Hacía mucho tiempo que no
coincidía con Sergio Moreno, el segundo de abordo de la
Delegación del Gobierno, Sergio es una de esas personas a
las que le tengo ley de la buena y que, por supuesto, ha
hecho un extraordinario trabajo desde su puesto en la
delegación, la cual deberá abandonar en breve, dado los
resultados de las últimas elecciones generales.
Al abandonar el puesto en el que ha estado durante estos
años, lo hará, sin lugar a dudas por la puerta grande, pues
su labor ha sido de un gran mérito y siempre en favor de
esta tierra.
Por eso sentí una gran satisfacción al encontrármelo días
pasados y compartir uno segundo de charla con él. Charla que
me llevó a preguntarle por el delegado, José Fernández
Chacon y mi deseo de verle para despedirme de él pues a
nadie debe extrañar ya que lo he repetido, por activa y por
pasiva, que desde que nos conocimos siento un gran afecto
por el delegado que siempre me ha tratado de forma exquisita
en cuantas ocasiones hemos tenido la oportunidad de vernos y
saludarnos.
A Fernández Chacon llevo la tira de tiempo sin coincidir con
él. Cosa nada de extrañar puesto que no frecuentamos los
mismos lugares y que personalmente he dejado de ir al fútbol
donde en el Murube, coincidíamos en cada encuentro que
disputaba la AD Ceuta, esa que algunos están empeñados en
que desaparezca pero, por supuesto, no lo van a conseguir.
Ante esta imposibilidad de ver personalmente al delegado, le
comente a Sergio que desde estás líneas le diría ese adiós
de amigo, que cuando de amigo se trata no cabe el adiós, que
es una palabra definitiva, sino hasta siempre delegado.
Un delegado del Gobierno, José Fernández Chacon, que ha
sabido ganarse el cariño y el respeto de este pueblo, que
lleva por lema la de muy Noble, Fiel y Leal a la que yo
añadiría la de Agradecida.
Y Ceuta, delegado, le está agradecida por la entrega que
desde su cargo ha realizado en beneficio de ella. Por eso,
delegado, por lo de agradecida, nada de extrañar que le
estén las barriadas y lo que no son la barriadas haciéndoles
un merecido homenaje, en su despedida, al hombre que durante
su etapa al frente de la Delegación del Gobierno en nuestra
tierra, ha trabajado bien y mucho por favorecer a esta
tierra, consiguiendo lo mejor para sus intereses.
Pocos, por no decir ninguno que seria lo más acertado, han
sido los delegados del Gobierno, que se han marchado de su
cargo, recibiendo el homenaje justo y sincero de todos los
ceutíes, como prueba del cariño y el respeto que usted ha
sabido ganarse durante su estancia entre nosotros, al frente
de la Delegación del Gobierno.
Tengo la completa seguridad, que haya donde usted vaya, que
en un rincón de su corazón, de hombre de bien, siempre
llevará a nuestra tierra. Esta tierra que se mete en un
rincón del alma de cada uno de los que la tratan sin que
nadie pueda explicar la razón de ello.
Personalmente, delegado, como no se si antes de su marcha
nos veremos, desde aquí y desde ya, mi afecto más sincero, y
como un ceutí más, gracias por todo cuanto de bueno hizo por
mí tierra. Y si alguna vez me necesita para algo, no lo
dude, aquí estaré para cuanto guste mandar.
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