Ceuta puede decir hoy que tiene
ascendiente o influencia directa en el Gobierno de la
Nación. En el Ejecutivo conformado por Mariano Rajoy figura
una mayoría de ministros que no sólo conocen personalmente
la ciudad autónoma -algo ya de por sí importante para un
territorio extrapeninsular y alejado por tanto de los
núcleos de decisión política-, sino que en muchos casos
tienen con Ceuta una relación muy estrecha y conocimientos
profundos de su realidad.
Nombres como el de Cristóbal Montoro, que se hace cargo de
Economía y Administraciones Públicas, se encuentran entre
aquellos que han de sonar familiares a los ceutíes, pues más
allá de sus visitas a este lado del Estrecho, ha mantenido,
desde sus responsabilidades en anteriores gobiernos y en el
Partido Popular, un apoyo decidido a Ceuta. Montoro es, de
hecho, uno de los promotores de algo tan fundamental como es
el Régimen Económico y Fiscal, pendiente de una reforma a la
que se han comprometido los populares con él mismo al frente
de estos asuntos. Pero a Montoro se suman en la larga lista
de ministros que tendrán que decir mucho sobre y para Ceuta
otros como Arias Cañete, asiduo de la ciudad y que es el
nuevo responsable de una cartera que incluye otra
responsabilidad esencial para Ceuta, Medio Ambiente, con
proyectos pendientes como la puesta en marcha de la EDAR.
Defensa es otro de los departamentos esenciales para la
ciudad que ha quedado en manos de otro gran conocedor de sus
especificidades, Pedro Morenés. Ana Pastor, impulsora en su
etapa como ministra de Sanidad de José María Aznar del nuevo
Hospital Universitario y ahora máxima responsable de
Fomento, o Ana Mato, que estará al frente de Sanidad, son
otros de los integrantes del Gobierno de la Nación que más
expectativas generan para la ciudad en una legislatura que
ya se perfila como llena de oportunidades históricas para la
ciudad autónoma.
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