Una estadística bien calculada, corre siempre el peligro de
ser malinterpretada. El pasado domingo, día 18 de Diciembre,
se publicó en este medio la siguiente noticia: “La Policía
Local registró un 68% de ausencias sin justificar en el
último trimestre del año pasado”.
Es cierto, que en el conjunto de la plantilla generó un gran
malestar e indignación, pues entendíamos que se produjo un
menoscabo en la imagen de un Cuerpo que tanto aporta al
bienestar de sus conciudadanos en materia de seguridad.
Paralelamente, la opinión pública se ha podido alarmar por
los datos que arrojaban el estudio que los avalaba.
Hay que recordar que la noticia salta a la palestra por la
participación del mismo, desde la Ciudad a este medio, y
cuyo contenido es realizado por parte del Servicio de
Prevención de Riesgos Laborales, reflejando el absentismo en
todos los sectores de la Administración Local
Este rotativo se hizo eco de una estadística técnicamente
solvente, a la que desde CCOO y UGT queremos aportar una
visión adicional, complementaria y necesaria; todo ello en
aras de valorar la situación real del absentismo en el seno
de nuestra plantilla. Pues los datos estadísticos fríos que
arrojan la misma, simplifican en demasía, la realidad de
este servicio esencial para la ciudadanía al que
representamos. Y, aún más si cabe, han podido deformar
involuntariamente, el compromiso real de más funcionarios
con vocación de servicio a los demás.
Haciendo un análisis pormenorizado de los datos
representados, lamentamos que no se hayan tenido en cuenta
los siguientes aspectos:
- Del total de la plantilla de la Policía Local, en el
último año el porcentaje de absentismo está comprendido
entre un 2% y un 5%. Como dato a reseñar podemos demostrar
que en el periodo vacacional de verano este % alcanzó cuotas
que rondan el 0%.
- Si estimamos el 100% de esta última cifra que ponemos de
relieve (2-5%) y lo desglosamos entre accidentes laborales
(3,5%), enfermedades comunes (27,6%) y ausencias sin
justificar (68,9%), podemos concluir, afirmando que este
último tanto por cien citado se debe contextualizar y
cuantificar dentro de este mínimo tramo (2-5%) del conjunto
de la plantilla.
- Esta estadística cumple la máxima de numerosos estudios de
prestigiosos expertos en materia de gestión de recursos
humanos: Los centros de trabajo con mayor número de
empleados, soportan una mayor incidencia del absentismo del
conjunto general de centros.
Son resultados que debemos valorar muy positivamente, por la
tendencia a la baja de este fenómeno que perjudica el buen
hacer y profesionalidad de la que hacen gala nuestros
compañeros de la Policía Local durante su prestación del
servicio diario. Ellos son sabedores de la merma que provoca
una ausencia no justificada en el resto de funcionarios, y
actúan en consecuencia.
Coincidimos con el área de Gobernación, en seguir apoyando
medidas que minimicen esta mala conducta que perjudica al
funcionario ejemplar que prevalece rozando el 100% del total
de la plantilla.
Lamentamos que desde la propia administración se
desprestigie un cuerpo como el de la Policía Local, simple y
llanamente para justificar una medidas de control de los
recursos humanos que fueron aprobadas en pleno el pasado 16
de diciembre de 2011, días después de la rueda de prensa en
la se publica esta estadística. Entendiendo que no es
producto de la casualidad, podemos decir que en ocasiones
parece que el enemigo lo tenemos dentro de casa.
La lucha contra el absentismo debe ser abordada desde un
frente común, pero no debe basarse únicamente en medios
legales de control, que son necesarios. La Administración
Local debe impulsar medidas que mejoren las condiciones
psicosociales del trabajo, ampliándolas a factores
extra-laborales que también puedan influir en la salud y el
bienestar de estos trabajadores públicos. Debemos auspiciar
acuerdos que pongan en valor la conciliación de la vida
laboral y personal en el análisis de la salud y el
absentismo entre los empleados. Se deben fijar los objetivos
de la Ciudad en materia de recursos humanos. Y, finalmente,
seguir potenciando el Servicio de Prevención de Riesgos
Laborales, en su especial labor de minimizar cada día los
riesgos laborales que afrontamos.
Concluimos, conminando a los máximos responsables del área a
que se pronuncien cuanto antes, defendiendo el buen nombre
de la Policía Local, que a buen seguro tendrán ya previsto.
Por parte de estas centrales sindicales, damos por
finalizada esta polémica que consideramos estéril, dañina y
engañosa.
*Marc Soteras, Ángel Ruiz, Luis Mateo y Rafael Tineo
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