PORTADA DE HOY
|
|
|
OPINIÓN - MIÉRCOLES, 28
DE DICIEMBRE DE 2011 |
|
|
|
OPINIÓN / ANALISIS |
Como en todas las Navidades
diremos “¡Qué cara está la vida!”
|
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
|
La cesta de la compra está por las
nubes y sube y sube Navidad tras Navidad. Los enemigos del
euro lanzan fulminaciones y abominaciones contando la vieja
anécdota de que, un lunes un café valía cien pesetas, veinte
duros y que al día siguiente, con el euro valía un euro que
son más de ciento sesenta pesetas, lo que viene a suponer un
incremento de casi el doble. También ponen el ejemplo de la
tapa de ensaladilla que en el año 2001 costaba 0.75 euros y
en el 2.011 ,1.75 euros que es una variación de +130%. ¿Y
las copas? En 2001 se pagaban más o menos 3.60 euros y en el
2.011 son 6 euros con una variación de +67%. ¿Y cómo han
permitido los sucesivos Gobiernos tales incrementos y tamaño
descontrol de precios?. He repasado las estadísticas y los
huevos cuestan un 44% más que en 2001, la leche un 33% más,
la barra de pan se ha encarecido hasta un 85%, las patatas
un 69%, la lechuga un 36%. Y no vamos a hablar de los
mariscos, un lujo del que aún se puede disfrutar en Ceuta
junto a ese pescado que es la gloria de Dios y que viene de
nuestros vecinos, pero que en la Península alcanzan precios
prohibitivos. Tanto como el jamón, considerado joya tan
valiosa que en la Costa malagueña el escándalo de estas
fiestas ha sido el robo de un camión entero de “Jamones
Joselito” (por las características y lo arriesgado del golpe
se habla de las bandas del Este) pero para servidora o ha
sido un tema más local o la gente es muy mentirosa ya que
“todo” el mundo dice que le han ofrecido por la calle y en
plan furtivo un jamón Joselito¡ A 200 euros! Cuando su
precio real es de 600. Así andan los agoniosos buscando como
posesos a los vendedores callejeros de jamones Joselito sin
pensar que quien compra un jamón robado es un receptador,
por mucho que trate de borrar la huella del crimen
comiéndose el cuerpo del delito, tras haberlo cortado con
singular parsimonia. ¿Se hacen aquí los cursos de cortadores
de jamón? Son estudios que tienen mucho porvenir , pero a
nivel nacional porque si se quiere trabajar en Europa hay
primero que llevarse los jamones para cortarlos.
Delitos a parte, el euro supuso un dispararse los precios,
pero no los salarios y nuestra capacidad adquisitiva se ha
visto muy mermada. ¿Quién no ha dicho alguna vez que los 50
euros de hoy cunden como las 5.000 pesetas de ayer? Y 50
euros son 8.000 pesetas. Todo perfecto si los salarios
españoles se adecuasen a los europeos y todo hubiera subido
por igual y en idénticos porcentajes. Los detractores del
euro se comen de rabia y los defensores alegan que se han
reducido los tipos de interés y que en su momento se accedió
mejor a los créditos que sobre todo fueron para el sector de
la construcción, algo perfecto de no ser por el posterior
efecto “burbuja” y porque los bancos cortaron los créditos y
su único interés es recibir ayudas del Gobierno y
recapitalizarse, sin que ello luego repercuta en la
ciudadanía. En mi opinión personal los créditos de ayer
fueron simples operaciones de usura que han tenido y tienen
de rodillas a los españoles, en su día lo afirmé y hoy con
miles y miles de familias despojadas de sus casas por no
poder pagar la hipoteca y con la Banca constituida en una
inmensa inmobiliaria gracias a los pisos esquilmados a los
pobres clientes, hoy mi opinión sobre la absoluta falta de
control que los últimos Gobiernos han propiciado
beneficiando a los bancos, es aún peor y de mucho mayor
rechazo, repulsa, condena y todo lo demás.
Con el euro quisimos ser como los europeos y lo conseguimos:
en precios que no en sueldos. Hemos perdido poder
adquisitivo a marchas forzadas y un economista alegó que
“estamos en un sobreendeudamiento global que ha fragilizado
nuestra economía”.
¿Y quien le pone el cascabel al gato? En esta ciudad,
gracias sean dadas a los Santos Serafines y a la gestión y
la capacidad negociadora que ha venido teniendo nuestro
Gobierno, la disparidad de los precios no es tan terrorífica
pero sigo recabando datos en la Península y me encuentro que
un cartón de tabaco costaba 20.20 euros en el año 2001 y
ahora cuesta 40.78 euros es decir que hay una variación del
+101%. Yo compro el Chester a mi estanquero que es Miguel es
del quiosco de la Plaza de la Constitución y me cuesta 2.60
euros porque estamos en Ceuta pero en la Península los
fumadores andan puteados hasta extremos diabólicos y hasta
echarte un pobre cigarro, aterido, en la puerta de un bar,
es un lujo digno de emperadores porque el tabaco vale el
doble. ¡Que asco de exGobierno del PSOE! ¡Miren que eran
malos y retorcidos!. Es tan sólo pasar la autopista más cara
de España que es la de peaje del Estrecho de Gibraltar, para
tener que echarte a temblar con los precios y doy un ejemplo
concreto ¡no se lo pierdan porque les está pasando a
ustedes! Es decir que todos somos víctimas propiciatorias:
Cafatería Passió Popa, es decir la del barco Passió que es
un poquito más monete y más presentable que el resto. Fecha
23-12-2011. Tiquet T005/71347. Pedí un café con leche y me
pusieron 1 Nespresso lungo cortado a 1,80 euros es decir
nada de buen café sino de la maquinilla y en taza de
plástico, pero al mismo precio que en el Corte Inglés de
Málaga servido con la calidad de la cadena Lepanto que es
quien se ha quedado con la hostelería de los grandes
almacenes. El café más malo que hecho de encargo pero a
precio de establecimiento de gran categoría. Eso se llama
“incentivar el turismo”. Y si el turista quiere beber no hay
agua, a mí me lo dijeron y tuve que comprar un botellín a
1.60 euros y no me dieron ni el vaso de plástico.
¡Qué cara está la vida! Un 60% más cara que en el año 2001,
cuando los sueldos desde ese año se han incrementado tan
sólo un 30% aproximadamente y para los más afortunados.¿Y
quien enmendará este desastre? Indudablemente el contingente
tecnócrata del Gobierno de Rajoy a nivel Ministerio de
Economía con pinceladas maestras del laboratorio de ideas de
FAES y unas cuantas arrobas de inspiración del Espíritu
Santo, de otro modo sería imposible no caer en recesión.
|
|
|
Calle Delgado Serrano: una
de cal y otra de arena |
Las aceras en la cuesta de la
calle Delgado Serrano han sido hasta ahora lo más parecido a
una pista de patinaje que ha tenido la ciudad de Ceuta.
Sobre todo cuando el tiempo apunta inclemencias, comienzan
las lluvias y la cuesta, que ya en los días de humedad
parece una superficie de hielo, se convierte en una especie
de tobogán deslizante donde se suceden los resbalones, un
lugar francamente inseguro y de ahí las continuadas
protestas de los vecinos, hartos de jugarse la vida.
Y por fin el Gobierno ha decidido comenzar las obras y
prometen instalar unas losas en las que hay una correcta
relación calidad-precio es decir , carísimas y buenísimas.
¿Y qué mejor fecha que la Navidad aprovechando las
vacaciones de los estudiantes? Fallo: los alumnos disfrutan
de sus vacaciones pero los comerciantes de la calle tienen
que aprovechar estas fechas concretas para incrementar sus
ventas y tratar de reponerse de la caída del consumo
motivada por la crisis. Esto viene a significar que la
holganza del alumnado coincide con la época de mayor trabajo
y más horas de establecimientos abiertos de todos los
comercios, lo que choca con una calle en obras con las
consiguientes molestias y con el polvo que generan
circunstancias estas suficientes para espantar a la
clientela. Con el agravante de que estos meses son de
lluvias intempestivas y si comienza a llover la obra se
tiene que parar y quedarse la acera patas arriba, para
reiniciar los trabajos cuando escampe y tardar y tardar… A
no ser que se hagan dos turnos y se instalen los focos para
trabajar de noche y acelerar y entonces comienzan las quejas
porque todas las obras producen una contaminación acústica y
a la gente le molesta los ruidos.
De una forma o de otra, la cal que supone aprovechar las
vacaciones del colegio han supuesto la arena para las ventas
navideñas, con el inconveniente añadido de que los
comerciantes no han sido advertidos de antemano, que es lo
primero que se hace antes de iniciar una obra, no se sabe si
cuando continúe el enlosado van a instalarse pasarelas de
acceso a los comercios, los vecinos desconocen los plazos de
ejecución previstos y piensan que tras las Navidades los
alumnos pueden sufrir los inconvenientes del acceso por
pasarelas, pero eso no repercute más que en una pequeña
incomodidad, mientras que la repercusión en los
establecimientos si no venden todo lo que han previsto en
estos días, donde ya comienzan las promociones y las
rebajas, los perjuicios que se pueden ocasionar son
difícilmente reparables. Si se pierde una temporada de
ventas, la siguiente comienza con déficit y no se gana sino
que hay que limitarse a compensar las pérdidas anteriores.
Normal que todos opinemos que la obra es necesaria y
perentoria, por la peligrosidad de la cuesta de marras donde
poco menos hay que andar con botas de clavos de escaladas
para no acabar rodando por los suelos, pero la calle Delgado
Serrano es una importante arteria comercial, con buenísimas
tiendas que cuentan con una clientela que acude en estos
días para realizar sus compras y el que haya elegido las
fiestas para hacer las obras ha mirado más por el colegio
que por quienes tienen que ganarse la vida y salvar la
temporada con sus negocios. Y no son intereses abiertamente
contrapuestos sino compatibles ya que existen fechas
intermedias (que no sean las rebajas de enero, por favor)
donde las ventas disminuyen y pueden incluso compaginarse
las obras con puentes largos o con la semana blanca o alguna
otra festividad. Lo que resulta acuciante es que sean los
propios comerciantes quienes sean informados punto por punto
del proyecto, de los plazos, de si se ha tomado en cuenta el
tiempo que puede paralizar las obras, si las pasarelas están
ya previstas y señalados los lugares y que sean también
ellos quienes negocien las fechas porque nos consta que en
estos días de aumento de las ventas el pequeño comercio, ya
en dura lucha con las grandes superficies , no puede
permitirse ni cerrar, ni que el género se le llene de polvo,
ni que los compradores dejen de acudir para no encontrarse
con las molestias de una calle levantada. Ha faltado
previsión en cuanto a llegar a un acuerdo con los que pueden
resultar perjudicados, nada que no sea subsanable y se
puedan tomar medidas concretas para que los perjuicios sean
mínimos.
|
|
|
|
|