M.M.M. llevaba más de cuatro años esperando el juicio por el
delito contra lesiones que se le imputaba después de que su
vecino, que es esquizofrénico, le denunciara por haberle
pegado. La madre de la presunta víctima acudió a los
juzgados como testigo para defender al imputado, del que
dijo que la ha ayudado en varias ocasiones cuando su hijo se
ha puesto agresivo. Con este testimonio y ante la ausencia
del denunciante y pruebas condenatorias, la juez dictó una
sentencia absolutoria.
Después de cuatro años acusado de un delito de lesiones,
ayer M.M.M. fue absuelto ante el vacío probatorio de los
cargos que se le imputaban y por los que el fiscal
solicitaba 10 meses de prisión y una indemnización de 1.310
euros. Los hechos se remontan al 10 de julio de 2007 cuando
su vecino le acusó de haberle golpeado. Según el informe
forense, el denunciante presentaba una herida contusa en el
cuero cabelludo. Sin embargo, el acusado aseguró que es
normal que este hombre, que padece esquizofrenia, aparezca
con golpes sin saber quién le ha golpeado y afirmó no saber
cómo se habían producido esas lesiones. Esta versión fue
corroborada ayer ante la juez del Penal número uno por la
madre del denunciante, que no acudió a la vista oral.
La mujer, vecina del acusado, acudió a los juzgados para
defender a M.M.M., del que aseguró que siempre se ha portado
bien con su hijo, al que le ha dado de comer en muchas
ocasiones e incluso contó que cuando este se ha puedo
agresivo con ella, ha sido su vecino el que ha acudido a la
casa para mediar.
M.M.M. también explicó a la juez que no es la primera vez
que el denunciante ha culpado a los vecinos de pegarle.
“Acusa a todo el mundo, al chofer del autobús, a la
farmacéutica”, dijo el imputado, que manifestó que durante
este tiempo la relación con la presunta víctima había sido
normal.
La madre del denunciante aseguró no haber visto la agresión
que allí se juzgaba y en todo momento defendió al acusado.
F.M.H. explicó como su hijo, que lleva en tratamiento por la
esquizofrenia más de 16 años, llega a casa muchos días con
golpes. “Ahora lleva un ojo morado, y nunca sabe quien le
pega”, contó la mujer que reconoció como su hijo le falta el
respeto a los vecinos de la barriada donde viven, Príncipe
Alfonso, y que en muchas ocasiones estos le golpean.
Tras escuchar a ambas partes, la juez decidió dictar una
sentencia absolutoria en el mismo acto del juicio ante el
vacío probatorio del delito de lesiones y puso así el punto
y final a un proceso que ya duraba más de cuatro años.
Pero, antes de que despejaran la sala, la madre del
denunciante, ya desesperada, se dirigió a la juez para
preguntarle cómo podría internar a su hijo en un
psiquiátrico. La mujer pidió esta medida para poder
controlar una situación que le escapa de las manos, ya que
confesó que no podía controlar a su hijo.
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