Si ayer estaba claro que el presupuesto para 2012 se
aprobaría por mayoría -la del grupo popular- también estaba
escrito en el guión que cinco de las nueve propuestas del
PSOE saldrían adelante y así fue, a ellas se unieron las de
la Asociación Intercultura y el CERMI, que pidieron a la
Ciudad una subvencion y el incremento de la partida,
respectivamente.
Después de escuchar el debate del presupuesto, llegó el
turno de defender las enmiendas. Un tiempo en el que la
intensidad de las intervenciones aumentó, sobre todo en la
de Caballas donde tomó la palabra Juan Luis Aróstegui, quien
con su acostumbrado discurso populista defendió una enmienda
a la totalidad de su grupo y un presupuesto alternativo. La
propuesta, que fue rechazada de pleno por los populares,
tuvo su controversia ya que mientras el localista aseguraba
haber encontrado “hasta 30 millones de euros malgastados”,
Guillermo Martínez Arcas lo criticaba por recortar en
partidas como las subvenciones a las asociaciones de vecinos
o suspender el programa del CERMI.
Propuestas socialistas
Pero, más allá de los reproches que no van a ninguna parte,
en su turno Carracao fue directo al grano y enumeró cada una
de sus nueve propuestas de las que el pleno aceptó cinco, de
tal manera que el próximo año los niños de primero y segundo
de primaria tendrán libros de texto gratis. Además en el
presupuesto se ha incluido una subvención a favor de FEAPS
para la reparación del local que ocupan, que aunque no
arregla el problema, tal y como se reconoció ayer en el
pleno, sí ayudará a “paliar” la situación en la que se
encuentran sus instalaciones.
Ampliar en 25.000 euros el crédito del plan de salud para
cubrir los tratamientos de las denominadas enfermedades
raras; priorizar el pago a proovedores con los remanentes de
crédito; y permitir que los ciudadanos participen en la
elección de las actividades culturas, son los otros “logros”
que ayer se llevó bajo el brazo el grupo socialista.
Mientras, Caballas continuó con las réplicas y Aróstegui no
aguantó sin saltar en su silla ante las críticas que recibió
del portavoz popular a su presupuesto alternativo y a su
sugerencia de eliminar la subvención a las asociaciones de
vecinos que, para Martínez Arcas, supondría acabar con las
Brigadas Verdes. Un enganche en el que Vivas intervino para
pedir al localista que dejara “terminar” al portavoz.
Momentos después, el presidente tuvo que intervenir hasta en
dos ocasiones para frenar a Alí y Aróstegui, a los que les
tuvo que conceder cinco minutos extraordinarios para que “no
se quedaran con nada dentro”.
Cuando llegó el turno de aprobar el presupuesto, el pleno
tuvo que votar las 70 alegaciones presentadas al texto por
separado. Un trámite que Aróstegui se negaba a realizar,
pero a la vez, si se hacía, exigía comentar el sentido de su
votación una por una. Un pulso en el que Vivas no cedió.
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