El título de este análisis se
adecua estrictamente a la realidad, porque existía una
expectación ilusionada y latente ante la toma de posesión
del nuevo y fashion Delegado de Gobierno, aunque en primer
lugar nadie esperaba que fuera tan rauda y veloz y en
segundo se escucharon críticas y refunfuños entre los
asistentes ya que el acto parecía pedir a gritos un
escenario algo más solemne, un poco más de tiempo
protocolario para convocar a los interesados en “no
perderse” el que será sin lugar a dudas uno de los
acontecimientos sociales del año, asientos para las
autoridades y el público y alguna pequeña liturgia por parte
de los representantes religiosos presentes porque ya se sabe
que cualquier acto con una pincelada piadosa siempre resulta
más lucido. Y ese guiño a las creencias era más que
procedente ya que, cómo es normal en los hombres de bien,
Paco Antonio se mostró fervorosamente fiel al apelativo con
el que ha sido rebautizado que es Pacojonestonio y juró
sobre la Biblia, lo que significa que la lleva buena...
Y no soy agorera, pero lo de la promesa sobre un texto
redactado por juristas y leguleyos como es la Constitución,
sujeta a reformas, “muy” reformable y que en algunos
artículos está pidiendo a voces ser reformada, no es lo
mismo que hacerlo posando la mano sobre el lomo de un libro
que contiene la Palabra de Dios, porque eso sí que
constituye un compromiso de carácter inquebrantable y obliga
a dar el todo por el todo, rizar el rizo, hacer malabarismos
políticos, dialécticos, ideológicos, filosóficos y
operativos por tal de no faltar al juramento realizado ante
Dios y ante multitud de testigos que, en su momento podemos
dar fe de que el Delegado de Gobierno juró con el alma y con
el corazón, por sus creencias y por su honor ¿Otro testigo
muy cualificado? El Cristo que, desde el crucifijo que
presidía el acto, no le quitó el ojo de encima en toda la
ceremonia. ¿Y se puede cometer así algún fallo? Difícil lo
tiene el Delegado de Gobierno, máxime cuando su toma de
posesión consiguió atraer por vez primera a un acto
institucional a los de Coalición Caballas, que estaban en
pleno cumpliendo con su obligación de representar a sus
votantes en un evento especialmente significativo para
Ceuta. Significativo y trascendente, de ahí lo bien hilados
que fueron todos los discursos, un auténtico prodigio de
sincronización, de hecho parecía que los oradores se habían
puesto de acuerdo para aportar cada cual su toque maestro a
la jornada y hacerlo sin ser tediosos ni repetitivos. Porque
cuatro intervenciones son muchas intervenciones para un acto
y máxime cuando el auditorio está en pie, impasible el
ademán, en un espacio donde no cabía ni un alfiler y donde
hubo público que permaneció en las escaleras y en el primer
rellano por tal de “estar allí”. El ex Delegado Chacón se
notaba conmovido en su despedida del cargo, pero creo que si
todos los presentes coincidíamos en algo (o casi todos
porque estaban los de Caballas que no coinciden jamás con
nadie) es en el buen talante del que ha hecho gala este buen
hombre socialista a lo largo de los años. Y ello me parece
importante porque para muchos que nos consideramos cualquier
cosa antes que ser de izquierdas, el que la persona y su
valía haga olvidar su adscripción ideológica, es algo
trascendente, no importante sino trascendente. De hecho
cuando recuerde a Chacón sé que le veré en la ofrenda floral
a Santa María de África, entre inciensos y gori-goris
procesionales, siempre en primera fila de todos y cada uno
de los eventos institucionales “vistiendo el cargo” y dando
del cargo la mejor imagen posible, la más cercana, la de más
buena gente, la corrección y el saber estar en estado puro,
con el plus de ser semanasantero y cofradiero y “sintiendo”
que disfrutaba intensamente en cada aparición, fuera en el
ferial con su espectacular camisa, fuera en celebraciones y
comparecencias. Afortunada ha sido Ceuta y bendecida por la
gracia de Dios porque ha tenido-va a tener como Delegados de
Gobierno a dos personas que son extraordinariamente
principales, porque son algo mucho más importantes que ser
de la realeza: tanto Chacón como Paco Antonio son hombres
buenos. ¿Hay quien de más?.
Calla el ex Delegado e interviene Juan Vivas, hombre de
lealtades profundas que sabe exaltar las cualidades del
nuevo Delegado y contarnos un relato, que no era discurso
sino relato, resumiendo el momento en frases cortas y llenas
de significado en la que ha sido una de las más bellas
intervenciones que he presenciado de este clon de Castelar
recriado en el siglo XX y recreado en siglo XXI. ¿Conclusión
y lectura entre frases? Bien, como politóloga y analista
puedo resumir la contingencia con una sencilla afirmación:
se palpa que el Presidente Juan Vivas quiere mucho a Paco
Antonio y que el afecto entre ambos es evidente. Y ello les
convierte en hombres ricos porque ya se sabe que el que
tiene un amigo tiene un tesoro. ¿Que esa afirmación tiene
bien poco de análisis político? Por supuesto, pero tiene un
mucho de afirmación-reafirmación moral y espiritual es decir
de valores ¿Y qué es el ejercicio de la política cuando se
carece de principios y de valores? Responderme pueden porque
todos lo hemos padecido y por culpa de esa alevosía mucho
nos queda aún por purgar.
Pero no fue la toma de posesión una especie de homenaje
colectivo a la figura de Paco Antonio, sino una exposición
de verdades y de realidades sin maquillar, nadie mintió en
sus palabras, tampoco lo hizo el Ministro Arias Cañete, tan
emocionalmente vinculado a Ceuta y que se ha venido a
reencontrar con viejos amigos a quienes se encuentra ligado
por recuerdos y vivencias ¡Quien le iba a decir al señor
Ministro que iba a asistir a la toma de posesión de su
colega de copas! Pura sincronicidad y no hablaré de la
casualidad que ya sabemos que es el seudónimo de Dios cuando
no quiere firmar. Intervención tras intervención
perfectamente acompasadas hasta el punto de que el tiempo se
hizo corto y más cuando, tras prestar juramente, el Delegado
se dirigió a los presentes y no diré “a su peña” por no
parecer excesivamente coloquial aunque “era” su peña y allí
la energía que vibraba era de profunda amistad, de contento
y de esperanza y enjaretó unas frases... Con la voz algo
rota por la emoción y antes que nada y porque es de ser bien
nacido el ser agradecido, expresando su reconocimiento a
todos quienes de alguna manera le han acompañado a lo largo
de su camino personal y político. Mérito tiene el Delegado
de haber sido capaz de ensartar una buena intervención en el
plazo de un par de días, porque las vivencias y los
recuerdos que merecen la pena ser puestos de manifiesto
debieron ser abrumadores a lo largo de un corto fin de
semana y lo importante era dejarse lo menos posible en el
tintero.
Pero supo a poco. Emocionó el intimismo y el sentimiento de
sus palabras, cuando es persona que por su tono de voz
parece más indicada para el discurso vehemente y si puede
ser con puñetazo final sobre la mesa para delirio de la
afición, no obstante, cómo sabe modular y puede presumir de
dicción, “llegó” a todos con su entrañable ejercicio de
gratitud en forma de abrazo colectivo, no obstante y ya
puestos en faena y siendo como es el temple de este político
vocacional y profesional, a mucho nos interesa que, lo que
pudo quedar en el tintero de su discurso se nos vaya
exponiendo por capítulos, por fascículos, por entregas o por
participaciones, pero en ese magín se ve que hay mucho por
contar, decir, exponer y compartir. Y aclararé que no se
trata de curiosidad malsana sino de sano interés ya que la
relevancia excepcional de su cometido significa que un mucho
del futuro de esta ciudad va a depender de su arte en las
lides de la res pública, de su capacidad de decisión, de su
coraje y de su voluntad de cumplir fielmente con los
ineludibles compromisos que conlleva el haber jurado sobre
una Biblia.
En el acto vibró la amistad, se palpaban la satisfacción y
el contento, la emoción aleteó sobre los presentes, se
exaltó la gratitud cómo sentimiento que ennoblece al ser
humano y antes que nada trascendían de forma abrumadora la
confianza y la esperanza que es capaz de despertar la figura
de Paco Antonio, el numen del político avezado y experto, la
madera del que, no es que tan sólo pueda, sino que sabe y
debe mandar y hacerlo para que las vidas de todos los
ciudadanos sean mejores.
¿Un deseo para el nuevo Delegado? Sí, que el Cristo que fue
testigo de su juramento siempre esté con él, guiándole en su
camino. Y apuesto con ustedes lo que quieran a que así será.
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