El Cuerpo Nacional de Policía no va a dar “un paso atrás” y
seguirá presente en el Príncipe “dando seguridad a los
vecinos”, porque “no toda la barriada” está implicada en los
apedreamientos a los agentes. Los investigadores trabajan
entre tanto para identificar a los autores de los ataques
del sábado y lunes pasados.
El Cuerpo Nacional de Policía no va a dar “un paso atrás” en
su presencia en el Príncipe. Con esta contundencia se
expresaba ayer, en declaraciones a este diario, el jefe
superior de Policía, José Luis Torres, en relación a las
últimas agresiones sufridas por los agentes en esta
barriada, de las que el lunes fue testigo EL PUEBLO.
Los investigadores trabajan ahora para esclarecer quiénes
están detrás de estos apedreamientos, que se producen, de
forma más aislada “todos los días” y siempre desde “tres o
cuatro puntos fijos“ de la barriada.
“Lo que hemos procurado después de los graves
acontecimientos del sábado y del lunes es no responder a las
provocaciones”, señala el jefe del CNP, quien apunta que se
están produciendo quemas de vehículos que “cruzan en la
calzada” con el fin de facilitar este tipo de ataques, tanto
a las fuerzas de seguridad como a otros servicios públicos,
como puede ser el de Bomberos. “Allí se apedrea a bomberos,
ambulancias..., todo lo que represente a algo de la ley”,
subraya Torres.
Respecto a las posibilidades de que, mediante técnicas
policiales, puedan llegar a atajarse esta situaciones,
Torres manifiesta que esa es la pretensión del CNP y que
“desde luego no se va a dar un paso atrás”, en la convicción
de que la presencia policial es “necesaria” en esta barriada
ceutí.
En este mismo sentido, Torres manifestó que el CNP “va a
seguir estando presente, dando seguridad a los vecinos”,
porque “no toda la barriada está implicada en esto, son
grupos determinados que tienen intereses determinados”.
“Nosotros vamos a seguir estando allí, cueste lo que cueste
e intentando que impere la ley, que es lo que debe ser”,
concluye el jefe del CNP.
Ladrillos, tiestos y bengalas
Respecto a la forma de actuación de la policía en estos
casos y a las posibilidades de identificar y detener a los
autores, Torres señala que cuando se produce una alteración
como las de los pasados días 3 y 5, en la que hubo ataques
“con piedras, con ladrillos, desde las azoteas, desde las
ventanas, con tiestos, e incluso con bengalas marinas”, no
se trata “de correr detrás de los individuos por los
callejones”. “El Príncipe es para conocerlo, la estructura
urbanística que tiene, porque es prácticamente imposible,
son galgos corriendo por ahí”, apunta, para insistir en que
“de lo que se trata es de disolver esos grupos concentrados,
que cada uno se vuelva a su casa y se calme la situación”.
“Eso es lo que hemos intentado hasta ahora, y a partir de
ahora viene la investigación para intentar determinar
quiénes son los promotores o los inductores de estos
hechos”, concluye el responsable policial.
El lunes, dos grupos de la UIP se adentraron en el Príncipe
pasadas las 23.00 horas para responder al apedreamiento
recibido horas antes, por un furgón de la Unidad de
Intervención Policial. La respuesta de la policía se saldó
con un agente herido al recibir en el hombro el impacto de
un adoquín. Se calcula que más de 30 individuos participaron
en el ataque posterior, algunos de ellos al grito, en árabe,
de ‘Alá es grande’.
|