El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Guillermo
Martínez, se reunió ayer en Madrid con la subdirectora
general de Urbanismo, Ángela de la Cruz, para ultimar los
detalles técnicos necesarios del Plan General de Ordenación
Urbana (PGOU). El grado de consenso fue “alto”, sobre todo
en la clasificación del suelo.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Guillermo
Martínez, se reunió ayer en Madrid con la subdirectora
general de Urbanismo del Ministerio de Fomento, Ángela de la
Cruz, para ultimar los detalles técnicos necesarios para que
el Gobierno pueda someter el nuevo Plan General de
Ordenación Urbana (PGOU) a la aprobación del Pleno de la
Asamblea. En la reunión, tanto Martínez como De la Curz
estuvieron acompañados por técnicos, además de por el
director de la Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo (GIUCE),
Juan Manuel Doncel.
En la reunión, según explica una nota de prensa remitida por
la Ciudad, el titular de Fomento constató “el alto grado de
consenso” existente entre ambas partes respecto a la
clasificación del suelo, uno de los elementos “clave” para
la aprobación del PGOU, que el Gobierno de la Ciudad quiere
que pase por el Pleno de la Asamblea en enero o febrero, tal
y como adelantó EL PUEBLO el pasado 14 de noviembre.
De este modo, se comparten los criterios fijados para
definir el urbanismo de las distintas zonas de la ciudad, un
requisito “imprescindible” si se tiene en cuenta que es el
ministerio quien debe dar el visto bueno definitivo al nuevo
planeamiento para su entrada en vigor.
Sin embargo, uno de los planteamientos de base de la
revisión y adaptación del Plan radica en que éste no se
centra sólo en la decisión de los futuros crecimientos de la
ciudad, sino que además también se fija en cómo mejorar la
existente, es decir, cómo definir operaciones de
reordenación en los distintos ámbitos de la trama urbana.
Además, también se incluye cómo integrar el medio natural y
finalmente, cómo integrar el territorio.
En definitiva, el Plan General de Ordenación Urbana pretende
potenciar la rehabilitación urbana y el parque edificado,
junto con la ordenación de áreas degradadas a través de
unidades específicas donde se necesita una ordenación
“pormenorizada, incluso de regulación”. En todos estos
aspectos la Ciudad tiene como objetivo “priorizar” la
transformación de la ciudad para mejorarla a través de la
integración de zonas de suelo urbano y urbanizable.
El “gran objetivo”
Por último, el gran objetivo del PGOU es “perfilar un
proyecto urbano para que Ceuta pueda ser una ciudad media
dinámica, de elevada calidad urbanística y medioambiental,
atractiva para vivir y visitar” y además, que se constituya
“en una plataforma adecuada para la implantación de
actividades económicas”. Por ello, las características de la
estructura urbana actual, los proyectos en marcha o
previstos a corto plazo y la realidad socioeconómica han
permitido establecer a la Ciudad un total de 13 intenciones.
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Una normativa específica y actualizada para Ceuta
En el encuentro mantenido con la
subdirectora general de Urbanismo, Ángela de la Cruz, el
consejero de Fomento y Medio Ambiente, Guillermo Martínez,
manifestó la intención de trabajar “conjuntamente” en la
elaboración de una normativa específica para la gestión de
suelo en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, aunque
siempre manteniendo la tutela en manos del Ministerio de
Fomento. “Al haberse transferido la competencia a las
comunidades autónomas, las regiones tienen como norma
directa su propia normativa urbanística, mientras que
nosotros tenemos una Ley de 1976 y sus reglamentos de
planeamiento, gestión y disciplina datan de 1978”. Por ello,
para Martínez “es evidente la necesidad de actualizar la
normativa que se nos aplica”. El Gobierno quiere llevar a
cabo reglamentos propios.
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