Hoy, 27 de diciembre de 2011,
cuando ya ha atracado el sexto y último buque de la flota
rusa que tenía previsto su parada técnica en Ceuta, podemos
decir que a lo largo de este último fin de semana se ha
podido revivir momentos históricos de la década de los
ochenta. Si el día 24 las calles estaban excepcionalmente
bulliciosa, el día 25, Navidad, los casi 700 marineros rusos
que anduvieron por nuestras calles se encontraron con un
centro mayoritariamente cerrado, pese a su nombre de
‘abierto’ bien estimulado por las arcas públicas, a través
de Procesa. Escasos bares regentados por musulmanes donde no
en todos se servía la demandada cerveza. Las Fiestas pueden
en Ceuta por más crisis que haya. Somos testigos porque, aún
en fiesta, nosotros estuvimos abiertos.
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