Cáritas Interparroquial cierra el año con las cuentas en
números rojos por intentar ayudar a 450 familias melillenses
que viven una difícil situación, 226 más que el pasado año.
Al parecer 2012 se presenta aún más duro, de ahí que la
organización católica haga un llamamiento a todos los
melillenses para que contribuyan con donaciones a la labor
social que se hace con quien menos tienen. La directora de
Cáritas Interparroquial, reconoció que “es difícil llegar al
corazón de la sociedad”.
Explicó Pilar Illázquez, directora de Cáritas
Interparroquial, que de cara a las fiestas navideñas, cada
parroquia y su cáritas organiza distintas campañas de
cuestación para recoger juguetes, ropas, alimentos e incluso
donativos “para paliar las necesidades de las diferentes
familias que tienen acogidas”, pero a nivel interparroquial
no existe una campaña conjunta con estos fines
recaudatorios. De esta forma esta entidad católica se
prepara para seguir respondiendo, aún en estas fiestas, a
aquellos que menos tienen y que precisan también ser
tratados con respeto. Apuntó Illázquez que Cáritas
Interparroquial atiende las necesidades básicas,
principalmente alimentos, de 450 personas, 226 más que el
pasado año, lo que da muestras de la dimensión que está
alcanzando la crisis y sus consecuencias. Añadió que las
previsiones son todo menos halagüeñas, “porque estamos
viendo, que si 2011 ha sido malo, el año que viene va a ser
peor”. Es decir, que aumentarán las necesidades mientras los
recursos de Cáritas merman. No obstante, la directora de
Cáritas señaló que es en estas épocas duras cuando los
socios que aportan donaciones, “se muestran más solidarias y
por eso para 2012 tenemos esperanza y fe”, afirmó.
Donaciones
Cáritas Interparroquial cerró 2010 en números rojos, y
señala su portavoz que esto hay que verlo como lo que es,
que “terminamos con déficit porque hemos invertido cuanto
han puesto en nuestras manos para el bien común, en atender
a los más necesitados, por eso superamos los números rojos
con esperanza” y con el convencimiento de que en Navidad
habrá “muchos melillenses que se acercarán a donar”. La
responsable de Cáritas Interparroquial no dudó en hacer un
llamamiento a la solidaridad a todos los melillenses, sin
distinción de religión para que aporten su grano de arena a
la importante labor social que se realiza. “Somos una
entidad de la Iglesia Católica, pero casi todas las personas
a las que acogemos son de otra religión”, de ahí que
señalara que quién quiera ayudar puede dirigirse a las
parroquias de la ciudad o a la propia Cáritas en el Sagrado
Corazón, “porque estamos abiertos a todas las personas de
buena voluntad que quieran contribuir”.
Solidaridad
Reconoció Isabel Illázquez que resulta “difícil llamar a la
sociedad a la solidaridad” en una época de crisis como la
actual. “Es difícil sensibilizar y eso es algo que tratamos
mucho en Cáritas para ver cómo hacerlo”, afirmó. “Resulta
complicado llegar al corazón de la sociedad porque si yo
estoy mal, pienso que si doy al prójimo, me voy a quedar sin
nada”, pero también afirmó que es en estos momentos cuando
muchas personas “que mirando a su alrededor y las
necesidades que hay, se vuelven más humanos”.
Illázquez es consciente de que la gente sea reacia a hacer
donativos, sobre todo aquellas familias de clase media que
no saben lo que les puede deparar el futuro a corto plazo y
tal vez verse sin trabajo, ni recursos para alimentar a sus
miembros. La portavoz de Cáritas en la ciudad señaló que esa
es una razón tan válida como otra cualquier para ser
solidarios, porque todos “podemos vernos en la misma
situación y necesitaremos de la ayuda de los demás”, aunque
aquí ocurre lo mismo que en las donaciones de sangre.
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