Después de ver cómo sus hijos disfrutaban aprendiendo a
través del arte durante años, muchas madres ceutíes han
empezado a animarse a participar en talleres similares y en
los que se trabaja con el mismo modus operandi que con sus
hijos. Es la metodología Mus-e, un legado del maestro
violinista Yehudi Menuhin, que utiliza el arte “como
herramienta de transformación social”. Así, mientras varios
colegios ceutíes llevan ya al menos ocho años participando
en programas de calado artístico como medio para transformar
la sociedad, este es el segundo curso en el que madres y
padres ceutíes se unen a la propuesta, sumándose al proyecto
de sensibilización ‘El arte, promotor de igualdad de
derechos y oportunidades’. El resultado se exponía ayer en
el Espacio para mayores de la Obra Social de Caja Madrid y
continúa abierto al público hasta las 20.00 horas de hoy.
En la mañana de ayer se podían ver gran variedad de
productos de cerámica hecha y pintada a mano, además de
‘guarda pijamas’, muñecos de trapo, broches y otras
manualidades llenas de color creadas por las madres-alumnas
de estos talleres. Pero la directora gerente de la Fundación
Yehudi Menuhin en España, Anabl Domínguez, explicaba que el
sentido de todos estos talleres, no tiene que ver con el
producto final, sino que es una mera “excusa” con la que
trabajar por un fin mucho más trascendente: “lo importante
no es lo que uno ha cosido o ha creado, sino lo que se ha
compartido durante este trabajo, desde compartir los
materiales hasta las horas, el tiempo en común... todas las
conversaciones mantenidas durante el trabajo que se está
haciendo...”. Según argumenta la directora general,
“utilizamos el arte como excusa para estar juntos”. Y es que
ahí es donde radica una de las prioridades de la herencia
educativa del músico y sobre la que trabaja sus seguidores,
“el arte como herramienta de transformación social desde el
aprendizaje basado en la experiencia vivida”.
Calado internacional
La metodología de la Fundación Yehudi Menuhin, denominada
Mus-e se desarrolla hoy en día en 12 países europeos y
catorce comunidades autónomas en España, además de Ceuta y
Melilla. “Ceuta siempre nos sorprende, aquí hay un trabajo
de evaluación excelente, y a parte de también se nota la
calidez de las personas” dice la directora gerente de la
fundación, satisfecha por la alta participación conseguida
durante este curso y la demanda de más plazas todavía para
los cursos siguientes.
Durante este año, al menos medio millar de mujeres han
participado en el proyecto ‘El arte, promotor de igualdad de
derechos y oportunidades’, con diversos talleres en los que
la música, el baile o el teatro se han convertido en
herramientas de sensibilización y debate la igualdad y la
educación en valores. El trabajo se ha llevado a cabo en los
centros educativos donde ya se llevaba a cabo un programa
Mus-e, como los colegios de Educación Infantil y Primaria
Andrés Manjón, Príncipe Felipe, Santiago Ramón y Cajal,
Vicente Aleixandre y Lope de Vega. Todos estos centros han
abierto sus puertas y han funcionado de forma conjunta con
los madres y padres de las barriadas de La Reina y Hadú, el
Polígono y Manzanera, el Centro, Príncipe Felipe y Príncipe
Alfonso.
Pero, ¿quién se dedica a enseñar esta metodología de trabajo
en cada uno de los centros? Según explica la coordinadora de
todos estos programas en la ciudad, Rosa Founaud, son
artistas locales, seleccionados cuidadosamente por la
Fundación y formados nacional e internacionalmente en el
método quienes imparten las clases o llevan a cabo los
talleres. “El personal que les forma son artistas del
programa Mus-e, que trabaja desde las raíces culturales, no
puede ser de otra manera”, confirma Anabel Domíneuz. Entre
ellos hay bailarines, músicos o diseñadores, todos ellos
nacidos en Ceuta para que puedan enseñar aunando la
tradición local a las pautas de trabajo que dejó el músico.
Además de la colaboración del Ministerio de Educación, a
través de los centros educativos, la segunda edición de ‘El
arte, promotor de igualdad de derechos y oportunidades’, ha
contado con la colaboración de la Ciudad Autónoma a través
de su consejería de Educación, Cultura y Mujer, con la
participación del Centro Asesor de la Mujer, un compromiso
que quieren continuar en futuras ediciones, según afirmaba
ayer la propia consejera del área, Mabel Deu, presente en el
acto. “El Mue-e tiene unos profesionales fantásticos en
todos los centros educativos y es muy importante el trabajo
que realizan, no solo como lazo de unión con las artes, sino
también con los padres de los niños en estos centros.
Siempre estamos dispuestos a colaborar con ellos porque
tienen resultados muy positivos”.
‘Mujeres invisibles’
Durante la jornada-encuentro organizada ayer en el Espacio
para Mayores de la Obra Social de Caja Madrid, además de la
exposición de trabajos se dio también paso a la muestra de
conocimientos musicales adquiridos por las madres en los
talleres de música y un vídeo en el que se presentó el
trabajo realizado durante los últimos meses.Algunas de
ellas, presentes en el acto, explicaban lo que ha supuesto
sumarse a esta iniciativa: ”Ha sido una experiencia muy
bonita”, decía Sora Ali, de la Barriada del Príncipe, junto
a su amiga Naima Mohamed, que piensa montar un taller en su
barrio en el que enseñar a otros niños y también a sus
madres lo que ha aprendido en el curso que cerraba ayer.
“Hay mujeres que te dicen que es la primera vez que hacen
algo bonito en su vida- explica la directora de la
Fundación- no es verdad, claro, pero es la primera vez que
le ponen valor. El año pasado una mujer nos dijo ‘tengo once
hijos y nunca me habían dicho que hacía algo bonito, ahora
me lo han dicho’. Esto es muy duro. Muchas madres pasan por
la vida como mujeres invisibles, y no lo son, por eso
queremos hacerles conscientes de la igualdad”, explica.
Por su parte, el director de uno de los centros educativos
implicados en el programa, el CEIP Ramón y Cajal, dijo que
en su centro “no se ve invisibles a las madres, sino que son
los padres los invisibles. Ellas se implican en la educación
y esperamos que sigan en futuras ediciones para que sean
ellas mismas y saquen todo lo que llevan dentro a través del
arte. Aquí tienen una oportunidad que no han tenido antes y
que queremos seguirles brindando”.
Rosa Founaud, coordinadora de los artistas Mus-e en los
distintos colegios de Ceuta, resumía en su intervención el
ánimo de la fundación y sus trabajadores hacia los niños
ceutíes, sus padres y en última instancia toda la sociedad:
“No tenemos la varita mágica para cambiar el mundo, pero si
hacemos algo cada uno, sí podemos conseguir cambios”.
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