Se abre el telón y están ya preparadas, e impacientes, las
musas de las Artes. Con motivo de la entrega de la
decimocuarta edición del Premio de las Artes y la Cultura,
la Consejería de Educación, Cultura y Mujer ha organizado
durante toda esta semana visitas para conocer las entrañas
del Complejo Cultural de la Manzana del Revellín.
EL PUEBLO acompañó en una de estas a los participantes. Fue
el miércoles, cuando unas cuarenta personas procedentes del
Polifuncional del Príncipe Alfonso, acompañadas de cuatro
técnicos de Animación Sociocultural de programa de Inclusión
Social de los Servicios Sociales de la Ciudad Autónoma,
recorrieron el Auditorio dejándose sorprender por los
grandes avances e instalaciones del complejo cultural, pero
también por los pequeños detalles. Como por ejemplo, que los
enchufes de los camerinos sean “al estilo portugués” porque
los eligió el arquitecto que lo diseño, Álvaro Siza. Así lo
explicaba el monitor de la actividad, Gabriel Fernández
Ahumada, quien enseñó a su público cada secreto del teatro.
De espectadores pasaron a implicados, a protagonistas de un
mágico recorrido que comenzó con un salto al escenario. Una
vez arriba, y tras comprobar como las maquinistas
controlaban cada movimiento en el teatro, se dejaron guiar
hacia el interior. “¡Pero qué grande es!”, comentaban los
asistentes, quienes no pararon de hacerse fotografías en
cada rincón del auditorio durante toda la visita.
Pequeños detalles
Un aparcamiento para 184 plazas; un cortafuegos de 37
toneladas de peso; una madera que aún debe ensancharse para
encontrar su lugar; una concha acústica que, para estrenarse
en su conjunto, espera el espectáculo idóneo; ordenadores
que dirigen hasta el último movimiento de lo que pasa sobre
el escenario, pero también detrás de este; cuartos de baño
preparados para los nervios del último minuto; salas de
reflexión y de repaso; altavoces para saber por qué momento
va la función; camerinos aún pendientes de llenar de vida, y
un sinfín de detalles que han conocido, de primera mano, los
asistentes a estas visitas.
Un encuentro cultural de casi una hora que, además,
comenzaba con la exposición que se ha instalado a la entrada
del teatro, ‘Revellín, historia de un espacio’, la cual
recoge, en 125 imágenes, los momentos más emblemáticos del
Auditorio en los poco más de nueve meses que lleva abierto.
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