Alguien me ha dotado de un
instinto innato para adivinar algunas cosas de un futuro
inmediato. Ignoro si es un defecto o una virtud, pero lo
cierto es que he tenido escasísimos fallos en mis
imaginarias predicciones.
Menudo regalo de Reyes nos ha ofrecido el Gobierno
incumpliendo con ello la promesa efectuada por Mariano Rajoy,
durante la campaña electoral y en varias ruedas de prensa
culminándolo en el discurso de investidura, que no subiría
los impuestos.
Principio de una muerte anunciada. La del Estado de
Bienestar.
¿Así piensa Mariano Rajoy activar nuestra economía?, si nos
dejan sin poder adquisitivo a casi todos.
En este casi no están incluido Rodrigo Rato ni quienes
cobran 2.340.000 de euros anuales y para quienes el IRPF, un
56% increíble, apenas merman sus poderes adquisitivos.
Bien se ocuparan de ocultar ingresos, que sumados a altas
cifras de exención es sólo un aumento sobre el papel.
Habrá menos españoles que cenarán fuera, menos españoles que
llenarán la cesta de la compra familiar con lo que tenderos,
panaderos y demás ‘eros’ tendrán que cerrar sus negocios.
A los pensionistas les aumentan el 1%... la retención en
mucho más y con ello compensan una supuesta subida porque al
final resulta que cobrarán mucho menos. Irrealmente
daliniano.
Nos toman por tontos o nos desprecian olímpicamente.
Ya estaréis contentos, votantes del PP, con este principio
demoledor.
Lo que me hace reír, en estos momentos risa de tristeza,
risa de payaso, es la cínica declaración del ministro de
Hacienda, Cristóbal Montoro, que dijo “Tomamos medidas sobre
estos impuestos y no otros, para que el consumo, que es la
base del crecimiento, no se vea afectado”… pura sintonía con
el desconcierto burlesco.
¿Como es posible que existan esas personas? Mariano Rajoy
condenó rotundamene una subida de impuestos asegurando que
“sería la puntilla para las familias” y justificó, cuando
aún no era presidente, que “subir impuestos significa más
paro, más recesión y pagar las ‘gracietas’ de Zapatero”.
Calificó la pretendida subida de impuestos del gobierno
socialista de “disparate estratosférico”, exigiéndole a
Zapatero que no subiera los impuestos bajo ninguna
circunstancia.
No digan que no porque dispongo de recortes y grabaciones
con esas y otras declaraciones.
Ahora bien, la subida que acaba de aprobar no es
estratosférica… es criminalmente dañina con el aderezo de
disfrazar un supuesto aumento para pensionistas y demás ‘istas’.
No ha finalizado este horrible 2011, económicamente escrito,
y según Soraya Sáez de Santamaría “la subida de impuestos se
apoya en los principios de equidad y justicia”. Totalmente
opuesto a las promesas electorales del actual presidente del
Gobierno.
¿Cómo se puede confiar en alguien que calificó un desastre
ecológico (Prestige) con que eran hilillos de plastilina?
¿Cuándo aprenderemos? Los del PP tienen por norma, desde
tiempos inmemoriales, el algoritmo matemático de “uno para
ti tres para mí y cero para I+D”.
Tengo que reconocer que el PP tiene un equipo de asesores
extraordinarios, conocen a los españoles como la palma de
sus manos y nos la clavan cargando la culpa al de siempre,
trabajando para que el pueblo sea feliz con toros, fútbol,
procesiones, vino y mujeres… Este es el inicio del inicio.
Vendrá la época del jarabe de palo.
Os recomiendo estudiar un poco de Historia contemporánea. Es
repetitiva la historia de Cánovas y Sagasta. Ayudaría a
entender nuestra tragedia.
En fin. La vida sigue, yo también aunque con menos poder
adquisitivo.
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