Doctor en Ciencias Económicas, Fernando Faces ha
desarrollado gran parte de su trayectoria profesional en el
mundo financiero vinculado a la Caja de Ahorros de Sevilla y
Huelva, pero también en las aulas. Actualmente trabaja como
profesor en el Instituto San Telmo, con el que hoy participa
en la sesión de los encuentros CaixaEmpresa que se celebra
esta tarde en el Hotel Tryp a partir de las 19.00 horas. En
su charla, titulada “Perspectivas Económicas y los Nuevos
Mercados del siglo XXI” Faces abordará la situación en la
que se encuentran las empresas españolas y la necesidad de
que estas den el salto a los mercados exteriores, en países
donde no ha existido la crisis y que por ello ofrecen
financiación.
Pregunta.- Desde 2008 habrá contestado muchas veces a la
pregunta de cuándo acabará la crisis, ¿es posible hacer un
diagnóstico?
Respuesta.- Sí, he contestado muchas veces, pero el
pronóstico es difícil. No cabe duda que, si las cosas fueran
bien, si encontráramos una solución para la crisis de la
deuda en Europa, se resolviera la financiación de la deuda y
se dieran salida a los eurobonos, conjuntamente con la
decisión de avanzar hacia una política fiscal y
presupuestaria única, probablemente en el 2014 estaríamos
saliendo de la crisis. Pero si esto se sigue retrasando, ya
se están dando fechas para España más tardías como el 2016.
Lo que está claro es que esta es una crisis muy larga, de
endeudamiento que sólo se arregla desendeudandose e implica
mucho tiempo. Hay que ahorrar más, se consume menos, y por
otra parte los gobiernos del sur de Europa tienen planes de
austeridad que relantizan el crecimiento y posponen la
salida.
P.- El PP ya ha avisado de que se avecinan recortes,
¿dónde será necesario apretar el cinturón?
R.- Hay que apretarse el cinturón en cuanto a recortes en
gastos innecesarios que no son productivos. Lo primero que
hay que hacer es eliminar los solapamientos que existen
entre administración central y las autonómicas, lo que
implicará reducir parte de la administración. Difícilmente
podemos hablar de subir los impuestos, que también habrá que
hacerlo, si antes todos estos gastos no necesarios no se han
reducido. Tocar las prestaciones sociales debería ser
siempre la última de las medidas. Es una tarea de tiempo, de
esfuerzo y de mucho coste político pero hay que hacerla.
P.- ¿Y en cuanto a las reformas?
R.- Quizás la más importante para mí es terminar la reforma
del sistema financiero. La clave está en el saneamiento
definitivo de los balances de bancos y cajas. Todavía hay
mucho suelo y mucho ladrillo sin sanear, que no tiene su
valor real. Para hacer esto puede haber varios instrumentos.
Se está hablando de un ‘banco malo’, un banco público que
compre a los bancos y las cajas los activos que están
dañados para introducirles liquidez y que vuelvan a dar
créditos. Si no se hace esto de una manera rápida, con
transparencia y saneamiento, el crédito no va a volver y, si
no vuelve, no vamos a poder hablar de salida ni de
crecimiento. La segunda medida sería flexibilizar el mercado
de trabajo y no solamente en el tema del costo del despido,
también hay que entrar en las fórmulas de contratación,
aumento del contrato parcial, reducción del número de
contratos y la negociación colectiva.
P.- Por un lado se habla de recortes y reformas mientras
que, por otro, se promete incentivar a las pymes ¿qué papel
deben jugar los pequeños y medianos empresarios para salir
de la crisis?
R.- Se ha demostrado, y hay estadísticas de otros países
como Estados Unidos, que después de una crisis la generación
de empleo, en un porcentaje muy alto, se hace a través de
nuevas pequeñas y medianas empresas. Por tanto, será
bienvenida cualquier medida que vaya orientada a facilitar
el nacimiento de nuevas empresas y el crecimiento de las que
están todavía vivas. La pyme es la gran olvidada y va a ser
importante ayudar por las vías que sea -reducción de los
gastos sociales, reducción de los impuestos de sociedades,
incentivar la creación de empleo-. Para mi, es clave todo lo
que se haga por fomentar que la pequeña y mediana empresa
salga a conquistar los mercados exteriores. Las grandes
empresas ya lo están haciendo con buenos resultados, pero ha
llegado el momento de que la mediana empresa española, que
todavía está muy metida en el comercio doméstico, de el gran
salto para quedarse en el mercado exterior.
P.- La pyme ¿tiene capacidad para salir a mercados
exteriores?
R.- Si no la tiene, la debe adquirir y es conveniente que la
mediana empresa logre una mayor dimensión para acometer el
reto de aventurarse a los mercados exteriores. La
financiación es una de las trabas para ello y por eso, una
de las principales reformas debe ser la del sistema
financiero. Pero hay países donde la crisis financiera no
existe y la financiación que muchas empresas no encuentran
aquí, la están encontrando en los países de destino. Este es
un reto de la pequeña y mediana empresa. La exportación
tiene muchas ventajas, no solamente te ayuda a crecer y a
crear empleo sino que te ayuda a diversificar tus productos,
tus mercados y tu financiación para que no dependas sólo de
los bancos españoles. Ha llegado el momento y, aunque sea a
la fuerza -porque se ha caído la demanda interna- se debe
hacer con una estrategia a medio y largo plazo.
P.- ¿Cuáles son los mercados de futuro?
R.- Según las previsiones, la creación más importante de
nuevos mercados no se va a dar en países desarrollados
durante los diez próximos años. Se está dando y se va a dar
en los países emergentes, incluso en países que todavía
están en vías de emerger. Hablamos de China o India, que va
a crear más mercado que Alemania, Rusia, Brasil, países
latinoamericanos como Argentina, México o Colombia, o países
africanos como Marruecos o Nigeria, tienen oportunidades
tremendas. La crisis a ellos no les ha cogido con la misma
intensidad que a nosotros. Todos están creciendo por encima
del 5%, mientras que para Europa las previsiones son de
estancamiento.
P.- Para una ciudad como Ceuta, con escasos recursos y
desconecctada de la península, ¿Marruecos supone su
oportunidad de negocio?
R.- Todo lo que se haga desde Ceuta para negociar con
Marruecos sería interesantísimo. Es lo más cercano que hay y
además ya tiene unas perspectivas -demostradas en los
últimos años- de crecimiento extraordinario. Marruecos está
en los últimos años en tasas de crecimiento de entre el 3% y
el 5%. En estos momentos el motor es la inversión que está
dando mucho trabajo a empresas españolas y su consumo se irá
desarrollando.
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