Es lo que se viene dando en Ceuta,
desde hace mes y medio. Aquí el que más fuerza bruta tiene
es el que mejor puede andar a sus anchas, mientras que
quienes hacen uso de la cordura, la corrección y el respeto
a las normas de convivencia, están perdidos.
Ha llegado el momento del “vale todo” y esto ya no es casual
de un grupo de gamberretes que un buen día se dedican a
“hacer el oso”.
Esto empieza a ser más fuerte y más controlado desde donde
sea, marchando medio kilómetro por delante de quienes tienen
que velar por el orden establecido.
Uno de los últimos “acontecimientos”, pienso que están
plenamente organizados y planeados, ha sido la quema de
cinco contenedores, en menos de tres horas y en lugares
distintos.
¿Hasta donde se va a llegar? Urge un control, por los medios
que sean, para evitar que estos carroñeros se apoderen del
orden establecido en la ciudad y anden a sus anchas.
La Policía anda detrás de un grupo de vándalos, pero lo que
pasa es que va tan detrás que cuando llega al lugar de los
hechos ahí lo que queda son los restos de lo que antes
estuvo en orden y entonces ya no lo está.
La quema de los contenedores fue en la noche del miércoles,
y no lo hicieron todo en el mismo lugar sino que se fueron
repartiendo la ciudad, para demostrar que ellos controlan la
situación, a su modo, pero la controlan, que su organización
funciona y que todo el orden establecido, ellos solos son
capaces de desordenarlo.
Y mientras tanto, menos mal, ya en la Ciudad Autónoma parece
que se dan cuenta de que esto no es un hecho casual, ni
mucho menos.
Ha sido la propia Yolanda Bel la que, por fin, ha
manifestado algo que era visible para todos, como:”Estos
hechos podrían estar organizados y tienen tintes mafiosos”.
Lo lamentable es que sean tan lentos de reflejos, para no
haberse dado cuenta de esta situación, desde hace tiempo,
pero cada uno “hace lo que puede” y la inteligencia es algo
que se tiene, no algo que se adquiera con unos cuantos votos
más.
Todos estos conflictos obligaron al Cuerpo de Bomberos a
realizar una serie de salidas, dicen que hasta siete, en
menos de tres horas, pero el mal ya estaba hecho.
Y, naturalmente, en lo primero que se paran los que analizan
estos desajustes del orden, es en lo que, económicamente,
suponen estos destrozos.
Naturalmente, todos estos hechos suponen unos importantes
daños económicos a la empresa que gestiona los contenedores
de residuos, pero además de esos daños económicos, lo más
destacable es la serie de daños de otros tipos a todas las
gentes que se han visto afectadas por esos destrozos.
La consejera de Presidencia y Gobernación, Yolanda Bel,
también ha dicho:”Condenamos cualquier acto incívico, como
los que estamos viendo en las últimas DOMINGO, 18s”.
Y cuando se la preguntó por la escalada de la violencia y
del vandalismo, la responsable de Policía Local reconoció
que el Cuerpo Nacional de Policía, en materia de Seguridad
Ciudadana “está haciendo un buen trabajo y tiene varias
líneas de investigación en marcha”. Pues menos mal.
Dicen que, ahora ya, alguna pista existe en estos momentos,
sobre la que están trabajando los funcionarios de la
Jefatura Superior de Policía.
Lo que no parece que se le escape a nadie es que, la
acumulación de acciones vandálicas de este tipo, indica la
existencia de individuos capaces de realizar, sin más, este
tipo de fechorías.
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