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sociedad - LUNES, 26 DE DICIEMBRE DE 2011


La última avalancha registrada. f. raso.

inmigracion
 

El año termina con más de 1.300 entradas de inmigrantes frente a unas 330 en 2010

Las cifras cuadruplican las del pasado año, lo que da una idea de la presión creciente que se ha vivido en Ceuta a lo largo de 2011, con llegadas masivas y continuadas por la bahía sur en pequeñas balsas o a nado
 

CEUTA
T. Crespo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La crónica de la inmigración clandestina en 2011 arroja en Ceuta un saldo de presión creciente y, hasta el momento, sin freno: las cifras de personas, la mayoría subsaharianos, que han llegado por vía marítima a la ciudad cuadruplican a las de 2010, con más de 1.300 frente a los 330 acumulados en los 12 meses del año pasado. El dato refleja además una nueva ‘vía’ abierta en la frontera sur de Europa, pequeña pero importante en una ciudad del tamaño de Ceuta. Los marroquíes no permiten, como ocurría hasta 2010, que la Guardia Civil salga a aguas del país vecino para interceptar a los inmigrantes antes de que alcancen España.

El año 2011 está marcado en Ceuta por la inmigración, algo sobre lo que las cifras no dejan lugar a dudas: más de 1.300 inmigrantes han entrado en la ciudad hasta la fecha, frente a los apenas 330 que lograron este objetivo en todo el año 2010. El número de personas que han accedido a territorio ceutí de forma clandestina cuadriplica el del pasado año, lo que da una idea de la presión creciente de este fenómeno.

El 13 de diciembre del pasado año este diario publicaba la cifra exacta de inmigrantes filiados por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), competente en Extranjería, que en ese momento eran 320. En los últimos 15 días del año se registraron algunas entradas más, las de cinco subsaharianos rescatados ese mismo día por la Salvamar Gadir y otros 7 el día 30. En casi todos los casos, los inmigrantes llegaban a Ceuta a bordo de embarcaciones hinchables y la bahía norte, la zona de Benzú, era la más utilizada.

Sin embargo, los últimos días de 2011 están marcados por las llegadas masivas de subsaharianos que, como ocurrió la noche del pasado jueves, se lanzan al mar con la única ayuda de unos flotadores y chalecos salvavidas. Esta es la fórmula que más se ha empleado este año, en el que la bahía norte se ha cambiado por el espigón del Tarajal a la hora de intentar entrar en Ceuta.

De acuerdo con los datos proporcionados por Cruz Roja, la pasada semana su servicio médico en el Centro de Estancia Temporal (CETI), por el que pasan todos y cada uno de los recién llegados, había atendido a 1.270 inmigrantes, a los que hay que sumar los 57 del pasado día 22, en la primera avalancha de estas características que se producía recién entrada la noche, pues hasta entonces los subsaharianos habían concentrado sus intentos a primeras horas del día, con el alba.

A lo largo del mes de diciembre estas avalanchas, en las que tras congregarse en el lado marroquí de la playa separada por la valla fronteriza, los susaharianos se lanzan al agua a la carrera, han sido la tónica habitual en las entradas que se han registrado. El prólogo de este modus operandi, organizado por las mafias de la inmigración, se registró el 14 de octubre, cuando aprovechando la densa niebla del amanecer, 37 subsaharianos se colaron en Ceuta. El día 20, de un grupo formado por cerca de un centenar de inmigrantes, 59 consiguieron su propósito de llegar a la ciudad española.

Pero 2011 ya había registrado desde el principio un cambio fundamental en el control de la inmigración ilegal que ha acabado propiciando esta situación. La proliferación de pequeñas embarcaciones de juguete que sustituían a las zodiac de mayores dimensiones y con motor -las ‘pateras’ que hasta entonces llegaban a Ceuta junto con algún nadador provisto en ocasiones de traje de neopreno-, comenzó el verano anterior, cuando las autoridades marroquíes dejaron de colaborar con la Guardia Civil, que desde entonces no entra en aguas del país vecino para interceptar a los inmigrantes antes de que lleguen a territorio español. EL PUEBLO se hacía eco de esta situación el 28 de agosto de 2010.

Así las cosas, 2011 se ha caracterizado primero por la continua llegada de inmigrantes en pequeños grupos, a veces en varias tandas de balsas en una misma jornada, una casuística intensificada en los meses de verano. Sólo en el mes de julio la cifra superó a la de todo el año 2010, con la llegada de 315 personas por esta vía. Agosto continuaría por la misma senda hasta mediados de mes, con 141 casos en los 12 primeros días. Si en julio, la cifra de acogidos en el CETI había repuntado desde las 512 plazas disponibles a 575, desde entonces no ha podido bajar de 700 casi en ningún momento, a pesar de las salidas programadas.

Hasta fin de año

A partir de agosto, Marruecos tomó medidas y la presencia de patrulleras de la Armada Real en las dos bahías frenó la llegada de pequeñas balsas de plástico. Ahora son las carreras desesperadas desde la playa y a través del espigón fronterizo las que saltan a la primera plana de la actualidad ceutí.

Esta Nochebuena, y tal como pudo comprobar este diario, un numerosísimo grupo de gendarmes y militares maroquíes se concentraba en el punto de la frontera por el que los inmigrantes tratan de cruzar a España.
 

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