El Gran Concierto de Navidad que ofreció ayer la Orquesta
Ciudad de Ceuta movilizó a centenares de ceutíes hasta la
Catedral para escuchar hasta diecisiete temas navideños. El
templo, alumbrado por velas y decorado con decenas de flores
de pascua, se revistió de solemnidad para acoger este
concierto dirigido por el maestro Ángel Hortas y en el que
participaron varios músicos de la península.
La Catedral abrió ayer sus puertas para acoger el Gran
Concierto de Navidad que ofreció la Orquesta Ciudad de Ceuta
y la Sociedad Cultural Amigos de la Música de Ceuta para dar
la bienvenida a esta época en la que se celebra la Natividad
del Señor. Un acto solemne en el que la música estuvo
acompañada de una escenografía imponente. La única luz del
templo era la que proporcionaban las decenas de velas
repartidas por todo el templo, bañado del rojo de las flores
de pascua que adornaban todos los rincones de la Catedral y
cerraban en semicírculo el altar, donde se ubicaron los
músicos.
A las 20.30 horas y tras el replicar de las campanas, el
director, Ángel Hortas, hizo su entrada en el templo para
ponerse al frente de la orquesta. El maestro tomó la batuta
y guió a los músicos para que sonara el ‘Lux Mundi’ que
acompañó el encendido de la vela. A continuación, las más de
trescientas personas que abarrotaban el templo disfrutaron
de un concierto cuyo programa estaba conformado por
diecisiete canciones entre las que se encontraban temas tan
reconocidos como Gloria in Excelsis, Noche de Paz, Blanca
Navidad, Ave María, Dios nos bendecirá, o Hark! The Herald
Angel Sing, tema con el que se puso el broche de oro a este
acto.
La Orquesta Ciudad de Ceuta estuvo acompañada por decenas de
músicos que llegaron de la península, en su mayoría de
Cádiz, Jerez y Sevilla. Mientras que la voz la puso el coro
de la Capilla Musical Catedralicia de Jerez, al igual que el
pasado año. También participaron en este concierto los
miembros del coro de adultos del Conservatorio. Estudiantes
cuyas edades van de los 26 a los 73 años y que por primera
vez han participado en este recital.
Una estrella en la noche
La madrileña Cristina Toledo fue la soprano de este
concierto en el que estuvo acompañada por el tenor Salvador
Carbó, natural de Barcelona. Mientras, la voz blanca que
deleitó a todos los presentes fue Ana Laz. A su nueve años,
esta alumna de segundo de violín y de canto con el profesor
Ángel Hortas, fue la solista de Noche de Paz.
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