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OPINIÓN - JUEVES, 22 DE DICIEMBRE DE 2011

 

OPINIÓN / ANALISIS

Política frente a obsesiones personales
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Cierto es que el prestigioso psiquiatra Rojas-Marcos señala que “Para ser felices hay que tener mala memoria” y creo que el factotum de Coalición Caballas, es decir, el siempre emberrenchinado Aróstegui, está firmemente decidido a ser lo más feliz posible, porque nada recuerda de sus acciones pretéritas y sí mucho de las acciones presentes del equipo de Gobierno, sí, precisamente de “ese” que respaldan la mayoría absoluta de los ceutíes a quienes Aróstegui ofende al alegar de manera despectiva que, en democracia “la voluntad no es igual que la inteligencia”. Así es, la inteligencia parece ser propiedad privada de Aróstegui. Pero ¿No decía este tipo que los 22.000 votantes del PP eran racistas? ¡Y ahora les tacha de tontos de baba!

Afortunadamente, parece que el Gobierno actual comienza a digerir plenamente la victoria y el apoyo consustancial de la ciudadanía y recordarle a Coalición Caballas lo escasamente representativos que son, es más, yo no les llamaría “partido político” sino “vestigio simbólico de una realidad ampliamente superada”. De hecho el diputado Paco Márquez hubo de refrescarle la memoria al sindicalista en lo relativo a quien o quienes han ganado y arrasado y el sindicalista se lo tuvo que tragar.

Porque lo que está claro es que cuando Caballas, a través siempre de Alí propone temas útiles y sensatos siempre obtiene un si. Porque Mohamed Alí con sus razones o sin tener razón o teniéndola acude a “hacer política” mientras que el otro se aprovecha del escaño para culminar venganzas, lanzar vaderretros contra sus enemigos, expresar sus rencores personales, materializar sus animadversiones dando voces y crear espectáculo. Un lamentable espectáculo.

Aróstegui es difamador vocacional y fascista de profesión. En el pleno de ayer llamó mentirosos, tramposos, cobardes y manipuladores a los miembros del Gobierno. Como no, también aprovechó con fruición su cita mensual con el escaño y el micrófono para arremeter contra RTVCE, El Pueblo y la AD Ceuta, que constituyen sus “obsesiones particulares”.

Y nunca es Aróstegui tan sectario como cuando lanza bravuconadas contra los medios “que no le dan cancha”, entonces se enardece porque no es capaz de admitir una crítica, arremete contra la publicidad institucional y no recuerda que fue en los años 90 siendo él quien dirigía la Concejalía de Economía y Hacienda cuando creó la partida de Publicidad Institucional con 57 millones de las antiguas pesetas de los que 42 correspondieron a “su” Televisión que tenía como objetivo hacerle marketing al Gobierno de entonces y que dependía al 51% de un organismo dependiente de la concejalía de Hacienda que Aróstegui detentaba. Entonces sí, porque le interesaba “a él” y ahora “no” porque no es de su interés.

¿Y salió adelante su propuesta sobre RTVCE para echar a los actuales empleados?. Pues no, no salió adelante. Para que “alguna” propuesta de Caballas tenga buen final tiene que explicarla en tono moderado Mohamed Alí y convencer a los presentes de que se trata de algo sensato como la relativa al Pacto por el empleo y la Construcción o las relaciones de Ceuta con la UE que, aún siendo temas muy trillados, trabajados, debatidos y sustanciados con anterioridad y aún presentados algo vacíos de contenido son buenas propuestas y se aceptan.

Mientras, Aróstegui todo lo que dice lo dice a voces porque están “en posesión de la razón” y la carismática y rápida Yolanda Bel tuvo que salir al paso y recordarle su frase a micrófono abierto “Cuantos más chillan más miedo tienen, más pelotas son y más cobardes son …”

Pero no por más gritar se tiene más razón y menos aún te la dan, de hecho hay razas que gritan poco, como los eslavos y nunca inquieta más un kosovar cuando se va cabreando y bajando paralelamente la voz hasta convertirla en un susurro. Chillan las corraloneras y el Pleno no es un corralón. Ni cuando habla de otros de sus fantasmas privados que es la AD Ceuta y se queja de que le rayan el coche. Puro poltergeist, de hecho Aróstegui tiene cada vez más cara de aparecido y de “espíritu de la golosina”.

Tendremos que conformarnos con sus sobreactuaciones mensuales, con sus shows del sectarismo.
 

El socialista Carracao y el Pleno de la Estrella de Navidad

A veces el buen Dios o la Gran Mente Cósmica del Universo, se diga en cristiano o en cuántico, otorga regalos navideños que son auténticos guiños y prodigios de sincronicidad. Porque, en los tiempos del laicismo beligerante cuando los creyentes hemos tragado quina, todo lo malo parece desvanecerse al tiempo que se toman con fuerza las riendas de un futuro de esperanza al presenciar cómo todo un señor concejal, portavoz del grupo del PSOE, enarbola de forma enardecida la defensa de la instalación de la tradicional Estrella que ha venido iluminando el Monte Hacho desde siempre, hasta este año.

Furor e incredulidad ciudadanos, ausencia de explicaciones y bulos que nacen y crecen, así, hay quien culpaba al Gobierno de haber condescendido ante Coalición Caballas, otros achacaban la ausencia a esos “recortes” que cuando tocan sensibilidades arraigadas en nuestra tradición y nuestra Historia, “recortan” también el contento y hacen que la gente se sienta hosca y amargada. Todos pensamos que se puede “recortar” en fotocopias, en bolígrafos, en kleenex, en billetes de avión, en actividades de “ocio y tiempo libre” para los extranjeros, en telefonía móvil, en vehículos oficiales, en almuerzos, en tampax y en horas extra, pero en nuestras tradiciones y nuestra Historia no. Muy torpes tienen que ser quienes piensen que la ciudadanía agradece que se racanee en guirnaldas, en árboles enfajados de bombillas, en adornos y en esa bellísima parafernalia navideña que es la culminación del cromatismo estético y que está científicamente demostrado que eleva el espíritu y levanta el ánimo. ¿Cuando sino este oscuro año de crisis hemos necesitado tanto la luz y la presencia de la Carita Divina? Para insuflarnos aliento y para impregnarnos de su mensaje de paz. “Un Niñito muy chiquito ha nacido en un portal, con su carita de rosa parece una flor hermosa...”

Y el socialista Carracao exponiendo con seriedad sus argumentos y muy preocupado ante la ansiedad de los más pequeños que piensan que, sin la Estrella que les guíe, tal vez Sus Majestades los Reyes Magos y Papa Noel pasen de largo por Ceuta, porque al no tener punto de referencia los camellos y los renos que tiran del trineo lo mismo se despistan y dejan a los niños sin regalos. Hay que tener pelotas, dos santas pelotas para plantarse en todo un Pleno a defender la instalación de una Estrella, ajeno a si su intervención movía a la guasa o al sarcasmo, que no movió, porque allí estaban todos serios, escuchando y convencidos de que la ausencia de la Estrella es una tragedia y prometiendo que el año próximo estará. Había que ver a Yolanda Bel con esa cara de ángel fugado del mismo portal, explicando de forma rigurosa detalles sobre la vieja estructura de la Estrella, sobre cómo la han reparado en lo posible y sobre la falta de casquillos de un modelo determinado que imposibilita colocar las luces. Mea culpa y pido disculpas por haber sospechado de una malvada conspiración, rectifico, no pido disculpas sino perdón por haber dudado del talante y del talento de quienes han sido los más denodados defensores de las tradiciones que son como Dios manda

¿Excusas atenuantes? bueno, alguna hay, como no haber dado explicaciones y ser los ciudadanos quienes han alertado de la carencia (los niños los que más por el temor a perder las noches mágicas de los regalos). Carracao alegaba falta de previsión ¿Es que no han tenido todo un año para poner a la Estrella a punto?.

Excusable o no excusable, lo importante no ha sido la falta de la Estrella en sí sino el espectáculo de guión de película navideña americana, del señor político de izquierdas que se iba creciendo conforme argumentaba sus alegatos sobre la necesidad de contar con ese símbolo hermoso y que nos caracteriza. Después de este “milagro de Navidad” ¿Quien puede no creer en la sincronicidad y en que la casualidad es el pseudónimo de Dios cuando no quiere firmar? Y casualmente la Estrella se avería para que un hombre de izquierdas salga a la palestra a reivindicarla desde su escaño. Y nos conmueva haciéndonos sentir una congoja dulce en el alma mientras que el salón de plenos parecía inundarse de la luz de la Navidad.

José Antonio Carracao, el socialista, es desde hoy el ceutí agraciado con el premio gordo, aunque no haya jugado a la lotería, porque él y sólo él hizo ayer sonreír al Niño Dios. Gracias José Antonio.
 

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