El Pleno de la Asamblea aprobó ayer la concesión de la
Medalla de Oro de la Ciudad al Servicio de Extinción de
Incendios y Salvamento (SEIS). Los grupos parlamentarios del
Partido Popular y Partido Socialista votaron a favor de esta
iniciativa presentada por la consejera de Educación, Cultura
y Mujer, Mabel Deu. Sin embargo, el grupo liderado por
Mohamed Alí, coalición Caballas, decidió abstenerse y acusó
al Ejecutivo local de un “afán de protagonismo” al presentar
esta propuesta.
“La lógica sería que el Pleno concediese la medalla”,
apostilló Alí. Sin embargo, el diputado socialista José
Antonio Carracao, consideró que, “sea el grupo que sea el
que presente la propuesta, el Cuerpo de Bomberos se merece
esta distinción”. Caballas reconoció la labor del SEIS en la
ciudad, pero se negó a aprobarlo porque es “importante
buscar el consenso y reconocimiento de la ciudad” ya que “el
expediente que se ha presentado para otorgar esta medalla,
es pequeño”. Así, Alí achacó a la consejera de Presidencia y
Gobernación, Yolanda Bel, que su promesa de consensuar los
expedientes para los premiados no se ha cumplido. “Parece
que hasta el carrito de los helados puede tener medalla;
reconocemos la grandísima labor del Cuerpo pero se ha dejado
la opinión de la sociedad civil al margen”, finalizó Alí.
El Cuerpo de Bomberos echó a andar el 12 de septiembre de
1930, compuesto por 27 personas. Hoy son 89 los miembros del
ahora denominado Servicio de Extinción de Incendios y
Salvamento, con un servicio más profesionalizado y al que se
accede por oposición desde 1940, tal y como se resalta en la
página web de la Ciudad.
Pero el espíritu de estos trabajadores sigue siendo el
mismo, como prueban los destacados servicios que han
prestado en sus más de 80 años de historia. Entre ellos,
está la operación realizada el 26 de diciembre de 1943 para
salvar a 26 ocupantes de un velero encallado en La Ribera o
el incendio en el Renegado el 24 de julio de 1983. Uno de
los momentos más difíciles y amargos que vivió el Cuerpo fue
el pasado 30 de abril de 2009, cuando fallecíó el bombero
Marco Antonio Navas, mientras se entrenaba haciendo
submarinismo en la playa. La avenida en la que se encuentran
las instalaciones de Bomberos lleva su nombre.
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