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OPINIÓN - DOMINGO, 18 DE DICIEMBRE DE 2011

 

OPINIÓN / EL MAESTRO

Por Navidad, un cuento
 


Andrés Gómez Fernández
andresgomez@elpueblodeceuta.com

 

En el mes de Junio de 2009, el saliente Ministro de Educación, Sr. Gabilondo, hizo una llamada a toda la comunidad Educativa, para intentar conseguir un GRAN PACTO EDUCATIVO en nuestro país, que consideraba indispensable, si queremos estar a la altura de las circunstancias, que trabajemos juntos para alcanzar el consenso educativo absolutamente necesario para el desarrollo personal, la cohesión social y el progreso de nuestro país.

Hoy, más que nunca, la educación y la formación son el elemento vertebrador de la cohesión social y del desarrollo, de la ciencia y de la innovación, claves para el progreso. La educación no puede ser más de media docenas de leyes en treinta años, haciendo y deshaciendo suicidamente lo realizado, dilapidando esfuerzo, muy lejos, pues, del anhelado consenso y de una irrenunciable estabilidad.

De no ser así, seguirán resonando para nuestro escarnio las palabras de Giner de los Ríos (1916), “en esta falta de consenso de todos los géneros, material y moral, donde el valor de la educación es tan secundario, y el amor a las cosas científicas uno de los últimos; donde la escasa cultura de nuestras clases acomodadas no les permite interesarse por saber cómo son esas cosas, ni ninguna porque otros lo averigüen, y donde el hombre opulento y piadoso, cuando se resuelve servir a la religión con su fortuna, le da al convento antes que al seminario, no es maravilla que el nivel medio de nuestra enseñanza no pueda ser elevado.”

Ahora, se presenta un momento conyuntural, con el PP ganador de las elecciones del 20-N. Puede que el futuro de la educación esté en sus manos. Para tal fin, según informaciones secretas, su programa educativo contará con la aprobación de todos los grupos políticos (¿?) y, por consiguiente, habrá un consenso total, incluso aquellos que tienen lengua propia.

Circula un DECALOGO, que ha merecido el aplauso de todos: 1º La fijación de unas materias comunes, homogéneo en el territorio nacional. (Nada hay más perverso que la fragmentación de conocimientos. Un adecuado, además, instrumento de cohesión territorial). 2º: La pertinente socialización de la enseñanza, que ha permitido el acceso a la educación de la ciudadanía, con la independencia de la condición social y económica. 3º El establecimiento de la autoridad y la disciplina de los directores, responsables y profesores. 4º: La dignificación del profesorado y las mejoras de sus condiciones laborales. 5º: Poner fin a las tensiones en la ordenación de las relaciones priva y concertada. 6º Un esfuerzo económico añadido. Un compromiso explicitable de los Presupuestos del Estado y de las Comunidades Autónomas. 7º: La reivindicación de una menospreciada Formación Profesional. 8º: La modernización de las técnicas de estudio y el impulso de las nuevas tecnologías. 9º: La atención a conocimientos básicos, como lengua –una buena política lingüística-, historia, matemáticas, ciencias naturales, idiomas (inglés)…10º.-La sintonía, cada uno dentro de su independencia, referido a la enseñanza universitaria, entre Universidad y Empresa…

Ha transcurrido algo más de dos años, desde que el Sr. Gabilondo, saliente Ministro de Educación, que propuso el PACTO EDUCATIVO, y se marcha sin haber conseguido su propósito. Peor todavía, las aulas paralizadas, los enseñantes en la calle, con todo tipo de protestas.

El viejo lema “el que aprende necesita otorgar crédito al que enseña”, ha sido sustituido, en muchos casos, por la distancia crítica de los alumnos, de los padres y de las asociaciones, que reclaman, renuncian y convierten al enseñante en un presunto culpable. Del crédito otorgado antes al profesor frente a lo que el hijo dijera, hoy los padres otorgan crédito incondicional al hijo, convirtiendo automáticamente al profesor en reo.

Su apoyo y confianza de padres y autoridades ministeriales, los profesores se sienten sólo e indefensos. Se repliegan a mínimos, piden permisos para otras actividades, reciben bajan por depresión, anticipan jubilaciones, y en cuanto pueden se marchan…

Hay que parar la desenfrenada proliferación de Leyes. En pocos años, desde la aparición de la EGB (1970), han aparecido la LODE, LOGSE, LOCE, LOE,…produciendo entre los educadores un sentimiento de fracaso, por tantos intentos fallidos, con el consiguiente desperdicio de tiempo y dinero… Y ahora ¿qué?. En reciente colaboración indiqué que posiblemente no se imponga la LOCE, la desfenestrada ley del PP, en su anterior legislatura. En cambio, es posible, que por no añadir otra más, que con algunos retoques, se siga con la LOE. Lo que resulte de lo esperado por el reciente ganador de las elecciones generales, el PP, según informaciones no contrastadas irá en la línea de conseguir a corto-medio plazo unos resultados comprables a los de Corea del Sur y Finlandia, por lo que el fracaso escolar se habrá reducido al mínimo. El Informe Pisa nos sitúa en los primeros lugares, saliendo de la permanente instalación del furgón de cola. Se utilizarán medidas realistas, concretas y viables.

No más leyes, no remando en la misma dirección. Sin dudas que el colectivo de enseñantes esperan y desean fervientemente, así como la propia sociedad española la necesaria dignificación del docente. Una dignificación que sólo será plena y efectiva si comporta la restitución de la autoridad de la que el enseñante -maestro y profesor- había gozado en otro tiempo, sin la que cualquier labor pedagógica carece de sentido. ¡Y una remuneración económica de acuerdo con su categórica laboral!.
 

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