El intento de atropello de un agente del Cuerpo Nacional de
Policía provocó ayer una nueva algarada en la barriada de
Príncipe Alfonso. El suceso se produjo por la mañana cuando
un individuo casi se lleva por delante a uno de los
policías. Se le identificó y también su vehículo, el cual
minutos después ya estaba siendo retirado por la grúa.
El intento de atropello de un agente del Cuerpo Nacional de
Policía provocó ayer una nueva algarada en la barriada de
Príncipe Alfonso. El suceso se produjo por la mañana cuando
un individuo casi se lleva por delante a uno de los policías
que se encuentran en los controles rutinarios de las afueras
del barrio. Uno de estos controles, tal y como pudo
comprobar EL PUEBLO, estaba apostado en la zona de Fuerte
Mendizábal, justo al final de la calle norte y otro en la
rotonda del nuevo vial del Puente del Quemadero.
Instantes después, el conductor del vehículo, un Renault
Clio negro, fue identificado y su coche localizado en uno de
los ‘puntos calientes’ de la barriada, en la calle San
Daniel, junto al nuevo aparcamiento. El turismo estaba
estacionado en uno de los callejones. Hasta el lugar se
desplazaron dos furgones del CNP que cortaron la calle.
Tras encontrar el coche se dio aviso a la Policía Local que,
a las 13.30 horas escoltó con dos zetas a una grúa de la
empresa municipal Amgevicesa desde la Almadraba. La retirada
del coche causó momentos de tensión entre algunos vecinos de
la barriada, que observaban desde la parte de arriba los
trabajos. Algunos niños -de unos ocho años de edad-, se
atrevieron incluso a proferir insultos a los agentes:
“¡chivatos”!, gritaban una y otra vez.
La operación duró 31 minutos exactos y los agentes, tanto de
CNP como de Policía Local, se protegieron de los
apedreamientos con cascos, porras y escudos. Durante la
tarde-noche del pasado viernes también sufrieron ataques,
los cuales se están volviendo constantes, según se informa
desde la Policía.
EL PUEBLO también fue atacado con piedras por los vándalos
cuando se encontraba frente al parque infantil que une las
barriadas de los dos Príncipes. La zona de ocio estaba llena
de niños y afortunadamente no se produjo ningún daño.
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