo hemos padecido y por culpa de esa alevosía mucho nos queda aún por purgar.

Pero no fue la toma de posesión una especie de homenaje colectivo a la figura de Paco Antonio, sino una exposición de verdades y de realidades sin maquillar, nadie mintió en sus palabras, tampoco lo hizo el Ministro Arias Cañete, tan emocionalmente vinculado a Ceuta y que se ha venido a reencontrar con viejos amigos a quienes se encuentra ligado por recuerdos y vivencias ¡Quien le iba a decir al señor Ministro que iba a asistir a la toma de posesión de su colega de copas! Pura sincronicidad y no hablaré de la casualidad que ya sabemos que es el seudónimo de Dios cuando no quiere firmar. Intervención tras intervención perfectamente acompasadas hasta el punto de que el tiempo se hizo corto y más cuando, tras prestar juramente, el Delegado se dirigió a los presentes y no diré “a su peña” por no parecer excesivamente coloquial aunque “era” su peña y allí la energía que vibraba era de profunda amistad, de contento y de esperanza y enjaretó unas frases... Con la voz algo rota por la emoción y antes que nada y porque es de ser bien nacido el ser agradecido, expresando su reconocimiento a todos quienes de alguna manera le han acompañado a lo largo de su camino personal y político. Mérito tiene el Delegado de haber sido capaz de ensartar una buena intervención en el plazo de un par de días, porque las vivencias y los recuerdos que merecen la pena ser puestos de manifiesto debieron ser abrumadores a lo largo de un corto fin de semana y lo importante era dejarse lo menos posible en el tintero.

Pero supo a poco. Emocionó el intimismo y el sentimiento de sus palabras, cuando es persona que por su tono de voz parece más indicada para el discurso vehemente y si puede ser con puñetazo final sobre la mesa para delirio de la afición, no obstante, cómo sabe modular y puede presumir de dicción, “llegó” a todos con su entrañable ejercicio de gratitud en forma de abrazo colectivo, no obstante y ya puestos en faena y siendo como es el temple de este político vocacional y profesional, a mucho nos interesa que, lo que pudo quedar en el tintero de su discurso se nos vaya exponiendo por capítulos, por fascículos, por entregas o por participaciones, pero en ese magín se ve que hay mucho por contar, decir, exponer y compartir. Y aclararé que no se trata de curiosidad malsana sino de sano interés ya que la relevancia excepcional de su cometido significa que un mucho del futuro de esta ciudad va a depender de su arte en las lides de la res pública, de su capacidad de decisión, de su coraje y de su voluntad de cumplir fielmente con los ineludibles compromisos que conlleva el haber jurado sobre una Biblia.

En el acto vibró la amistad, se palpaban la satisfacción y el contento, la emoción aleteó sobre los presentes, se exaltó la gratitud cómo sentimiento que ennoblece al ser humano y antes que nada trascendían de forma abrumadora la confianza y la esperanza que es capaz de despertar la figura de Paco Antonio, el numen del político avezado y experto, la madera del que, no es que tan sólo pueda, sino que sabe y debe mandar y hacerlo para que las vidas de todos los ciudadanos sean mejores.

¿Un deseo para el nuevo Delegado? Sí, que el Cristo que fue testigo de su juramento siempre esté con él, guiándole en su camino. Y apuesto con ustedes lo que quieran a que así será.
 

 

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