Por estos pagos sigue cayendo una
lluvia mansa y las nubes, cerradas, envuelven el horizonte
de la capital. Pocos son los “rabatíes” que circulan por sus
calles y, aun yendo uno bien abrigado, la humedad se masca
en el ambiente. Es mediodía y a estas horas la ruleta de las
nominaciones aun sigue girando sobre su eje. La comisión de
treinta y cinco componentes elegidos el sábado en el Consejo
Nacional del PJD lleva reunida toda la mañana, no
trascendiendo por ahora ninguna información segura (rumores
hay unos cuantos) sobre los nombres de los ministrables,
entre diez y doce, del partido de la Lámpara. Sí es sabido
que, entre sesión y sesión, Abdelilah Benkirán encontró el
sábado un hueco para templar gaitas con los responsables de
los dos principales partidos de la oposición, la Asamblea
Nacional de Independientes (RNI) del derrotado Mezouar y el
Partido de la Autenticidad y la Modernidad, los
“tractoristas” del PAM que consiguieron pese a todo
mantenerse en el cuarto puesto electoral.
Aun no se sabe el número de los ministerios, pero toda
apunta a que se muevan en la horquilla de entre veintinueve
y treinta. De entre los mismos, quizás no muy conocido pero
no por ello menos importante es el ministerio Encargado de
los Marroquíes Residentes en el Extranjero, los famosos MRE
que superarían la cifra de cuatro millones de personas,
sobre un millón de ellos en España. Presidido hasta éstas
elecciones por el socialista Mohamed Ameur, nuevo diputado
de la USFP por Oujda (Ameur ya estuvo en el Parlamento en
1993), depende directamente del Primer Ministro y está por
ver si en el nuevo organigrama mantiene su relativa
independencia o, por el contrario, es fagocitado por el
ministerio de Asuntos Exteriores lo que, a juicio de este
escribano, le haría perder autonomía y capacidad de
maniobra. De mantenerse como hasta ahora, el nombre que
suena para esta cartera es el de Rehda Ben Jaldún (Khaldoún
escriben los afrancesados), también diputado y que estuvo en
la comisión del PJD que viajó a España en el 2005.
En cuanto al nuevo Gabinete Real y ante la posibilidad de
que el cuestionado El Himma pudiera alzarse como el
intermediario entre la Corona y el Jefe del Gobierno,
Benkirán ya ha advertido, cortés pero firmemente, que de eso
“rien de rien” y que trataría directamente, como por lo
demás es lo correcto constitucionalmente, con el Rey. El
agua clara y el chocolate espeso. Sin duda y en claro
ejercicio de su libre soberanía, el joven soberano Mohamed
VI ha sabido rodearse normalmente de gente prestigiosa y
eficaz, puntera en su trabajo: desde el leal y honesto
Yassin Mansouri al frente de la Dirección General de
Estudios y Documentación (DGED), hasta los nuevos consejeros
reales Fashi Firi y Omar Azzimán, pero El Himma… sigue
rechinando. Claro que viendo el vaso de agua más medio lleno
que medio vacío, la opinión general es que de éste modo
Mohamed VI ha sacado a sacado a su amigo de pupitre de la
escena pública, “ahora sabemos dónde está ya, su techo, se
acabaron ciertos manejos”. O si me permiten cierta
socarronería (soy español de Asturias y allí donde estuviere
ejerzo de ello), El Himma como el famoso anuncio de los
turrones, “Vuelve, vuelve a casa, por Navidad”. En cualquier
caso hay consenso entre los analistas: “obligando” primero a
Benkirán a viajar a Midelt, en el Medio Atlas (algo inusual)
y nombrando a continuación a El Himma (enemigo declarado del
PJD) como miembro de su gabinete, Mohamed VI ha enviado dos
mensajes directos pero sutiles a los exultantes y claros
vencedores de las elecciones del pasado 25 de noviembre: los
islamistas parlamentarios del Partido de la Justicia y el
Desarrollo. Visto.
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