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OPINIÓN - viernes, 23 DE DICIEMBRE DE 2011

 

OPINIÓN / ANALISIS

Presidente: Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Sería injusto quedarnos tan sólo con aquello con lo que discrepamos, a lo largo de una comparecencia del Presidente Juan Vivas. Máxime cuando la buena noticia es que será ponente junto a Valcárcel y nuestra Esperanza Aguirre de la ponencia sobre Europa en el próximo Congreso Nacional del Partido Popular a celebrar en Sevilla. Y puedo afirmar que los allí presentes nos quedamos con ganas de saber más sobre los puntos a desarrollar en una ponencia trascendental, ya que está encaminada a recuperar el lugar que, por derecho, merecemos ocupar en la Unión Europea, que es el numen de nuestra cultura.¿Ventajas? El contar con un Ministro de Asuntos Exteriores superdotado, políglota, prestigioso y que acumula en la uña de su dedo meñique más conocimientos que el conjunto de todos los Ministros de Zapatero en los últimos ocho años. Papel relevante el de Ceuta en el Congreso Nacional y posteriormente la celebración del Congreso del PP de Ceuta donde Juan Vivas se presentará optando a la presidencia del partido.

Buena comparecencia porque todo eran buenas noticias, hasta que se tocó el papel del Presidente como moderador de los Plenos de la Asamblea y más concretamente de su actuación en el último, con un Aróstegui desbocado, sobreactuando e insultando desde su escaño tanto a la Televisión Pública cómo a este periódico. Pregunto ¿Hay quienes opinen por una perversión del derecho a la libertad de expresión, que los escaños otorgan impunidad? Pues se equivocan y no solo eso sino que quitan categoría tanto al cargo como al propio escaño y consiguientemente a todo el Pleno. El comportamiento grosero es algo que un concejal no se puede permitir y menos aún en público y tampoco tratar de rozar lo sublime a fuerza de iracundia porque no hay que olvidar que “de lo sublime a lo ridículo tan solo hay un paso”.

Explica Juan Vivas a modo exculpatorio que en las Comisiones anteriores a los Plenos el tono es sereno, se disiente pero no se insulta, se debate pero no se va con el cuerpo hecho a la gresca ¿Razones? Que no están presentes ni las cámaras de televisión ni los medios de comunicación y al no contar con auditorio que plasme las intervenciones para la posteridad “no hay necesidad” de caer en paroxismos dramáticos, es más, se evitan para no fatigarse y porque no merece la pena armar la zarzuela sin público en la platea. El Presidente insiste en un derecho a la libertad de expresión, que finaliza en el preciso instante en el que colisiona con los derechos del contrario, porque todos los derechos tienen unos límites marcados por las leyes y no se trata en modo alguno de poder elegir la opción de acudir a los tribunales caso de ser calumniado, injuriado o difamado en público y con el agravante de la publicidad, sino que el comportamiento más adecuado es “impedir” el que se llegue a esos extremos.

¿Herramientas e instrumentos? Los otorgados por el propio Reglamento que capacita y legitima al Presidente a llamar al orden a quien se exceda en sus intervenciones en el sentido de faltar al respeto, insultar, vejar, injuriar, vilipendiar o zaherir a las personas tanto físicas como jurídicas. Ya saben “Señor diputado, modere su actuación y le ruego que no prosiga en ese tono ni con esa dialéctica, por respeto a todos los presentes y a su propio escaño, es la primera llamada al orden”.

¿La clave? La exigencia del respeto considerado de forma genérica, al Pleno en su conjunto, a los presentes en el salón y a la ciudadanía en general que no tiene por qué presenciar espectáculos del circo de “Fofó, Fofito, Miliki y Milikito, los payasos de la Tele” que restan seriedad, vulgarizan la ocasión, dan idea de anarquía y desmadre, de desorden y de institucionalización del barriobajerismo. De hecho, ni el Pleno es el plató de “Sálvame” ni Aróstegui es la Belén Esteban de la política local. ¿Acaso es rubio?.

Decepción ante la respuesta del Presidente Vivas, porque en su mano está, sin ser Juez ni meterse a juzgar conductas, sí ser capaz de evitar comportamientos rechazables desde el punto de vista político y de las normas sociales básicas, así como imponer con llamadas al orden, la conducta exigible en una ocasión tan relevante como lo es un Pleno de la Asamblea. Tres llamadas al orden y expulsión al estilo tanto tiempo contemplado en las pantallas, del desalojo de los desbocados batasunos de tantos azarosos plenos en el norte y esas iniciativas no tienen que revestir en Ceuta carácter de excepcionalidad. Quien quiera pegar voces y lanzar imprecaciones que se vaya al descansillo de su bloque y se ponga a pelear con las vecinas de su escalera, pero en un Pleno de la Asamblea no, porque la ciudadanía no merece esos shows, ni acepta esos shows y mucho menos los disculpa.
 

¿Podríamos acusar de racista y antisemita a la Coalición Caballas?

L os hay con vocación de sempiternas “víctimas” y los hay que carecen de complejos, pero ¿Cómo sentaría si dentro de los Presupuestos de la Ciudad la cantidad de cualquier convenio con entidades musulmanas fuera equivalente a cero? ¡Racistas por triplicado!. Curiosamente la Ciudad Autónoma ha fijado el Convenio con la Comunidad Israelita en 150.000 euros y en sus Presupuestos Alternativos, la Coalición Caballas destina al Convenio con los hebreos cero euros. ¿Y cómo se permite la Coalición esa falta de respeto hacia la comunidad sefardita que forma parte intrínseca, viva y fecunda de la realidad cultural de Ceuta? Además de ser ciudadanos de excepcional comportamiento. ¿Podríamos acusar de racista y antisemita a la Coalición conformada por islámicos y un ateo? Tal vez si nos fuéramos de ligero sí.

La realidad es que hay quienes utilizan la palabra “racismo” de una manera absolutamente frívola, insulsa y vacía de contenido real e incluso se confunde de forma escandalosa con “clasismo”. ¿Ejemplos que exponen? Me digan ¿Quien discrimina a un licenciado en Medicina por Harvard porque sea congoleño? ¿Existe en Europa alguien capaz de rechazar a los cerebros hindúes captados en las mejores universidades de ingeniería informática y de telecomunicaciones? ¿Se puede sentir alguna animadversión por un doctor en física cuántica porque sea etíope? ¿No desearíamos todos contar entre nuestras amistades con un doctor en Filosofía y Semiólogo (estudia el comportamiento de los signos no lingüísticos) marroquí?. Con estos referentes se viene a demostrar que la excelencia intelectual y cultural es un factor de unión entre razas y nacionalidades, que dejan de considerarse como tales desde el momento en que los seres humanos tienen un discurrir paralelo en cuanto a esfuerzo, disciplina, educación, crecimiento y preparación. Y ahora un supuesto contrario ¿Cual es su actitud ante un hooligan del Manchester United borracho como una cuba y meando en plena calle o sin llegar a esos extremos, simplemente escandalizando y demostrando una pésima educación y peores modales? ¿Podría alegarse “racismo” o simple rechazo a la grosería y al mal comportamiento?.

Cierto es que existen personas o personajes que hacen del término “racismo” una especie de acusación genérica contra la Humanidad siempre que la Humanidad no cumpla de forma estricta y sumisa con sus expectativas (me refiero a la expectativas de quien o quienes acusan de “racistas” a quienes no les bailan el agua). Y de tanto utilizar la palabra “racismo” el concepto se ha ido abaratando y desvirtuándose y ya hay quienes lo consideran una interesada acusación utilizada por puro ventajismo que tratan de capitalizar determinados sujetos por el simple hecho de pertenecer a una raza distinta. Y ser de una raza o ser de otra no tiene que suponer ninguna ventaja y menos aún un tratamiento más favorable por tal de “no herir sensibilidades”. Absurdo en pleno siglo XXI, aun cuando sigan existiendo los que remuevan el fantasma del “racismo” para sacar provecho o rédito, manipulando para ello la realidad.

Y encima llegan los judíos a un polvoriento erial, desértico e inhóspito y en unos años montan un vergel de riqueza y de innovaciones tecnológicas que encima es la única democracia occidental de Oriente. ¿No será envidia más que racismo?

¿Lanzar acusaciones de racismo o de antisemitismo? Sería fácil, pero mejor pasamos porque lo que opine Caballas es tan inconsecuente cómo intrascendente y no tiene relevancia por su escasa influencia, de hecho a Coalición Caballas no le votan ni los parados. Hagan,hagan las cuentas...
 

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