El ya delegado del Gobierno en funciones, José Fernández
Chacón (Utrera, Sevilla, 1954), ha tenido la experiencia
única, y “difícil de que se repita”, advierte, de ser el
máximo representante del Ejecutivo central en las dos
ciudades autónomas. Esa experiencia le da una visión más
amplia de lo común en cuanto a las particularidades de
ambas, entre las que destaca de forma especial el hecho
fronterizo. En esta entrevista resume los hitos de los que
se siente más orgulloso, como la construcción de nuevos
equipamientos e infraestructuras en un periodo económico
difícil en el que cree que Ceuta ha sido “la niña mimada”
del Gobierno de la Nación, y también los retos, como la
normalización del Príncipe.
Pregunta.- ¿Cómo resumiría su particular experiencia como
delegado del Gobierno en las dos ciudades autónomas? Es el
primer caso.
Respuesta.- El primero, y que difícilmente se repetirá,
tienen que darse unas circunstancias muy especiales... Es
conocer una realidad de dos ciudades diferentes en cuanto a
la complejidad y en cuanto a las competencias de una
Delegación del Gobierno. No se pueden comparar con ninguna
otra del país, son fronterizas y eso les añade una especial
conformación, tanto en los hechos diarios como en la gestión
de los temas de inmigración fundamentalmente. Otra
característica más de esa presión inmigratoria es que sería
difícil erradicar teniendo en cuenta la diferencia de renta
a ambos lados de la frontera. A las dos ciudades eso las
hace diferentes, al igual que lo es el trato que se les da
desde la Administración del Estado.
P.- Entre ellas también tienen ciertas diferencias,
aunque se tiendan a asimilar por su semejanzas.
R.- Creo que Ceuta y Melilla son muy similares en muchas
cosas pero también tienen diferencias, sobre todo en cuanto
a la comunicabilidad con la península. Ceuta es muy
accesible y Melilla lo tiene más complicado, y ese
alejamiento le da un carácter especial a la gente que vive
allí, un cierto sentimiento de aislamiento a veces, derivado
de su insularidad tan manifesta. En Ceuta ese sentimiento no
lo he visto, porque hay mucha fluidez de tránsito y esa
conectividad genera que la dinámica social sea muy parecida
a la de los territorios más cercanos en la península como
puedan ser las provincias de Cádiz o Málaga.
P.- ¿Conocía alguna de las dos ciudades antes de ser
delegado?
R.- Conocí Ceuta, a Melilla la conocí cuando llegué el 1 de
mayo de 2004. A Ceuta había venido pero hacía 20 años atrás
y desde luego no era la ciudad que yo conocía, había
evolucionado, había cambiado su aspecto, el comercio, todo,
no es la Ceuta que yo recordaba cuando llegué el 4 o 5 de
mayo de 2008.
P.- ¿Fue por cercanía geográfica, siendo usted de Cádiz,
que le tocó esta Delegación? ¿Es verdad que estaba destinado
aquí cuando le enviaron a Melilla?
R.- Bueno [sonríe], hay una leyenda ahí y, efectivamente,
cuando me dijeron para ser delegado del Gobierno me hablaron
de Ceuta. Fue una mañana y en la mañana hubo dos o tres
cambios, luego me llamaron otra vez y me dijeron que era
Melilla, y luego que Ceuta y yo había dicho que sí a Ceuta.
Lo de Melilla me habían dicho que era una equivocación en el
decreto. Luego por la noche me enteré que iba allí, y la
sorpresa fue mayúscula, porque Melilla está bastante más
lejos de mi origen. Pero bueno, fue una anécdota; cuatro
años después me quité esa espinita de no haber podido venir
a Ceuta en 2008. Me doy por satisfecho y le tengo que
agradecer a mi gobierno que atendiera la petición que le
hice en su momento de, si salía de Melilla, venir a Ceuta.
P.- Y con una experiencia muy interesante...
R.- Difícil de contar con pocas palabras, sobre todo por el
fenómeno migratorio del año 2005, que fue clave, en el que
todos vivimos una experiencia única y de lo que guardo un
recuerdo para toda mi vida, que tendré siempre presente
porque fueron muchas noches las que iba a la frontera a
estar con la Guardia Civil y la Policía Nacional. Aquel fue
un año que creo que marcó..., a mi me marcó mucho carácter,
fue una tarea difícil, compleja, pero de la que me siento
orgulloso, porque España tenía un problema en esa frontera y
lo supimos resolver.
P.- Esos acontecimientos han llegado a influir incluso en
la política europea de inmigración.
R.- Sí, yo he recibido delegaciones parlamentarias europeas,
nacionales..., y recuerdo que tuvimos acreditados en algún
momento a 400 medios de comunicación de todo el mundo.
P.- Tras estos años en Ceuta, si tuviera que explicar a
alguien que no la conoce cómo es, ¿qué diría?
R.- Pues, si usted me hace a mi concejal de Turismo le diría
lo primero que es acogedora, que tiene cuatro culturas muy
definidas que la enriquecen. Además es muy bella, a mi su
belleza me gusta mirarla desde arriba, el día que vine
subimos a García Aldave y ahí me di cuenta de la belleza de
esta ciudad, reflejada en parte en ese cuadro [señala un
paisaje, de gran tamaño que preside el despacho]. No te
imaginas una ciudad bañada por el Atlántico, por el
Mediterráneo, en pleno Estrecho de Gibraltar, que forma
parte de un continente diferente como es África y que tiene
esta claridad, una luz muy especial que comparo con la de
Cádiz. Si le dices que esto es Ceuta no se lo cree alguien
que venga de fuera, porque puedes ver Asturias reflejado en
sus montes, con el verde... Bueno, ya cesado como concejal
de turismo [esboza de nuevo una sonrisa] diría eso, que se
va a encontrar una ciudad acogedora, grata, donde es muy
fácil de vivir y convivir porque tiene una gente muy amable.
P.- Respecto a 20 años antes ya ha dicho que había
cambiado, pero en estos cuatro, ¿ha percibido cambios
reseñables?
R.- Por la parte que me toca a mi como delegado del
Gobierno, si usted se da una vuelta por Ceuta ahora, si va
de Benzú al Tarajal, verá que hemos ganado los paseos
marítimos, Fuente Caballo... Esa es una transformación en
cierta medida. Luego tenemos equipamientos de los que antes
no se disponía, como un hospital dotado de las últimas
tecnologías y que no tiene que envidiar a los más avanzados
del territorio español. Hay otros que están a punto de
terminar, como la Biblioteca del Estado, que va a ser
magnífica y va a cubrir una asignatura pendiente, porque las
había en todo el país menos aquí. En este recorrido veríamos
cómo se está modificando Loma Colmenar con la urbanización
de la segunda fase, las viviendas ya terminadas, el próximo
inicio de las 317..., la ampliación de la desaladora, la
culminación de la EDAR... Vamos viendo una Ceuta que empieza
a cumplir con normativas europeas que antes no podía porque
no tenía esas instalaciones. Se ha proyectado de cara al
futuro, de modo que Ceuta vaya caminando en un momento muy
difícil de crisis económica. Puedo decir con orgullo que en
estos cuatro años, después de unos años de crisis dura,
Ceuta sigue siendo la mimada del Estado español porque ha
tenido la media de inversión por habitante más alta. Nos
trazamos objetivos que se han ido cumpliendo en un momento
que quizá sea el más difícil de los últimos cien años de la
historia de España.
P.- Ha habido un empeño especial en no sólo practicar,
sino en escenificar la lealtad institucional con la Ciudad,
¿a qué responde? Eso es algo que no se dio en Melilla.
R.- Bueno, yo siempre he actuado igual, soy muy
constitucionalista, me creo en la Constitución, y en uno de
sus artículos habla de la cooperación y la lealtad entre las
instituciones con el fin de mejorar y de beneficiar a los
ciudadanos, por supuesto, por el bien general. Eso siempre
lo he practicado, he creído en ello y aquí me ha sido muy
fácil porque me he encontrado un presidente de la Ciudad con
el que el mérito no es de nadie, es de los dos. Hemos
coincidido dos personas que entienden que el interés general
debe primar, con lo cual me voy muy satisfecho porque si no
hubiera tenido esa cooperación probablemente muchas de las
inversiones que he dicho no las podría haber realizado. Se
trata a veces de la cesión de un solar y otras de atajar un
problema de seguridad. Eso lo he tenido siempre y hasta el
último minuto. Le agradezco al presidente de la Ciudad que
haya trabajado conmigo por el interés general de Ceuta.
P.- ¿Recuerda algo que quería hacer cuando llegó y le
haya quedado en el tintero?
R.- Sí, me voy un poco con la decepción de no haber empezado
las obras de la nueva Jefatura Superior de Policía y la
Comandancia de la Guardia Civil. Me llevo eso en el debe,
pero también he de decir que en el haber hay muchas
inversiones que no estaban previstas y que se han hecho, con
lo cual, la balanza se equilibra. Pero también me voy con la
satisfacción de que en las dos inversiones que he dicho, en
las que creo firmemente porque se lo merecen las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad, ya están hechos los trámites
administrativos y cuando vengan tiempos mejores, que
vendrán, va a ser más fácil, lo único que habrá que poner
será dinero en los presupuestos. En el momento en que haya
una mejor situación económica en el país son dos proyectos
que van a salir adelante los primeros.
P.- ¿Cree que esa escenificación de la lealtad
institucional ha podido afectar a la percepción de cuál era
la participación del Estado en los avances que ha
mencionado? ¿Realmente se ha percibido esa parte que le
corresponde?
R.- Probablemente no, pero yo me doy por satisfecho. Creo
que la misión de las instituciones es realizar las cosas de
acuerdo con los problemas de inversión y que luego en esa
otra faceta más política o partidaria le corresponde a los
partidos decirle a los ciudadanos quién ha hecho o no ha
hecho tal cosa, no a los representantes institucionales. Son
los partidos los que se presentan a unas elecciones y los
que en el programa dicen cumplimos esto o lo otro y haremos
esto otro. En ese sentido no tengo por qué echar de menos
nada, sencillamente hemos actuado como teníamos que hacerlo
y eso conlleva que lo hayamos hecho yendo de la mano a
muchos ministerios y viniendo aquí muchos ministros. Como
ceutí que me considero ya creo que ha sido muy bueno para
Ceuta que esa situación se haya dado.
P.- ¿Hay algo más de lo que se sienta especialmente
orgulloso?
R.- Me siento muy orgulloso del equipo, he contado con un
equipo de personas entregadas, sacrificadas y hablo desde mi
gabinete hasta el útimo funcionario de esta casa si es que
lo hay, pasando por todas las direcciones generales y
territoriales. Creo que hemos formado un buen equipo, que ha
habido una lealtad a prueba de bombas entre todos y eso ha
facilitado mucho mi labor. Y una mención muy especial para
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para los
mandos que he tenido la suerte de conocer en esta ciudad y a
los cuales creo que en el tiempo se valorará más cuanto más
nos alejemos de los problemas que hemos sufrido estos
últimos tiempos porque su labor ha sido impecable.
P.- En el tema de seguridad, ¿cómo ve los últimos
acontecimientos violentos?, ¿tienen alguna relación entre sí
o considera que son una mera coincidencia?
R.- Lo que pasa es que no se puede mezclar todo, hay asuntos
que pueden tener una relación con algo pero otros no, que
han sido meras coincidencias. Lo que ha pasado en estas
últimas semanas..., dos entradas fuertes de inmigración, el
incidente del Príncipe y la trágica muerte de la chica de la
Línea..., son hechos que hay que desligar unos de otros
porque si no nos equivocaríamos y tendríamos una percepción
de la inseguridad diferente a lo que en realidad sucede. Es
evidente que hay problemas, pero también hay una actuación,
consensuada con la Ciudad y en la que las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad están haciendo una labor magnífica. Los vecinos
nos demandaron más presencia policial en el Príncipe y ahí
está, y en los dos últimos meses se ha hecho una labor
preventiva muy importante. Hay que recordar de dónde
veníamos y que esa fuerte presencia policial le está dando
tranquilidad a la barriada. A quien no le gusta es al
delincuente, que lo hay como en cualquier otra zona de la
ciudad, pero al resto de los ciudadanos de esa gran
barriada, donde hay muchas personas honestas, no le tiene
por qué molestar porque están trabajando precisamente por su
seguridad. Demandaban eso y una comisaría, las dos cosas, y
las fuerzas de seguridad se han traído de fuera para no
menoscabar la seguridad en el resto de la ciudad, con lo
cual ha sido un esfuerzo en efectivos importante, más de 60
con las gestiones que hice con la Secretaría de Estado.
Además, en ese tiempo estamos atendiendo mediante otro tipo
de operaciones como la Guadiana, al resto de la ciudad. ¿Que
hay problemas? Sí, pero los hay que vienen enquistados de
hace muchos años y lo que no puede es haber territorios
donde no se pueda estar, donde los ciudadanos no se sientan
tranquilos. La comisaría está encima de la mesa de la
Secretaría de Estado y será el próximo secretario el que se
encuentre la petición que se ha hecho por parte de esta
Delegación y por su puesto de acuerdo de la Ciudad. En el
tema de la seguridad hay que tener calma, serenidad, fijar
los objetivos y cumplirlos razonablemente a corto, medio y
largo plazo, no es algo que podamos solucionar en 24 horas.
Hay problemas sociales que hay que atajar desde otra
perspectiva y creo que ese problema se ha puesto en su sitio
con la llegada del comisionado del Polígono Sur y la
formación de la Comisión en la Asamblea y la ayuda del
Estado para el diseño de un plan para este barrio.
P.- ¿Por qué el refuerzo de la seguridad en este último
tramo de la legislatura?
R.- Se ha hecho cuando ha sido necesario, si nos
transportamos un año atrás la situación no era la que había
hace tres meses, porque no hubo muertes violentas hasta
prácticamente ese momento. Esto es lo que se ha querido
atajar, y se ha hecho siempre en Junta Local de Seguridad,
con el consenso de todos, no se ha dado ningún paso en esta
ciudad del cual no estuviera informado y haya opinado y
consensuado el presidente de la Ciudad, y también contando
con la Federación de Vecinos.
P.- ¿Cuáles cree que son los retos del próximo delegado?
¿Entre ellos está la normalización del Príncipe?
R.- Bueno, en el Príncipe..., no voy a hablar más a fondo de
la situación porque hay operaciones que están en marcha,
algunas ya se han hecho, lo que pasa es que no ha
trascendido, pero evidentemente se están dando pasos
importantes, hay varias líneas de investigación policial
allí, algunas bajo secreto de sumario, y que darán
resultados. Hay más presencia policial y al que tiene un
sitio en el que es impune eso no le gusta. Hay que mantener
la posición y hacerle llegar el mensaje a ese tipo de gente,
que son unos cuantos, y lo recalco, porque es un barrio de
gente humilde, honrada, honesta pero con gente que no lo es
y que quiere alterar su vida. A esos el mensaje que hay que
darles es que no van a estar tranquilos porque va a haber
una fuerte presencia policial.
P.- ¿También será un reto la gestión en tiempos de
crisis, como le ha tocado a usted ya?
R.- Claro, esto va por barrios también..., llevamos unos
años sumidos en una crisis mundial y parece que va a durar
como mínimo un par de años más, y en momentos así todo es
más difícil, pero bueno, ojalá que el próximo delegado lo
haga tan bien que Ceuta mejore aunque haya crisis, porque
todos nos debemos apoyar y salir de ella juntos. Por eso le
deseo lo mejor al delegado y al Gobierno de España.
P.- ¿Considera que la política del Gobierno socialista
con Marruecos ha sido de cesión, sobre todo en lo que se
refiere a Ceuta?
R.- Para nada, ha sido una política de diálogo y de
consenso, de colaboración, eficaz, y ojalá se mantenga en
estos niveles, ojalá, no nos podemos quejar porque ha
existido. Evidentemente compartimos una frontera
problemática, pero para los dos países, y ese es un trabajo
día a día que realizan las fuerza de seguridad a ambos
lados. La gran diferencia de renta a la que me he referido
antes también repercute, y estamos ahora en un momento de
crisis, con lo cual hay que hilar muy fino. Yo no me
quejaría de esa política de vecindad que hemos tenido, sino
al revés, como mínimo me exigiría esas cotas de cara al
futuro. Ha habido un cambio de gobierno en España pero
también en Marruecos, hay otros partidos que van a acceder
al Gobierno y tienen que haber nuevas líneas de
entendimiento y colaboración.
P.- ¿Y su futuro? ¿Va a ser en política? ¿Vendrá a Ceuta
de visita?
R.- Vuelvo al sitio de donde salí, a ejercer en el campo de
la medicina en la empresa en la que trabajo y a algún otro
proyecto que me ilusiona pero que no tiene nada que ver con
la política. Vuelvo a casa por Navidad después de ocho años
que han sido muy gratos por un lado pero de sacrificio
personal, familiar sobre todo. Por su puesto que pienso
visitarla, voy a venir con toda la frecuencia que me
permitan mis nuevas obligaciones y amenazo con traer..., ya
tengo comprada la camisa de la Feria del año que viene [se
ríe abiertamente al referirse a sus ya célebres camisas de
llamativos estampados]. Tengo muy buenos amigos y muchos en
la ciudad.
P.- ¿Qué le augura a Ceuta?
R.- Espero lo mejor para Ceuta y donde esté ayudaré y si se
me pide un consejo o la colaboración donde esté, lo daré
porque son ciudades a las que yo guardo ya un cariño muy
especial; Ceuta me ha enseñado mucho y eso yo se lo tengo
que devolver.
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