La Guardia Civil ha rescatado de un doble fondo practicado
en una furgoneta a siete inmigrantes de origen subsahariano,
de los cuales dos eran mujeres, una de ellas en avanzado
estado de gestación y con síntomas de inicio de parto.
La Guardia Civil de Melilla ha informado hoy en una nota de
prensa de que los hechos ocurrieron el pasado sábado por la
noche en el puesto fronterizo de Beni-Enzar, cuando los
agentes registraron el vehículo, una furgoneta Fiat Ducado
de color blanco y matrícula española, a la que se había
practicado un doble fondo inapreciable.
Su conductor, un hombre de 41 años, de nacionalidad
española, natural y residente en Melilla y con iniciales
A.M.T., ha sido detenido como presunto autor de un delito
contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y ya ha
pasado a disposición judicial.
Según explica en su comunicado la Guardia Civil, el olor a
sudor corporal que apreciaron los agentes en la inspección
de la furgoneta les hizo recelar.
Al cabo de unos minutos, mientras las guardias seguían
adelante con el registro, comenzaron a oír unos gritos de
auxilio y patadas procedentes del interior del doble fondo,
por lo que procedieron a desmontarlo rompiendo con
herramientas una plancha que la organización había instalado
simulando ser el final de la carga original.
En el interior del hueco había siete inmigrantes de origen
subsahariano, cinco varones y dos mujeres, una de ellas en
avanzado estado de gestación que manifestaba síntomas de
inicio de parto, por lo que fue trasladada en ambulancia al
Hospital Comarcal.
El resto de inmigrantes, procedentes de diferentes países,
también fueron ayudados a salir, ya que presentaban síntomas
de desorientación, sudoración y respiración agitada por el
espacio tan reducido donde iban y la carencia de conductos
de entrada de aire, aunque todos están en buen estado de
salud.
Cuando la Guardia Civil pudo abrir el doble fondo, fabricado
con planchas de madera pintadas del mismo color que el
chasis y ancladas con tornillos rosca, encontró a seis de
los inmigrantes de pie y “apiñados”, mientras que el séptimo
estaba tumbado sobre el pequeño habitáculo que da a la
cabina del conductor.
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