PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 24 DE DICIEMBRE DE 2011

 

OPINIÓN / ANALISIS

Buenas propuestas para tiempos de crisis
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Todos los principios de curso y de forma inexorable adquiere carácter de actualidad el notable esfuerzo económico que supone para los padres el que sus hijos comiencen un nuevo año escolar. Gasto en uniformes, ropa de deportes, calzado, libros y mochila constituye un desembolso que no todos pueden afrontar. Y en el resto de España la política de becas es mucho más estricta que en Ceuta y se concede con cuentagotas y tras numerosas disquisiciones para determinar si la familia solicitante cumple una serie de requisitos auténticamente exhaustiva. Algo normal si se considera que las arcas públicas se nutren con el dinero del sudor de la frente de los contribuyentes, los mismos que están siempre dispuestos a reclamar si sospechan que existe demasiada prodigalidad en ayudas y subvenciones. Hay que ser extremadamente cauto con los dineros ajenos porque quienes pagan impuestos quieren una gestión de Gobierno y no colaborar con una oenegé ¿Insolidaridad con los más desfavorecidos? Puede ser, porque la gente no es siempre lo suficientemente caritativa y al desfavorecido le indican que son muchos los miles de españoles que se alargan a la vendimia francesa a estar unos meses partiéndose la espalda y durmiendo en barracones para regresar a sus casas con un buen puñado de euros. Y si no es Francia, los ciudadanos, que otras veces tienen mala baba indican la dirección de los países emergentes del antiguo bloque soviético donde la mano de obra extranjera es la que está construyendo las infraestructuras. ¿Ejemplo en vivo y en directo? A mi hijo mileurista y licenciado le han hecho una oferta de trabajo ¡en Polonia! Y se tiene que ir. Pero dejando a un lado las dificultades laborales y la rotunda negativa de los contribuyentes a incentivar la “moral de la subvención”, si existen propuestas concretas que causan general satisfacción cómo es la gratuidad de los libros de texto para todos, para los desfavorecidos y para los no desfavorecidos que son quienes con sus impuestos van a pagar el invento.

La gratuidad de la cultura es un sueño para cualquier sistema político. En Andalucía el tema de los libros de texto gratis se ha llevado a cabo en algunos Ayuntamientos, pero con limitaciones en el sentido de que se obliga a los alumnos a cuidar y mantener los libros impecables para a final de curso devolverlos y que los aprovechen otros, de hecho, el que estropee un libro lo tiene que pagar. Con esta medida se consigue responsabilizar al alumnado y hacerle comprender la suerte que supone el poder estudiar de forma gratuita y sin tener que gastar en material escolar, pero también se le forma en valores y en principios como la disciplina y el orden. Si no cuidad y conservan los libros se les castiga, si los cuidan pueden disfrutarlos y aprender de ellos.

También los padres se implican en la conservación de ese material y ayudan a los hijos a forrar los textos, así la responsabilidad alcanza a todos los miembros de la familia. Y no es necesario el repetir el papel esencial que juegan los padres en la educación de los hijos, un “role” que no tiene por que asumir la escuela en su totalidad porque sería un error. Dicen los pedagogos que observando al alumno se puede detectar de inmediato cómo son los padres y el tipo de ambiente familiar que se respira en el hogar y yo añado que la apreciación es justa siempre que no se trate de un alumno con problemas de conducta o con algún tipo de trastorno de atención. De padres excelentes he visto malos hijos y de ambientes desestructurados pueden surgir auténticos talentos. Cuentan los genes, pero también cuenta la educación recibida desde la más temprana edad y cuenta el “material humano” porque cada individuo es único así como único es su potencial humano.

Pero todo lo que contribuya a apuntalar el camino del crecimiento de los niños, libros, cursos, actividades, deportes, idiomas, clases de apoyo debería estar garantizado por el conjunto del espectro social.

La medida propuesta por el siempre pragmático Carracao es una auténtica inversión amortizable a medio plazo, porque en el mercado de los valores, el aprendizaje y la cultura siempre cotizan a la alza.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto