La Venerable y Real Cofradía de Penitencia del Santo
Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Señora de la
Soledad fue la segunda de las hermandades ceutíes en
inaugurar este año su Belén, el cual ha sido confeccionado
gracias a Gabriel León, y el hermano mayor de la citada
cofradía, Mariano Cerdá Peral. Al acto acudió el presidente
de la Ciudad junto a varios miembros de su Gobierno.
A las 21.00 horas se daban cita en la casa de hermandad de
la Venerable y Real Cofradía de Penitencia del Santo
Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Señora de la
Soledad, un gran número de hermanos y amigos de estos
cofrades para asistir a la inauguración de su tradicional
Belén, el cual este año ha sido posible gracias a Gabriel
León, y el hermano mayor de la Cofradía, Mariano Cerdá
Peral, el cual ha cedido sus 150 figuras y 136 animales
tallados por Gabriel León para hacer posible esta magnífica
recreación del nacimiento de Jesús.
Debido a la presencia del obispo en Ceuta, la bendición
corrió a cargo del diácono Francisco Rodríguez, y no se pudo
contar con la presencia de algún sacerdote. Durante la
inauguración, a la que asistió el presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, junto a varios miembros
de su equipo de Gobierno, también se contó con la presencia
de los integrantes del coro de la Asociación de La Copla,
quienes entonaron numerosos villancicos.
Todos los asistentes quedaron maravillados con la cantidad
de detalles que tiene el belén montado por la Hermandad del
Santo Entierro, así como la amplitud del mismo.
El hermano mayor de la Cofradía, Mariano Cerdá, comentó a EL
PUEBLO que el Belén es de grandes dimensiones y el mismo
cuenta con todo lujos de detalles, algo que seguramente
llamará la atención de todos los ceutíes que de lunes a
sábado se acerquen entre las 17.00 a las 21.00 horas a la
casa de hermandad de la Cofradía ubicada en la antigua
Estación del Ferrocarril.
Además, ayer tarde tras la inauguración también se abrió la
campaña de recogida de alimentos y ropa, la cual se
mantendrá abierta hasta una vez pase la festividad de los
Reyes Magos.
A este respecto, todo lo recogido se entregará a un
sanatorio y un orfanato existente en la localidad marroquí,
Bem-Karrish.
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