El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS)
participó el pasado martes en una de las intervenciones más
importantes en las que los bomberos han intervenido en los
últimos meses. “La experiencia más gratificante que hay es
la de rescatar a una persona, y así se hizo el martes”,
explicaba ayer a este diario el bombero Antonio Cortizo que,
junto al cabo Francisco Javier López Pérez fueron los que
sacaron a la menor de la habitación.
Un total de doce funcionarios del SEIS se trasladaron hasta
el lugar del incendio. Mientras los dos compañeros se abrían
paso en una “atmósfera agresiva, cargada de humo y con
visibilidad nula”, el resto del equipo se encargaba de
sofocar las llamas que se habían producido en un colchón, se
extendieron hasta otro y también afectaron a un sofá.
En las instalaciones del Centro de Menores del
‘Mediterráneo’ los bomberos se encontraron con un “lugar
desconocido”. Sin embargo, su gran profesionalidad evitó que
se produjera una desgracia. “La pequeña se encontraba ya con
la cabeza apoyada en las rejas de la ventana porque se
estaba quedando sin oxígeno; cuando se la localizó, se
encontraba muy nerviosa”, destacó el funcionario. “Ya no
podía más, la localizamos, la tranquilizamos y le pusimos la
máscara de rescate”, explicó. A pesar de que la habitación
estuviera llena de humo, la pequeña no presentaba
quemaduras.
El funcionario del SEIS resaltó la importancia del trabajo
en equipo para llevar a cabo este tipo de actuaciones.
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