Los autobuses de la COA han sido tradicionalmente la diana
esporádica de los gamberros, casi siempre con motivo de días
señalados como los Santos Inocentes, razón por la que ese
día siempre se han tomado precauciones especiales como dar
escolta policial a los vehículos. Sin embargo, esos actos
vandálicos se han intensificado en los últimos dos meses, en
los que las pedradas han sido constantes, lo que ha
provocado incluso heridas leves en algunos pasajeros. La
mayor protección que se ha dado al servicio de transporte
urbano a raíz de estos sucesos ya está dando sus primeros
frutos. Según explicó a MELILLA HOY el presidente de la
Cooperativa Omnibús de Automóviles (COA), José Fuentes, hace
ya al menos dos semanas que los vándalos están respetando a
los vehículos que gestionan el transporte urbano de nuestra
ciudad, que en el último año y medio se ha visto obligado a
suspender algunas líneas durante uno o dos días tras recibir
una pedrada. La mayoría de las veces, la gamberrada no queda
en nada, pero aún así el servicio es retirado para evitar
que los gamberros insistan en su objetivo de provocar daños
materiales o humanos. También ha habido numerosas ocasiones
en los que la consecuencia de este vandalismo ha terminado
con los cristales del autobús roto, lo que ha provocado
alguna vez heridas leves en los pasajeros. Este problema de
inseguridad se ha sumado a otros que ya sufre la COA, como
la disminución del volumen de pasajeros o el encarecimiento
de los costes del servicio por la crisis económica. Sin
embargo, José Fuentes tiene claro que esta oleada de
vandalismo podría ser realmente grave si una de las pedradas
alcanza al conductor del autobús, ya que “son vehículos muy
grandes que pueden arrastrar a peatones, coches aparcados y
todo lo que se encuentre a su paso si el conductor pierde el
control por una de estas pedradas”. “Es más grave de lo que
parece”, insistió José Fuentes, que señaló como puntos
críticos la parte alta de Cabrerizas y la cuesta que sube
hacia los Pinares. Allí han recibido la mayoría de las
pedradas, pero últimamente también en otros barrios de la
ciudad.
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